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No pudo evitar llegar algo nerviosa a casa. No logro relajarse en el trayecto hasta allí, por lo que solo fue y se metió en su cuarto, tirandose en su cama y esperando poder dormir.

Su hermanita llegó, riendo mientras jugaba con alguno de sus juguetes. No prestó mucha atención a eso.

---- ¿Estás bien? - tocó el brazo de la mayor, preguntando en voz baja - ¿Te duele la cabeza?

---- no, no...- asomó sus ojos para verla - estoy bien, solo...nerviosa.

---- ¿Porque vas a ir a la escuela de princesas?

---- uhmm.. sí.

---- vas a estar bien. - le regaló una tierna sonrisa - vas a ser una princesa.

---- ¿Tú dices? - carcajeó - no me veo futuro como princesa, Byul.

La niña asintió y salió del cuarto, yendo a la cocina por agua.

Así era Hanbyul. No tenía de que preocuparse.

---- mocosa, ya está libre el baño.

Si alguien adoraba bañarse, ese era Hanbin.

Maldito crío extremadamente limpio. Siempre tenía olorcito a jabón.

Fue al baño, dispuesta a que el agua le ayudara a relajarse.

***

Bien...no, eso no ayudó.

Eran las cuatro de la mañana y no pudo pegar el ojo en toda la noche.

Hanbyul dormía plácidamente, acurrucada en la esquina, roncando de vez en cuando.

Que envidia.

¡Maldito principe sucio! ¡Siempre tenía una excusa!

Quería sentir asco, pero era imposible.

"¿¡Cómo que imposible, Kim Jiyu!?"

Ugh, quería simplemente golpear a Haechan.

¡Era su primer beso! ¿Cómo se atreve?

Pero...¿Por qué no reaccionó?

¡Se sentía tan estúpida! Siempre peleando con él, discutiendo sobre todo, pero ahora se quedó callada.

Corrección, no quería golpear a Donghyuck, quería golpearse a ella misma.

Corrección nuevamente, quería ambas. Golpearse y golpearlo.

Pero debía admitir que no fue tan feo como pensó.

Tampoco es que tuviese tanto experiencia, pero no fue...malo.

¿Se podría decir que fue una bonita primera experiencia? Seh..podríamos decirlo.

Pero no quería repetirlo. No, no, no..no quería.

"Si quieres."

¡Solo por el dinero! Solo por eso, para nada más.

No sabe cuándo, pero su celular comenzó a sonar y vibrar por la alarma.

¿¡Ya eran las seis!? ¡Mierda!

Buscó su uniforme, en silencio y corrió al baño para cambiarse y no despertar a la pequeña.

Vio la luz de la cocina prendida, ¿Su madre está despierta? Ugh...

Jiyu quería que aprovechara esos días para descansar y poder dormir correctamente, pero su madre seguía una rutina hace tiempo y sería difícil acostumbrarse a otra.

my sun kissed prince Where stories live. Discover now