Maldita sea con esos dos. Primero eran los dos Reiss y ahora serían los dos Ackerman.

¿Qué acaso no podía tomarse un descanso? Ugh.

Con un gruñido se volteó mientras se removía en su asiento y atrapó a Zackley que lo observaba con la ceja ligeramente alzada, el reflejo de la luz que alcanzaba a entrar por las ventanas abiertas impidiéndole ver claramente uno de sus ojos, pero el otro parecía clavársele como una aguja,

—¿Qué?

—Bueno, queremos saber acerca de los Ackerman —dijo el general, como si Kenny fuera estúpido—. Lamento informarte que tú eres uno de ellos, Kenny. Y el mayor, si de algo sirve.

—Tch, solo porque soy mayor que estos dos inútiles crees que sé algo acerca de la familia, uh.

—Mhm, sí, así es.

—Pues, no lo sé, la verdad.

Pixis se inclinó hacia adelante, sus ojos fijos en él. Kenny le enseñó los dientes en respuesta.

—Kenny-

—Oi, estoy hablando enserio —dijo, volviéndose propiamente hacia el líder del Garrison y poniendo la cara más inocente que pudiera, para ver si así le creían. Pixis arqueó su ceja.

—¿Oh? —cuestionó el hombre, escéptico—. ¿En verdad no sabes?

—Nadie sabe. La familia entera fue perseguida y asesinada porque sabíamos mucho, por lo que las generaciones anteriores decidieron que arriesgarse no era algo que querían hacer, así que guardaron sus secretos, y la verdad murió con ellos.

Por el rabillo del ojo alcanzó a ver que tanto Mikasa como Levi lo miraron, tan rápido para que así no tuviera tiempo a reaccionar a ello, pero no lo suficiente para que no se diese cuenta. Esa era la cosa de asistir a estas reuniones y actuar durante ellas; Kenny estaba pendiente de cada movimiento, cada pequeña respiración. Era un mal hábito que cargaba consigo desde hace ya un rato, pero ya que Félix decidió ser rey junto a la otra niña, la constante presión de mantener el secreto lo volvía tan paranoico como al otro imbécil que checar sus alrededores por espías se había vuelto una segunda naturaleza.

Si tan solo Uri supiera el montón de canas que su hijo le sacó en tan pocos meses… Probablemente se reiría de él.

Ah, mierda. Era muy probable que esos dos quisieran saber también, como Kenny quiso en su momento, y como Félix, reacio como solo el chico sabía serlo, posiblemente también. Niños molestos demasiado curiosos para su propio bien, todos ellos.

Suspirando, se inclinó hacia atrás contra el respaldo y miró hacia arriba al techo, observando los rayos de sol golpeando e iluminando el blanco del ornamento que colgaba por encima de sus cabezas.

—…Talisa dice que el “núcleo” de un Ackerman está fuertemente ligado al amor que sienten hacia una persona de su elección.

Kenny, que odiaba verla y odiaba visitarla, que despreciaba el tener que poner un pie en la propiedad de esa familia, era capaz de cerrar los ojos e imaginarla como si estuviera de pie a su lado, o de frente a él, o simplemente a su alrededor. Podía escucharla también; lo hacía en sueños, susurros en el viento que nada tenían que ver con ella pero que aun así la mencionaban. Era como un fantasma, una sombra que lo seguía a todos lados, que le hacía sentir el peso de su mirada encima suyo incluso aunque ella estuviera rodeada por girasoles y él por flores marchitas. (¿Era así como Félix se sentía con Frieda?)

(Entre los recuerdos perdidos que trataba de desechar, había uno claro como el agua, reciente, las palabras dichas aún memorizadas casi a fuego en cada rincón de su mente.

Friend of the Devil ━shingeki no kyojinWhere stories live. Discover now