✷•𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸•✷

1.1K 159 9
                                    

*╔═══❖•ೋ° °ೋ•❖═══╗*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*╔═══❖•ೋ° °ೋ•❖═══╗*

{Maratón3/4}

《8:00 de la noche》

Mis pasos resonaban por el vacío pasillo. Mis ojos viajaban de un lado a otro asegurándome que nadie estuviera siguiendome, estaba aterrado.

Estas semanas habían sido un completo infierno, no había dormido ni cinco minutos pues el miedo me consumía cada minuto.

El primer día había terminado en la enfermería, allí pase tres días en los cuales tuve "Paz" pero esta no duró ni cinco minutos. Al salir nuevamente recibí una paliza, intenté con todas mis fuerzas defenderme. Lo logré por un tiempo pero luego llegaron más reclusos, era casi imposible pelear contra cinco.

Prácticamente todos los días eran igual, simplemente por mirar a alguien o pasar a su lado me ganaba una golpiza. ¿La razón?, pues mi apariencia les molestaba y a los que no les incomodaba tenían otras intenciones conmigo.

Intente hablar con alguien para no estar tan solo, me acerqué a muchos chicos que no se veían tan aterradores con el fin de hacer un "amigo" por desgracia me fue imposible, nadie se quería acercar a mi.

No entendía el motivó, solo hasta el día de ayer comprendí que era lo que sucedía. Hace menos de una semana atrás un guardia me pregunto si sabia donde ocultaba mi compañero su navaja. Y claro que lo sabía pues el muy hijo de puta la había usado conmigo.

Sin pensarlo le dije y desde entonces me tomaron como el "Soplón". En la cárcel ser el soplón es como cavar tu propia jodida tumba...

Anoche también supe que mi compañero de celda se había enterado de que yo fui el que dio información sobre su arma. Él aún sigue en aislamiento pero en la madrugada lo soltarán y mi vida estará aún más en peligro, en pocas palabras estoy completamente jodido...

Continúe caminando por el largo pasillo hasta llegar a la lavandería. Nuevamente miré hacía los lados y comencé a buscar mi uniforme, lo había lavado esta mañana. Ya debería estar seco...

Revise número por número hasta que un ruido me hizo girar de forma brusca.

Al fondo de la lavandería se encontraba mi compañero de celda con su grupo de amigos o más bien, matones.

Di un paso atrás y luego giré sobre mis talones para poder huir. No importaba cuánto me doliera el cuerpo, si me quedo aquí morire.

Paso tras paso me acercaba a la puerta de salida, estaba por llegar; estaba tan cerca pero...

No llegué.

Uno de los hombres me hizo caer al agarrarme de la pantorrilla y tiro de mi cuerpo con fuerza arrastrándome por media lavandería.

✷ℳ𝒾 𝒻𝒶𝓃 #1✷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora