10. Autopsia a manos de una suicida

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Primero, agarra el pedazo de vidrio y entiérralo en el estómago después lo mueves si quieres para arriba o para abajo. Tú decides Jezabel.

Me quedo congelada al escuchar la primera instrucción. ¿Realmente voy a abrirle el estómago a un hombre? ¿Soy lo suficientemente fuerte como para hacerlo?

Cuando lo hagas no podrás parar de hacerlo, se hará adictivo. Te va a gustar. Vamos Jezabel, hazlo.

—¿Por qué estás tan seguro de que me va a gustar?  

Involucra sangre y dolor y tú amas esas dos cosas, aunque el dolor no será tuyo, pero igual te gustará. Lo prometo Jezabel. Disfrutaras viendo el dolor en los ojos de otro.

—No puedo.

Si lo haces desapareceré por un tiempo.

Con todas mis fuerzas incrusto el pedazo de vidrio en el estómago del hombre, inmediatamente sus ojos se abren y me ven tratando de descifrar porque hago eso, pero ni siquiera yo sé por qué lo hago.

  Mueve hacia abajo.

Lo hago y puedo sentir como mis manos se llenan de sangre ajena, el hombre trata de gritar pero parece que por dolor no puede, su boca se abre y solo sale un gemido.

Sonrío al ver sus intentos de detenerme; no puede está demasiado débil.

Ahora hacia arriba.

Lo hago, el vidrio llega hasta un poco debajo del cuello, para estos momentos creo que el hombre ha muerto, no creo que sea capaz de aguantar tanto dolor.

Haz lo que quieras con el cuerpo.

Saco el pedazo de vidrio de su cuerpo y lo tiro al suelo, veo la gran abertura que le he hecho, va desde un poco abajo del ombligo hasta casi el cuello. Había bastante sangre, no solo en su cuerpo también en el mío, mis manos estaban llenas de sangre, la cama estaba llena de sangre las mantas se tiñeron del hermosos rojo característico de la sangre

Vi mis manos llenas de sangre, se veian muy lindas, definitivamente ese rojo era perfecto para mi piel, limpié mis manos en mi pijama y me acerqué un poco a su rostro; no había respiración, sus ojos habían quedado abiertos y definitivamente demostraban dolor y pánico, su boca quedó entreabierta al igual que la de la mujer que murió en el pasillo.

El olor a putrefacción se había ido y hasta ahora lo noto. El olor en la habitación ahora era solo de humedad y otro olor que posiblemente sea la sangre ¿la sangre huele?

  —¿Qué haremos con el cuerpo? —pregunto después de un rato en silencio admirando el inerte cuerpo en la cama.

Yo me encargaré ¿no quieres hacerle algo más a ese cuerpo? Es todo tuyo, experimenta con él.

—¿Qué le puedo hacer? —susurro.

¿No quieres conocer como es un corazón?

Elevo una ceja mientras me acerco nuevamente al cuerpo, cierro los ojos e introduzco mi mano hasta sentir algo que puede ser el corazón. Intento sacarlo pero un sonido en el pasillo me hace sacar la mano y ponerme alerta .

¿Y si me descubren? ¿Si me llevan a la cárcel por asesinato? ¡MIERDA!

No es nada. Solo son cosas que hay en este lugar. Nada de lo que te tengas que asustar. Al único que deberías tenerle miedo es a mí.

—¿Por qué?

Cuando yo desee puedo hacerte exactamente lo mismo que hiciste tú a él. Pero en cambio yo te dejaré viva para que sientas todo lo que haré.

Muevo mi mirada a la esquina de la habitación donde está eso, que sigo sin saber cómo explicarlo, su sonrisa sigue siendo igual de tenebrosa, no hay ojos ni otro tipo de facción en su rostro, solo esa sonrisa que me persigue en mis sueños.

Vámonos.

Asiento y camino hasta la puerta esta vez abriéndola yo. No hay nadie en los pasillos, eso me hace cuestionarme qué fue lo que escuché, tal vez mi mente nuevamente me jugaba una treta.

La puerta se cerró con un crujido típico de las películas de terror. La enorme sombre negra pasó a mi derecha, llevaba arrastrado el cuerpo del hombre, dejando a su paso una enorme mancha de sangre y otras cosas que prefería no saber que eran.

Esa sombra era demasiado grande, unos dos metros o más de altura, tenían un olor característico a ¿Putrefacción? Pero no era tan pestilente como el cuerpo que ahora arrastraba.     

Parecía que el olor a ese cuerpo le iba y le venía. Seguí a la enorme sombra hasta el patio del hospital, no había nadie en el camino ¿Dónde estaban los guardias o enfermeras?

Una duda entró en mi cabeza e inmediatamente quería despejarla —¿Por qué mataste a mi madre? —su risa ronca me hizo estremecerme.

Primero por diversión y segundo para que me te dieras cuenta que nosotros existimos, incluso esa voz que a veces te dice que eres gorda existe, nada más que no es tan insistente como yo. También hay una tercera razón; esa mujer me caía mal, toda esa mierda que andaba diciendo me irritaba y nadie te hace daño, aunque no lo creas te aprecio. Soy un demonio con corazón –Rió –pero ya nada podemos hacer, está muerta y tu feliz por tener un demonio menos. Y yo feliz por al fin poder tenerte solo para mí. Solo yo estaré para hacerte ver lo patética que eres. Aunque hoy demostraste que eres un suicida fuerte.

—Parece que odiabas a mi madre y también me odias a mí.

Pero a ti te quiero viva a ella no. Eres mi princesa de cristal, mi suicida.

—¿Por qué me quieres?

Gracias a ti existo, por tener esa mente tan débil estoy aquí. Y posiblemente esté por un largo tiempo. Te considero mi creadora.

—como creadora deberías de respetarme ¿no?

No.

—¿Por cuánto tiempo te iras?

Me extrañas y ni siquiera me he ido.

—No es eso...

¿Entonces...?

—Quiero...

¿Quieres jugar de nuevo?

—Sí


AHORA SI, LO SIENTO POR TARDAR TANTO EN ACTUALIZAR, PERO HE ESTADO DEMASIADO OCUPADA, EL COLEGIO ME ESTÁ ABSORBIENDO.


POR ESO TRAJE DOS CAPITULOS, UNO UN POCO LARGO Y EL OTRO CORTO.


PERO ESPERO LES GUSTE Y POR FAVOR VOTEN Y COMENTEN Y ESPERO ME PERDONEN POR DURAR TANTO EN ACTUALIZAR.

Y GRACIAS A LOS QUE ME ESPERARON :)


POR CIERTO, SUBIRÉ UN CUENTO QUE ESTÁ BASADO EN ESTA NOVELA Y ESPERO SE PASEN POR AHI PARA QUE LA LEAN Y ME DEN SUS OPINIONES :D SE LLAMARA PRINCESA DE CRISTAL :)

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora