81. Lugares de ensueño

En başından başla
                                    

—Historia —la tenue voz de Ymir, siempre plagada por ese tono vacilante con la que solía llamarla, le hizo parpadear en su dirección. La pecosa colocó su mano en su hombro, dándole un suave apretón—. Uhm, ¿te encuentras bien?

Historia abrió su boca para responderle, solo para darse cuenta de que no tenía idea de cómo hacerlo, qué decirle.

—…La última vez que estuvimos aquí Félix dijo que nadie volvería —murmuró por lo bajo, un poco melancólica. A pesar de haber pasado semanas desde la partida de su primo, aún sentía un pinchazo de dolor al recordarlo—. ¿Qué pensará cuando vuelva y vea que se ha convertido en mi residencia?

—Bueno, supongo que va a gustarle —fue la respuesta que obtuvo. Ymir se movió un poco hasta colocarse a su lado, dándole un codazo a manera de juego—. Aquí vivía Frieda, estoy segura de que va a alegrarse de que tú, uh, lo hagas también y conectes con ella. O algo así.

Historia reconocía el esfuerzo de Ymir por hacerla sentir mejor, aunque no fuese algo que necesitara; ella, muy profundamente, sabía que a Félix probablemente no le importaría. Él tampoco parecía albergar mucho sentimiento hacia la casa, o por lo menos, no ninguno que hubiera sido visible ese día, no. A Félix probablemente solo le importaba la habitación al fondo del pasillo del lado derecho en el segundo piso, la que Kenny le dijo que su primo en persona selló cuando dejaron el lugar, la que probablemente nadie se atrevería a tocar o a abrir nuevamente por temor a traer de vuelta al fantasma atrapado ahí.

Casi sin querer que alzó la mirada y viró su cabeza en esa dirección, donde se hallaba el pasillo que te llevaba a ella. Se preguntó si aquel día que fueron algo más fue tomado que no fuesen los libros que la familia Reiss guardaba con recelo, los que contenían la poca información acerca de tecnologías mucho más avanzada que la que usaban de momento, si solo fueron las pocas joyas que encontraron que pudieron pasar como herencias familiares para hacerla ver más legítima frente a los otros nobles, algo más que no fuese el libro que Historia reconoció en la habitación de Frieda y que tomó antes de salir, sin decirle a nadie sobre su robo.

Se preguntó, también, qué fue dejado atrás una vez la abandonaron, qué secretos seguían ocultos, cuáles jamás sabrían.

Qué piezas de sí mismos, tanto de ella como de Félix, abandonaron dentro de aquellas paredes cuando se fueron sin mirar atrás. (Qué parte de Félix se quedó sellada detrás de esa puerta que él mismo cerró.)

Su mirada se desvió de aquella dirección cuando vio a Kenny salir de una de las salas a la izquierda y su ceño se frunció muy levemente, curiosa por la presencia del hombre.

—Kenny, ¿qué haces aquí? Creí que estarías…

—Con Talisa —dijo por ella, encogiéndose de hombros como si realmente el tema no le importara, o la mujer en sí. Con su cabeza señaló hacia el segundo piso—. Llegamos poco antes que ustedes, así que le dije que podía ir a ver el lugar y yo la guiaría, pero luego de un rato subió a las habitaciones y allá se quedó. Supongo que está escogiendo la suya.

—Oh —musitó, dubitativa—. Dijo… Quiero decir, uhm… ¿Aceptó sin… Aceptó sin ninguna objeción?

Kenny alzó los hombros y los dejó caer, y se rehusó a mirarla.

—Es la madre del rey —dijo por lo bajo—. Aunque se encuentre “desaparecido” para el resto, una vez hagas el anuncio formalmente estoy seguro de que va a causar furor entre un par de personas, especialmente las familias nobles. No tiene otra opción que no sea ser resguardada junto a la reina.

—¡Eso! Y, además, Talisa te aprecia mucho, Historia —irrumpió Ymir a prisa, tirando una mala mirada en dirección del hombre—. Independientemente de los motivos por los que fue traída aquí, estoy segura de que no le molestará vivir contigo, ya que son familia y… Y todo eso.

Friend of the Devil ━shingeki no kyojinHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin