—Los divergentes... son fascinantes, ¿no es así? —titubea por unos momentos— Seres perfectos que tienen una inteligencia infinita. Y ahora, libre albedrío. Las maquinas son tan superiores a nosotros que era inevitable un enfrentamiento. El logro más grande de la humanidad amenaza con llevarla a su destrucción —ríe de sus propias palabras— ¿No es irónico?

—Necesitamos comprender por qué los androides se vuelven divergentes —interrumpo sus palabras. Cosa, que hace que detenga su mirada en mí por breves instantes al notar que ignoro por completo su interrogante.  

—¿Sabe algo que pueda ayudarnos? —Connor agrega, haciendo que ahora lo observe a él del mismo modo. 

Se mantiene unos momentos en silencio. Pensando detenidamente sus palabras. 

—Todas las ideas son virus que se propagan como epidemias... —nos responde. Pero nada de lo que dice parece ser de ayuda para resolver el caso— ¿El deseo de ser libre es una enfermedad contagiosa?

—No estoy aquí para filosofar. Las máquinas que creó podrían estar planeando una revolución —la paciencia del teniente parece haberse agotado por sus palabras inevitablemente directas. Kamski lo observa en silencio, con una ligera expresión de satisfacción en su rostro— O nos da información útil o nos largamos de aquí.

Su respuesta a la amenazada del teniente es silencio puro. No se detiene a responder a sus palabras, al contrario. Lo único que hace, es observar a Connor con una expresión que me hace mantenerme alerta a cualquiera de sus dichos. Él también parece notarlo, manteniendo una expresión claramente neutra a su presencia. 

—¿Y qué me dices tú, Connor? —le pregunta. Dando pasos firmes hasta él. Aunque, la única respuesta que obtiene por su parte es silencio— ¿De qué lado estás?

Inconscientemente le dirijo la mirada, pero no parece notarlo. Mantiene su mirada fija en el hombre frente a él. Sin demostrarse nervioso a ello. 

—Esto no es sobre mí, señor Kamski. Lo único que quiero es resolver este caso.

Oh, sí. Es evidente que quiere resolverlo. 

Sus palabras parecen causarle una ligera gracia, riendo a ellas frente a nuestra presencia. Frunzo el ceño a su reacción, notando como parece acercarse más a él. 

—Sí, estás programado para decir eso. Pero tú... —se mantiene frente a él— ¿Qué quieres realmente?

Duda de sus próximas palabras por una fracción de segundo. Su reacción me extraña ligeramente, aunque quiera negarlo. Desde que conozco a Connor, lo único que ha querido es resolver este caso y atrapar a los divergentes. Inconscientemente no logro entender por qué duda justo ahora. Sin responder lo que espero en ese momento.

—Lo que yo quiera no es importante —titubea.

Sonríe abiertamente su respuesta, lo que me preocupa ligeramente. Al igual que sus palabras. 

—Chloe.

Puedo suponer que es el nombre de la androide que nos recibió al verla encaminarse con tal tranquilidad hasta nosotros, ubicándose al costado de Kamski. No demuestra expresión alguna, solo mantiene su mirada fija en el frente. Cosa que me perturba ligeramente. 

—De seguro conocen la prueba de Turing. Una mera formalidad —la toma por los hombros— Hermosa por siempre, algoritmos y capacidad computacional. 

Nadie responde a sus palabras. Poniendo particular atención a lo que quiera decir.

—Lo que me interesa, es si las máquinas pueden sentir empatía. Le llamo la prueba de Kamski. Verán que es algo muy sencillo...

failure | connor [dbh]Where stories live. Discover now