One short Yoriichi/Michikatsu Tsugikuni

1 0 0
                                    

Perteneció a una de las familias más ricas de todo su país, los Kurasshu. Una chica feliz que se casó con el hombre que amaba, con mucho dinero, trabajador, guapo, inteligente, cariñoso,

Ella queda embarazada y viven una vida de cuentos, el se pone en extremo feliz y planean la vida de su bebé juntos, pasan los meses y todo es como la vida de las personas en Instagram, ecografías, compras de productos, ropita, felicitaciones

Todos están felices por ellos y por su bebé, el tiempo pasa y rayita sigue feliz con su marido y su futuro hijo planeando todo sobre él, se revela que son gemelos

El marido está inmensamente feliz y ella también ya que planeaban tener una gran familia, todos los vuelven a felicitar y como en la ecografía de los cuatro meses se revela que ambos serán varones la carrera por las compras comienza, al marido le llega un mensaje de su padre diciendo que encontró dos cunas iguales con tallados diferentes en cada una, de un sol y otra de una luna

Como las encontró en su garage el marido tiene que viajar a otro estado para traerlas, rayita ya está de ocho meses así que no puede ir por temas del embarazo y el hecho de que al ser gemelos hay riesgo

De que los tenga antes de tiempo, ella se queda en su casa a esperarlo ya que le encantaron las cunas, aunque aún cree muy conveniente que su suegro tuviera dos cunas para gemelos de diseños diferentes en su garage.

Rayita espera a su marido en casa, dejó su trabajo al enterarse de su embarazo y su esposo la convenció de quedarse en casa para cuidar a sus hijos u que el trabajaría, así que ahora es ama de casa

El primer día que se fué su esposo todo estuvo normal, algunas amigas suyas pasaron a saludarla y preguntar por el bebé, dar regalos y apoyo para el parto que sería más pronto de lo esperado

El hecho es que, después de dos días, empezó a sentirse incómoda

Habías cosas fuera de donde las había dejado, faltaban unas cuantas prendas de ropa suya y de bebé del armario e incluso se dió cuenta de que unas cuantas fotos que se tomó con su marido aparecían en el piso, estrelladas y con el vidrio hecho añocos

Empezó a asustarse

En uno de esos días ella estaba acostada en su cama tranquilamente leyendo un libro cuando escuchó que tocaron al puerta principal, le pareció muy raro ya que eran al rededor de las diez y media de la noche, aún así fue ya que era muy raro que alguien te hiciera daño en un lugar tan seguro

Abrió la puerta y se sorprendió al encontrar a un hombre del otro lado, con camisa elegante y pantalón de vestir, pelo largo y rojo amarrado en una coleta que combinaba con sus ojos del mismo color, el tipo era igual a su marido

Pero ella sabía que no era él, la miraba con toda oscuridad que la asustó

Trató de cerrar pero entro primero, no pudo correr porque al estar embarazada de gemelos se le dificultaba hasta respirar, todo era difícil. Fue lo más rápido que pudo hasta el armario de limpieza -le quedaba más cerca que cualquier otra habitación- y se encerró ahí con seguro interno, abrazó su vientre cubriéndolo con cuidado y esperó

Escuchó golpes del otro lado de la puerta, a diferencia de su adorable esposo esa voz que le hablaba con autoridad del otro lado era grave, oscura y malvada. Le gritaba que saliera, la llamaba por su nombre y mencionaba el de su amado entre injurias horribles, cosas muy oscuras de las cuales no tenía conocimiento y aún si fuera tela ella jamás lo creería.

No sabía cómo la conocía y eran tan parecidos que comenzaba a marearse, Yoriichi no tenía hermanos y si los tuviera ella lo sabría, aunque ese sujeto del otro lado decía todo lo contrario. Se asustó al escuchar rasguños en la puerta, horribles sonidos muy parecidos a los que hace un cuchillo al impactar con fuerza contra una tabla de cocina

El Vertedero De SugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora