"molde roto"

3.4K 262 5
                                    

Me removí inquieto en mi lugar, mis ojos no dejaron de vagar por la pulcra arquitectura de estilo victoriano que exhumaba belleza y delicadeza, la mesa blanca de estilo elegante y larga se extendía con diferentes tipos de telas unas más ostentosas que otras, los colores iban desde rosa madera hasta un azul cielo, tijeras y una cinta métrica que se ajustaba en mi cintura tomando las medidas de esta, suspire en mi lugar llevando mi mirada ahora al gran ventanal donde se apreciaba un bello jardín bien cuidado, di un respingo al sentir por segunda vez una picada de aguja sobre mi piel:

- lo siento señorito yoongi- asentí mirando la pequeña gota de sangre que fue limpiada de inmediato por otra ayudante, mis ojos no perdieron el recorrido del paño siendo manchado por mi sangre para luego ser doblado y puesta a un lado de aquella mesa.

Las puertas fueron abiertas y esta vez los omegas acompañantes de Taehyung pasaron primero que él avisándo su llegada, Taehyung estaba vestido con un traje elegante, pantalón ancho color mostaza ceñido a sus caderas, camisa manga larga pulcra y sin una arruga, encima de ello un corset negro que se ajustaba en la cintura de manera dolorosa y zapatos negros costosos, sus ojos grises iguales a los míos eran prueba de que perteneciamos al mismo linaje.

Los ojos grises de los Min, siempre habían dado de que hablar.

- ¿pueden dejarme solo aunque sea un momento?- mi hermano alzó la voz ya algo harto de de ser seguido de aqui para allá por las tres omegas y una beta que estaba a cargo siendo su guardaespalda- déjenme respirar por los dioses- las chicas no se inmutaron demasiado acostumbradas a los berrinches del menor de la familia Kim, la beta que estaba bien preparada en todas las artes de combate y aseguraba su seguridad suspiro dando un asentimiento para dejarlo solo.

- señorito yoongi he terminado las mediciones y los arreglos en sus trajes- la modista hizo anotaciones rápidas en su cuaderno, mientras sus ayudantes guardaban varias cosas, una de ellas comenzó a apretar los lazos de mi corset detrás de mi espalda la cual se enderezó más de inmediato- ¿desea algún otro detalle?- negue con mi cabeza, la mujer pareció decepcionada por mi nulo entusiasmo- ¿ninguna preferencia o recomendación?- negué de nuevo, la mujer hizo otra inclinación en forma de respeto antes de irse dejándonos por fin solos.

- ¿a donde fuiste esta madrugada Taehyung?- mi voz salio seca, mientras tomaba unas sandalias cómodas y las colocaba en mi pies para luego dirigirme al sofá más grande y esponjoso, el pequeño se removió en su lugar nervioso mientras mordía su labio con insistencia.

- gigi- hizo un puchero, me enternecí en mi lugar- he escapado para verme con él- los movimientos de mi mano se detuvieron baje la taza hasta mi regazo sintiendo el tibio calor, mis labios temblaron con temor.

- taetae

- lo sé, lo sé- no él no lo sabía, si mi padre se enteraba que estaba saliendo con un don nadie que no era perteneciente a nuestra élite, las cabezas rodarian cuesta bajo y la sangre se esparciria por el jardín- es tan hermoso gigi, su sonrisa, su voz, sus bromas, su aroma- mis ojos se cristalizaron al escucharlo hablar de esa manera.

Es como yo hace algunos años...

- ¿como has dicho que se llamaba?- tome un sorbo del té mirándolo directamente a los ojos, mis mismos ojos pero tan diferentes, la piel del menor se volvió roja en sus cachetes y su flequillo peinado cuidadosamente en rizos escondió su rostro apenado.

- Hoseok - saboreé el nombre entre mis labios, la emoción y la ternura tiño la voz de mi pequeño- padre ¿te dijo algo?- ahora su voz expresaba preocupación y abrió sus ojos con miedo- Esta mañana ha estado muy renuente hacia mí- taetae dejó caer su espalda al sofá perdiendo toda compostura y teniendo una actitud más relajada ahora, de pronto ya no se veía tanto como un maniquí.

La espontaneidad surgió en sus gestos y rostro, volviéndose más dulce y natural.

Yo no me veía así.

- debes tener cuidado Taehyung haber encontrado a tu mate no es algo bueno para ti ni para el, si mi padre se entera, si él- mis manos temblaron más haciendo sonar el tazón sobre el pequeño plato debajo de él- si él, si papá, si ellos...- el sonido aumento aún más.

- gigi- su rostro estaba muy cerca de él mio sosteniéndome entre sus delicadas manos mientras sus ojos me miraban con preocupación- estaremos bien, ok? - más lágrimas se deslizaron por mis mejillas- no llores gigi,taetae esta contigo, mientras estemos juntos todo estará bien.

Oh Taehyung, no lo sabias, nunca lo sabrías.

Esa misma madrugada nuestro padre alfa había sospechado ya de tus salidas y lo comento con nuestro papá, él llego furioso a nuestras alcobas, buscándote mientras volcaba todo al piso, me tomo del cabello y me arrastro hacia el piso de abajo, enredando con tanta fuerza sus dedos sobre mi cabello que parecía querer arrancarlo, pataleé pero eso solo pareció enojarlo aun más, así que me llevo a ese cuarto taetae.

Un cuarto al que tu nunca entrarías porque estaba dispuesto a sacrificarme por ti, un cuarto que me había visto sangrar y gemir, un cuarto donde había sido encadenado y humillado.

Un cuarto donde los azotes en mi espalda me hacían gemir de dolor.

Un cuarto donde había un pequeño closet horriblemente estrecho que jugaba horriblemente con mi mente, donde era encerrado y no podía moverme ni un centímetro, uno en el cual me desmayaba por las golpizas y la sensación de ahogo.

Un cuarto donde me hacían rezar a los dioses por ser impuro, hasta que mis rodillas manchaban el suelo con mi tinta roja.

Era disciplinado por ambos taetae.

Esa fue mi decisión, estaba listo por sacrificarlo todo por ti.

Porque yo no podía ser salvado.

Demasiado roto, un envase de barro que habían roto tantas veces que ahora estaba desfigurado de manera horrenda, no podía sentir con claridad Taehyung, todo lo que hacia durante el día estaba siendo ejecutado por mi cuerpo de manera automática.

Pero cuando veía tus ojos, tu rebeldía, tus pucheros, tus berrinches, tus sonrojos.

Mi puma blanco despertaba para protégerte, era lo único que se empeñaba en hacer porque el tenía igual de claro que yo que estábamos condenados a esto.

- gigi entonces lleno su boca tanto de fideos que sus mejillas se abultaron de manera tierna, pero luego tosió y se ahogo así mira- hizo una mímica demasiado dramática que me hizo sonreír en mi lugar- y me asuste mucho así que traté de presionar su estómago por detrás para salvarlo pero un fideo salió de su nariz- luego de eso estalló en carcajadas que yo seguí de manera genuina, porque solo con el podía respirar un momento.

Como una pequeña bocanada de aire luego de estar hundido entre las agresivas olas del mar.

- y luego cuando me acompañaba hacia acá, me regalo esta pequeña pulsera de oro- el accesorio fue mostrado delante de mi, sonreí con todos mis dientes.

Era tan simple que nuestros padres vomitarian.

Pero para Taehyung valía más que todas las joyas de esmeralda y diamantes que guardábamos en nuestra mesa de noche.

- Estoy tan feliz gigi- su aroma dulzon inundó la habitación mientras se recostaba a mi lado rodeandome con sus brazos.

¿Como no iba a querer proteger esto?

-No debes preocuparte más, pronto seré un adulto así que me iré de aquí junto contigo y hoseoki, solo debes darme tiempo para planear algo.

¿Escapar? Un escalofrío me recorrió, busque sus ojos encontrando esas media lunas que estaba llenas de esperanza.

¿Debía hacerlo consciente de nuestra realidad ahora?

No, taetae merecía ser feliz antes de darse cuenta en el infierno al que perteneciamos.

Se feliz por ambos taetae.

Así que preferí desviar el tema.

- ¿hoseoki te da besitos?

- ¡gigi!

Reí.

El Gatito del señor Jeon.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon