Uno de sus toques me hace quejarme levemente en reacción. No podía mentir, aun dolía un poco. Al instante baja su mirada hasta mí. Puedo identificar una clara preocupación en su rostro.

—Lo siento —se adelanta a disculparse rápidamente— ¿Te lastimé?

Oh, mierda.

Inconscientemente su preocupación me hace sentir el rostro arder en respuesta. Maldita sea. ¿Por qué demonios estaba actuando de esta forma frente a él?

—N-no. Está bien —le sonrío ínfimamente, tranquilizándolo al instante.

Hace caso a mis palabras, sin comentar absolutamente nada sobre el rojo de mis mejillas. Internamente prefiero creer que no lo ha notado, haciéndome sentir un poco mejor conmigo misma al sonrojarme por su presunta preocupación, que pudo haber sido claramente obvia a mi reacción. Esta vez, parece tener mucho más cuidado del que tenía anteriormente, procediendo con cuidado cada uno de sus movimientos.

Me limito a observarlo de reojo en completo silencio. Sin la valentía de mirarlo a los ojos.

—Sonríes con frecuencia —suelta de repente mientras aún mantiene su mirada en mi herida— ¿Es común en humanos hacerlo todo el tiempo?

No pude evitar que su pregunta me impactara por lo repentina que fue, enmudeciéndome por unos segundos mientras pensaba en una respuesta rápida. ¿Suelo sonreír con frecuencia?

Honestamente ni siquiera sabía que lo hacía con tanta regularidad para que él lo notara.

—Depende de la persona —le respondo luego de unos instantes, mientras sigue curando mi herida en silencio— Hay gente que le gusta sonreír todo el tiempo, no importa lo que le ocurra, como hay personas que no lo hacen nunca.

Puedo deducir que parece conforme con mi respuesta por su silencio, prosiguiendo con su trabajo del mismo modo.

—Creo que nunca he visto sonreír al teniente Anderson —confiesa.

Sus palabras inconscientemente me apenan, haciéndome caer en cuenta que yo tampoco lo he visto hacerlo durante los últimos días que nos conocemos. No puedo evitar que un sentimiento de tristeza me invada con solo pensarlo.

—Yo tampoco —mi voz sale como un hilo, sonando algo apenada mientras mantengo mi mirada baja. Connor lo nota al instante— No está viviendo una buena etapa, ¿sabes? —le digo— Es entendible que no tenga motivos para hacerlo.

—Debería dejar sus problemas personales atrás —me comenta con una seguridad que me hace observarlo con el ceño ligeramente fruncido. Claramente no sabe lo que es cargar con problemas de ese nivel de gravedad al ser un androide, pero opina de todos modos— Es la única forma de que pueda llevar una mejor vida.

—Hay problemas personales que no puedes dejar atrás, Connor —intento explicarle con paciencia. Al instante parece escucharme— Simplemente los llevas contigo toda tu vida, como una mochila. A veces olvidas que la llevas contigo, pero cuando sientes el peso en tus hombros, lo vuelves a recordar. Recuerdas que siempre estuvieron ahí, pero no lo notaste hasta ese momento.

Permanece unos segundos en silencio, deteniendo su movimiento sobre mi herida. Realmente parece detenerse a pensarlo por unos momentos, finalmente dirigiéndome la mirada.

failure | connor [dbh]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora