Capítulo 56. De nuevo en la caseta.

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Conforme Vanesa se iba acercando al lugar del crimen, inconscientemente comenzó a ponerse nerviosa. Y sabía que no era por lo que se iba a encontrar allí, si no por ver a Olivia. Estaba perdiendo completamente el control de lo que sentía por ella, si a esas alturas le trastocaba más ver a la forense que el cuerpo de una joven tirado en esa caseta.

Vanesa divisó a todo el personal trabajando en el caso, hasta que se fijó en Olivia trabajando en el cuerpo de la chica. La inspectora tragó saliva. Le resultaba imposible no mirarla.

-Hombre Vanesa. Ya ves, mira lo que tenemos - le dijo García con semblante serio cuando vio a su compañera - por cierto, ya hablé con el chico que ha encontrado el cuerpo y le he cogido los datos. Sale a correr temprano porque entra a trabajar pronto en el turno de mañana.

Tal cual Olivia escuchó el nombre de Vanesa, no pudo evitarlo y posó su mirada en la mujer que acababa de llegar. Esa mujer la trastocaba completamente. Aún vistiendo de manera informal, para su gusto la inspectora estaba fantástica. Era un hecho que esa mujer la fascinaba. Aún sin ser el prototipo de mujer que a ella le atraía, Vanesa tenía algo que la volvía loca. Pero ese sentimiento y esa atracción eran mutuos.

La mirada de Olivia se dió de bruces con la mirada de Vanesa. Y en esa mirada que se echaron las dos, saltaron chispas sin ellas darse cuenta. Aún manteniéndose ambas la mirada, se saludaron con un escueto "hola". Ninguna de las dos quería llamar la atención de los allí presentes, y menos de García. Pero éste no estaba por la labor de descubrir con sus propios ojos lo que estaba sucediendo entre sus amigas. Él estaba completamente centrado en el cuerpo inerte que se encontraba manipulando Olivia.

-¿Qué es lo que tenemos?-Preguntó Vanesa retirando por fin sus ojos de Olivia y dirigiéndose a García. Pero la que habló primero fue la forense cuando terminó de hablar Vanesa - y ahora me cuentas García, qué has hablado con el chico que encontró el cuerpo.

-Inspectora, me aventuraría a asegurar que ha sido obra del hombre que mató a Pilar. Ha sido violada y estrangulada de la misma manera que Pilar, pero aquí. El cuerpo no lo ha trasladado. Es decir, es posible que la joven estuviera merodeando por los alrededores y el asesino la trajera hasta aquí con según qué artimaña. Además a esta chica no la golpeó con la brutalidad que lo hizo con Pilar, si recordamos que le desfiguró el rostro. Debió de hacerlo todo más rápido y corriendo teniendo en cuenta que ha abandonado el cuerpo aquí. Como puedes ver, le bajó las bragas y el pantalón para abusar de ella sexualmente. Mira, aquí tenemos su bolso. Hemos mirado en su cartera y la hemos podido identificar. Vive por aquí cerca, se llamaba Isabel Fernández y tenía diecinueve años. No os puedo decir todavía la hora exacta de su muerte, pero debió de ser a media noche, porque el cuerpo aún no se ha enfriado del todo.

-Joder. Cojonudo. Gracias doctora - le contestó la inspectora a Olivia. Igualmente, por lo que había hablado por teléfono con anterioridad con García,ya sabía que se encontraban ante el mismo asesino. Tenía razón su compañero cuando afirmó que no habían dado información del asesinato y esa chica había sido ultrajada de la misma manera que lo fue Pilar.

Vanesa se dirigió de nuevo a García.

-García, ahora sí nos toca agilizar todo. Tenemos que dividirnos el trabajo. Así que, yo iré a darle la noticia a la familia de la chica y tú habla con el juez para que nos autorice poner a Álvaro en busca y captura, hacer un registro de su casa exhaustivo y pinchar sus teléfonos. O espabilamos o la vamos a joder. El cabrón va muchos pasos por delante nuestro.

-Está bien. Manos a la obra. Pero...¿Nos tomamos un café rápido en la cantina? Total, no vas a llamar ahora a la puerta de la casa de la chica. Espérate por lo menos a que amanezca, ¿No? Y yo iré a hablar con el juez cuando tú vayas a hablar con la familia.

-De acuerdo, pero vamos ya porque amanecerá en breve. Bueno, doctora, gracias. Luego nos vemos para que nos cuentes cuando hayas hecho la autopsia.- le dijo Vanesa mirándola fijamente a los ojos. La inspectora sintió cierto hormigueo en su estómago al sentir esa mirada tan cristalina fijarse en sus propios ojos. Esa mujer, con esa increíble mirada, era capaz de bloquearla con un abrir y cerrar de ojos.

-Claro, inspectora. Nos vemos más tarde - le contestó Olivia a Vanesa como pudo. Tenía muchas ganas de quedarse a solas con ella. Y a Vanesa le pasaba igual. No veía el momento de estar con Olivia a solas para poder disculparse con ella. Pero tenía que tener paciencia y en ese momento centrarse en la chica que había aparecido muerta. Lo primero era lo primero.

A la forense le hubiera gustado irse a desayunar con su amigo y con Vanesa, pero aún no había terminado su trabajo con la chica. Le esperaba un día arduo de trabajo, porque aunque tenía que hacer la autopsia del cadáver, por lo menos ya sabían que había sido el mismo asesino que de Pilar.


García y Vanesa se dirigieron, uno en el coche y la otra en la moto, a la cantina de Pepe, como hicieron cuando encontraron el cuerpo de Pilar. Y por el camino, a Vanesa no se le quitaba la imagen de Olivia agachada con la ropa de trabajo y manipulando el cadáver de esa chica. Esa mujer era sorprendente. La mirara como la mirase. Y su mirada era sencillamente arrebatadora. La tenía completamente enamorada. Y pensando en ella, llegó en nada a la cantina.

El dueño de la cantina, el señor Pepe, ya los conocía a los dos y se alegraba de verlos, aunque siempre que iban a esa cantina ambos lo hacían con un semblante serio y triste. Eso ya no le hacía ninguna gracia al hombre, porque sabía que eran inspectores, y si iban a esas horas y con esos rostros, era porque habían tenido un mal comienzo de día.

Vanesa y García se sentaron al lado del calefactor, como hicieron la otra vez que desayunaron allí.

-Vaya, la última vez que vinimos aquí fue por lo mismo - dijo García amargamente. -¡Joder, qué duro es este trabajo!No deberíamos de encontrarnos personas asesinadas por auténticas bestias. No es justo. ¿Quién tiene el poder de quitarle la vida a otra persona?

-García, piensa que si no hubiera muertes que investigar nosotros no tendríamos trabajo de lo que nos gusta.

-No me jodas Vanesa, entonces estaríamos en otro servicio de la policía. Pero a mí cada vez me cuesta más ver lo que mis ojos ven. Tengo hijas y no me puedo ni imaginar que alguna de ellas sufra lo que Pilar e Isabel han sufrido.

-Lo sé, García. Pero en esta vida tiene que haber de todo. Ojalá todos tuviéramos la cabeza en su sitio, pero no es así. Y por eso estamos nosotros donde estamos, para poner todo en su lugar. ¿No crees?

García miró a su compañera de forma contrariada. Sabía que tenía razón pero aún con todo le costaba aceptar que las cosas ocurrieran como ocurrían. Era algo difícil de digerir. Y por muy psicólogo que fuera, nadie le enseñaba a ser duro, frío y distante ante los asesinatos que tenía que investigar y resolver. Él era una persona más en la sociedad, con sus sentimientos a flor de piel, como la gran mayoría de las personas.

García, viendo cómo estaban los ánimos de bajos, prefirió cambiar de tema. Quería saber cómo estaban las cosas entre Vanesa y Olivia. Ya sabía la versión de la forense, pero ahora necesitaba conocer lo que pensaba y sentía Vanesa por Olivia, y sabía que el momento idóneo para sonsacarle cierta información era ese, aunque era fácil que su compañera prefiriera cambiar de tema y lo esquivara, o incluso se enfadara con él por querer meterse donde no lo llamaban, pero lo que él no sabía era que Vanesa necesitaba sacarle a él información de lo que sentía Olivia por ella.

Malasaña I. (5° Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora