Capítulo 13. ¿Te gusta Olivia?

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-Bueno, entonces, ¿nos vamos, Vanesa?-Preguntó García, porque vio que su compañera estaba completamente descentrada.

-¿Qué? Sí, claro. Vamos.-La inspectora retiró sus ojos de la mujer que tenía enfrente suyo. Por fin se iba a ir y podría relajarse, porque desde que habían entrado ahí, su cuerpo se había tensado durante todo el tiempo que llevaban en la sala de autopsias con la forense.

-Bueno, Olivia, gracias por tu esfuerzo y cooperación con nosotros.

-Ya ves, lo que le he dicho a la inspectora-Dijo mirando a Vanesa con una mirada llena de...¿deseo?- Sólo hago mi trabajo.

-Sí, lo sabemos. Pero lo haces muy bien.

La forense se ruborizó por el cumplido de García. Además sintió cómo Vanesa no le quitaba los ojos de encima y lejos de incomodarla, le gustó que la inspectora la mirara de esa manera. No le importaría que García las dejara solas en ese mismo momento. Pero Vanesa estaba esa mañana muy callada. No la conocía tanto como para saber qué le pasaba para apenas haber hablado. Era raro en esa mujer que dejara todo el peso de la conversación a García. Aunque la inspectora sabía que Marco y ella eran amigos. Tal vez era ese el motivo por el cual Vanesa se había relajado y se había colocado ella misma en un segundo plano en ese encuentro.

-Por cierto, Olivia, mañana si convenzo a Rosa, nos vemos, ¿vale? No nos vendría mal salir a tomar algo como pareja. Hace mucho que no lo hacemos.

-Claro. Llámame si os apuntáis. Yo encantada, hace mucho que no veo a Rosa. Además, también os viene bien salir sin los niños.

-Que razón tienes. Pero...Ya dependerá de Rosa.

-Yo estaré con Fabiana. Así que sois bienvenidos.-Dijo Olivia a García. Y se animó también a decírselo a Vanesa. Por qué no- Por cierto, inspectora, puedes venir si te apetece a tomar algo con nosotros, si no tienes ningún plan, claro.

Vanesa se tensó. ¿Quién era Fabiana? ¿Sería la pareja de Olivia? Y si era la pareja, ¿Para qué la había invitado a ella?

-Yo, tengo algo, sí. Pero veré si puedo pasar un rato.- Contestó Vanesa algo molesta. De repente estaba celosa. Joder, celosa por una mujer con la que ni se había dado un simple beso. Estaba perdida. Y ella lo sabía, porque esa reacción era totalmente nueva en ella.

-Ah, bueno. Bien. Ahí estaremos. Si no estás sola, puedes venir con tu pareja. - contraatacó Olivia. García le dio a entender que Vanesa estaba soltera, pero a decir verdad en ningún momento se lo confirmó.

-Gracias, Olivia. ¿Nos vamos, García?

-Sí, vamos. Seguimos en contacto, y si no, nos vemos mañana.

Olivia se despidió de los dos policías y subió de nuevo la música. Ya había perdido mucho tiempo de trabajo y eso la ponía muy nerviosa. Aunque por lo menos había visto a Vanesa, y sin la forense saberlo, con su visita le había alegrado todo el día.

Cuando los dos policías se encontraban en el coche, García no pudo evitar preguntarle a su compañera por qué estaba tan dispersa.

-Vanesa, oye, ¿Que te pasó en la sala de autopsias?

-¿Qué?¿Por qué me preguntas?

-Vamos, me da a mí que mientras hablaba Olivia, tú estabas en otro sitio. ¿Te has enterado de todo lo que nos ha dicho?

-Claro que me he enterado, ¿para qué he ido sino?

-Dímelo tú, Vanesa.

-No te pases, García. He escuchado atentamente a tu amiga. No sé a qué viene ahora ésto, sinceramente.

-Vale. Vamos a dejarlo. ¿Vendrás mañana a tomar algo?

-¿Esa Fabiana es su amiga, o es algo más?-Le preguntó la inspectora a su compañero sin poder evitarlo. Si iba a pasarse por el pub,p necesitaba saber si esa mujer era su pareja.

García sonrió. Esa pregunta significaba que la forense le interesaba.

-¿Por qué sonríes de ese modo, García?

-¿Acaso te gusta Olivia, Vanesa?

-¿Qué?¿Cómo me va a gustar esa mujer? Si somos completamente distintas. Tenías razón cuando tú lo dijiste.

-Bueno, da igual que seáis distintas. Yo empiezo a tener claro lo que hay entre vosotras. Sólo espero que las dos lo reconozcais y entonces ocurra lo que tiene que ocurrir.

-¿Y qué es lo que tiene que pasar, según tú?

-Vanesa, os gustais. Es simple. Sois dos mujeres casi de la misma edad, solteras, y con mucha necesidad por socializar. Tenéis que salir juntas. Sé que lo vais a pasar muy bien una con la otra. Dije que erais muy diferentes, pero también tenéis cosas en común. Sois las dos muy inteligentes, muy entregadas a vuestros respectivos trabajos y las dos preferís dedicaros al trabajo como lo hacéis, porque os da miedo conocer a alguien que os cambie todos vuestros esquemas. Tenéis vuestro corazón cerrado con candado.

-Vaya, García, ahora ¿ejerces de psicólogo también?

-Sabes que no. Que sólo trabajo de policía aunque me sacara los estudios de psicología. Vanesa, creo que el tiempo terminará por darme la razón, y Olivia y tú vais a terminar juntas. Sólo hay que veros. Hoy te pusiste nerviosa por verla. ¿A que sí? Por eso no hablaste casi con ella y me dejaste solo ante el peligro. Porque ahora salimos del instituto forense y vuelves a ser la misma tía borde de siempre.

Vanesa pensó que a su compañero no le hubiera ido mal dedicarse a la psicología. Aunque ella se negara a ver las cosas como eran, García tenía mucha razón en todo lo que había dicho. Sólo que no quería a otra Sara en su vida, y si para dejar de pensar en Olivia tenía que seguir acostándose con otras mujeres, lo haría. De hecho ya estaba pensando en llamar a Marta, la chica del gimnasio, para verse cuanto antes. Esa chica con el cuerpazo que tenía y lo fogosa que debía de ser, Vanesa tenía claro que con ella conseguiría dejar de pensar en Olivia.

-García, no estamos para perder el tiempo y encima para que me psicoanalices. En serio. Vamos ya para la comisaría que mira qué horas son y aún no la hemos pisado. La jefa se va a enfadar con nosotros.

-Sí, lo hará. Pero ahora vamos teniendo pruebas y estoy seguro que entre hoy y mañana Olivia nos va a dar más resultados. Así que abramos bien los ojos y sigamos como hasta ahora.

García puso el coche en marcha y se dirigió a la comisaría. Una vez allí, compartirían con sus compañeros de investigación las pruebas y los resultados que les había dado Olivia, y se pondrían manos a la obra, para empezar con las bridas de plástico, las bolsas y el cinturón de perro encontrado en la escena del crimen, más concretamente alrededor del cuello de Pilar. Tenía razón Olivia, esas bolsas de plástico eran algo extrañas y con un poco de suerte sólo las venderían en uno o dos supermercados de la ciudad. Las bridas tampoco se les veía muy comunes, aunque ya sería más complicado sacar algo en claro con ellas. Y el collar de perro era muy peculiar. Así pues, había que tirar por esas tres pistas, principalmente por las bolsas y el collar.

Malasaña I. (5° Historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora