XX - Hojas de papel

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Jisung había hecho una promesa y estaba poniendo todo su empeño para cumplirla. No importaba qué tan fuerte fuera la sensación en su pecho o cuántas fueran sus ganas de huir de ahí otra vez, no iba a impedir algo que era estrictamente necesario.

No tenía idea de si Chan se hallaría en casa o no, y por ello es que fue a una hora en la que seguramente estaría ahí. Era tarde y estaba cruzando los dedos para no haber llegado en un mal momento.

Se estaba mordiendo las uñas otra vez. Había vuelto a tomar ese hábito porque ahora no existía nadie que le reprochase por hacerlo.

Tocó el timbre de la residencia esperando a que por favor Chan abriese esa puerta, y así fue.

El mayor no esperó encontrar a Han allí. Mostró una expresión de confusión mientras sacudía los desordenados rizos de su cabello.

— H-hola Chan. — Tartamudeó Sung al saludar. — ¿Estás ocupado?

Chan esbozó una amigable sonrisa, cosa que el contrario no vio venir.

— No. ¿Por qué estás aquí?

— ¿Crees que pueda hablar contigo?

Con un asentimiento por respuesta y ningún cuestionamiento, Jisung entró al pequeño apartamento reconociendo que la parte crucial de esa promesa estaba siendo ejecutada. Respiró lentamente calmando sus desesperadas pulsaciones.

Bang seguía sonriendo sin embargo de forma tenue. Él no tenía ningún problema con la presencia de Jisung en su hogar aún después de lo que aconteció hacía unos días.

— ¿De qué quieres hablar? — Le preguntó atentamente. — Oh, qué grosero soy. ¿Quisieras un vaso de agua? — Ofreció haciendo ademán en ir hasta la cocina, pero fue detenido de realizar esta acción.

— No es necesario, gracias. — Respondió. El de cabellos rizados volvió a quedarse quieto. — Yo vine a hablar sobre lo que ocurrió. Y a pedirte perdón. Perdón por haberme ido de repente sin explicar nada.

— Creo que te entiendo así que no hay problema. Aún así me gustaría oír esa explicación. — Dijo en absoluta calma. Jisung soliviantado por aquello tomó otra bocanada de aire.

No quería pensar en cómo terminarían las cosas tras explicarse. Mientras más pensaba en las posibilidades, más se incrementaba la ansiedad que esmeraba en contener.

— Cometí un error, Chan. — Aclaró antes de decir otra cosa. — Yo pensé que me gustabas, pero solamente estaba confundido. No me gustas, y lo entendí después de besarte. Fui muy imprudente y lamento si te sentiste pasado a llevar por mi culpa. — Habló cabizbajo, contemplando el daño que se había hecho en los dedos de tanto morderse las uñas.

— Está bien, Jisung. — Oyó decir al mayor. Inmediatamente le dirigió la mirada para ver que la sonrisa seguía ahí. — Me esperé una explicación así, y lo supe cuando saliste corriendo de aquí. Sólo quiero decirte que está bien, y que no existe problema alguno de mi parte. Solamente... Me tomaste por sorpresa. — Rio al decir lo último.

La ligereza con la que Chan estaba llevando el asunto lograba tranquilizar la inquieta mente de Jisung. Fue su risa lo que apagó sus nervios con suma efectividad.

Por supuesto que no había nada de malo en reír. Al final, todo eso no era más que otra anécdota de la que reírse en el futuro.

Ya no había nada por lo que temer.

— Perdón. — Volvió a decir replicando la sonrisa de Chan. — Confiaré en lo que me dices.

— Perdonado. No hay razón para que temas. Tampoco me gustas de esa manera, pero sí eres un buen amigo. — Añadió. — Y si necesitas abrirte para aclarar un poco tu mente, ya sabes en donde vivo.

Please!! Remember me || Minsung (En edición)Where stories live. Discover now