II - Resignación y resentimiento

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—¿Sabes por qué te invité a salir hoy? —preguntó Jisung acercándose un poco más al cuerpo de su novio, sin soltarle la mano.

Ese día de fin de semana habían salido juntos. Estuvieron toda la tarde recorriendo lugares nuevos y desconocidos con un agradable clima de inicio de verano. El calor no era insoportable. La suerte estuvo del lado de ambos para que pudieran disfrutar sin tener que quejarse por temperatura.

Vieron el atardecer caer por los edificios, y ahora se encontraban caminando de la mano por las calles, iluminados por las brillantes luces nocturnas de la ciudad.

—Hmmm... —Minho se puso a pensar y a parpadear un poco más rápido de lo usual, como parte de su particular hábito—. ¿Me matarás si te digo que no?

—Me decepcionas. —se quejó el menor—. ¿En serio no sabes?

—¿Cómo iba a saberlo?

—Hoy cumplimos 100 días, Lino. ¿Acaso soy el único que cuenta los días?

—¿Llevamos 100 días? Creo que sí eres el único que los cuenta. —dijo como si le hubiera quitado algo de importancia. Han se detuvo, y le soltó la mano a Minho.

—Deberías contarlos también. —se cruzó de brazos. Era uno de sus típicos berrinches. El castaño dejó salir una sonrisa traviesa y se acercó a él hasta tenerlo de frente.

—¿Qué te parece si los empiezo a contar hoy? Podemos cumplir 100 días otra vez. —habló guiando sus manos hacia la cintura de Jisung.

—No seas bobo. Si empiezas a contar hoy entonces celebraríamos 200 días cuando tú cuentes los 100. —bufó.

—Bien. Entonces para nuestros 200 días yo seré quien te invite a salir. ¿Qué te parece eso? —Han entrecerró los ojos en una expresión de duda y luego dejó caer su cabeza en el hombro del mayor.

—Es increíble que pienses en los 200 días. Yo nunca había llegado tan lejos.

Y era verdad. Para Jisung, su relación con Minho significaba la primera en toda su vida. Vivió su adolescencia esperando a enamorarse, pero nadie captó realmente su atención hasta que creció y lo conoció a él.

—¿Y tú crees que yo sí? —preguntó pasando una mano por los cabellos oscuros de su pareja, acariciando con suavidad—. Hasta cumplir 100 días es algo nuevo para mí. Por eso no los conté. No sabía que era importante.

Para Lee también era la primera vez. Había tenido historiales amorosos pero jamás se esforzó en formalizar sus relaciones, netamente porque carecía de interés al respecto. Todo era diferente ahora. Era especial.

Como si hubieran estado destinados.

—Yo los conté porque tú eres importante, Lino. —habló en voz baja, lo suficiente como para que Minho pudiera oírle. Poco a poco sus brazos cedieron a rodear el cuello del castaño, para finalmente terminar abrazados. Aún mantenía la cabeza apoyada sobre su hombro, y lentamente la levantó para mirarlo a los ojos—. ¿Eres el más feliz conmigo?

Minho sonrió, y dejó un beso sobre los labios de Jisung.

El más feliz en todo el mundo, Hannie.

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Please!! Remember me || Minsung (En edición)Where stories live. Discover now