LIMITADOR PRIMARIO

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Vierto el chocolate caliente en tres tazas blancas sobre una bandeja con mucho cuidado, pongo un pequeño envase de endulzante natural en caso que alguien requiera. Posiciono a un costado unas pequeñas barras de canela que le daría el toque final a la bebida invernal dándole más sabor y aroma.

- Listo -tomó la bandeja con cuidado- andando

Salgo de la cocina lentamente por el contenido que llevo y paso el mesón de esta, ignoro el comedor vacío y sigo hasta la sala donde esta Jaga y nuestro inesperado invitado de las tres de la mañana. Avanzo a la mesa de centro y depositó allí la bandeja, agarro una taza ofreciéndosela a mi pareja que está viendo al invitado con preocupación.

Vuelvo a la bandeja y levanto la segunda taza caminando hacia otro mueble, allí desplomado sobre las pequeñas piernas de Wissen yace un destruido leopardo de las nieves.

- Ten Toxor -le acerqué la taza humeante- seguro te hace bien después de la carrera hasta acá

La mirada perdida del macho regresó un momento y la enfocó en la taza, como pudo se recompuso, sus ojos estaban rojos de haber llorado por una hora y quien sabe cuánto más antes de decidir venir a nuestra casa. Agarró con cuidado la taza de mis manos y en silencio se dispuso a probar un sorbo, un suspiro de alivio escapó de sus labios.

- Gracias -murmuró este- está muy bueno, otra vez disculpen por llegar así, mi mente no está muy bien, creo que debería irme y volver quizás por la mañana

- ¿Enserio crees que te dejaremos ir? -Wis señaló la ventana- ¿Se te olvido como está afuera?

Mire un momento hacia la ventana solo para verificar una vez más, una ventisca, el invierno había comenzado hace una semana y no fue suave digamos, algo bastante común en Auno. Al principio no pensé que fuera necesario pero ahora lo agradezco, Wis había incluido en el diseño de la renovación del hogar un domo climático adecuado para la casa.

Protegerá la casa de ventiscas fuertes como esta, el domo en su punto más alto tendría unos cincuenta metros de altura y su diámetro era de quinientos metros ciento el centro la casa, al menos el quincho y el invernadero entraban en el territorio de este protegiéndolos igual.

- Es de noche -Wis continuó- hay una ventisca, la temperatura está a unos menos quince grados y bajando, los caminos están bloqueados y no olvidemos lo mejor, la manada de Jaga está rondando la casa por tu culpa

No pude evitar bufar en alto, Toxor había llegado al pueblo en tren justo cuando iniciaba la ventisca, al no haber transporte tan tarde decidió correr hasta nuestro hogar. La ventisca comenzó y para empeorarlo se cruzó con los lobos en la vía, el pueblo había empezado a llamarlos La manada de Jaga.

El rumor de que Jaga era el Alfa de la manada y que estos protegían la montaña y nuestro hogar se corrió por el pueblo de un momento a otro de modo que los que querían llegar a nuestro hogar ahora tomaban precauciones adicionales. Toxor no lo sabía y de alguna forma los provocó iniciando una persecución en su contra.

Al acercarse a nuestro hogar los sensores perimetrales se activaron despertando a Wis, este los desactivo a tiempo antes de que durmieran al gran felino y fuese devorado por los lobos. Jaga y yo despertamos por la alarma unos segundos después y al salir nos encontramos a Toxor aterrado en la puerta rodeado por la manada.

Un rugido de Jaga bastó para hacerles entender que era invitado y despacharlos devuelta a la montaña, un Toxor cansado, algo frío por la pobre roba invernal y con algunas heridas entró a nuestro hogar entonces. Apenas medio se recompuso estalló en llanto en medio de la sala para pasar a un estado alterado total, sospechaba ya de que se trataba.

El VoidBreakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora