|V E I N T I C I N C O|

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CAPITULO 25: La realidad soñada.

K A R A

Caminé abriéndonos paso entre el mar de gente, sintiéndome desesperada por volver a nuestro lugar junto a Theo y Dhalia en las gradas.

—No tan rápido, Kara —pidió Dan, con la respiración agitada y prácticamente pisándome los talones.

—Apresúrense —apuré, mirando fugazmente sobre mi hombro a ambos de mis amigos.

Continué avanzando entre las pequeñas multitudes formadas en los alrededores, empujando de manera nada sutil a las personas que me impedían el paso, provocando que algunas de ellas me miraran con el ceño fruncido o me dedicaran alguna maldición, acciones a las que no les tomé mayor importancia, pues estaba más centrada en volver a nuestro lugar en las gradas junto a los demás para apoyar a mi novia.

—No entiendo por qué tuvimos que levantarnos tan temprano, aún sigo cansado por el viaje de ayer —se quejó Max, restregando sus ojos de manera perezosa, caminando detrás de nosotros mientras arrastraba los pies y sostenía un vaso de café a medio beber.

—Por qué las competencias de atletismo siempre son por la mañana el primer día de los juegos —respondí, rodando los ojos ante su aparente indiferencia a aquel dato que yo había memorizado.

Mi amigo resopló de mal humor por no haber dormido lo suficiente, siguiéndome de cerca mientras nos abría paso por los jardines de la preparatoria que era la sede de los juegos por la copa Inter de aquel año.

La preparatoria Mirto se encontraba a unas horas en auto de la ciudad dónde vivíamos, por lo que habíamos tenido que emprender un viaje de unas cinco horas en el auto de Max para apoyar a Alexandra en la competencia.

Habría costado mucho trabajo convencer a mi madre, pero después de mucha insistencia de mi parte, de mis amigos y gracias a la ayuda del padre de Alexandra, mi madre accedió a dejarme hacer aquel viaje en carretera junto a Dan, Theo, Max y Dhalia.

Alexandra no había viajado con nosotros, pues ella había tenido que viajar junto al resto de los equipos deportivos que representaban a la preparatoria Carver, ya que necesitaban tiempo para descansar y prepararse para la competencia, por lo que habíamos acordado reunirnos por la noche en el restaurante del hotel en el que la mayoría de las escuelas se habían registrado, incluidos nosotros.

Durante la noche previa al inicio de los juegos, había intentado no robarle demasiado de su valioso tiempo de sueño a mi novia, pero ella había insistido en escaparse por unos minutos de la guardia de su entrenadora para poder vernos y así poder desearle suerte.

Unos cortos minutos que me obligué a mí misma a que me bastaran para poder conciliar el sueño.

—¿Nos perdimos de algo? —pregunté de manera ansiosa a Theo una vez llegamos a la cima de las gradas, mirando frenéticamente a la pista frente a mí en busca de mi novia.

Mi amigo negó.

—A penas están estirando.

Cerré los ojos, echando la cabeza hacia atrás y dejando salir un suspiro de alivio.

Llegamos a tiempo...

Me relamí los labios y asentí, sintiéndome más calmada. Aquel era el primero de tres días de competencia, y las cosas parecían ir por muy buen camino, sin dramas, revelaciones o traiciones a la vista.

Aquella era la última competencia por la copa Inter de Alexandra, y debido a eso, me aseguraría de que aquellos días fueran especiales y memorables para ella, nada que se comparase a la competencia del año anterior, donde la impulsividad de Thiago había amargado todo recuerdo feliz.

The Forever IMPERFECTS [#2]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang