|T R E C E|

2.8K 195 132
                                    

CAPÍTULO 13: Reencuentro de las almas gemelas.

T H A D E O

Supongo que la frase de "el amor duele" era cierta.

Y por primera vez en mi vida, experimenté de primera mano las diferentes sensaciones que provocaba el ver a la persona de la que creías estar profundamente flechado ser feliz con la persona a la que ella amaba de verdad.

Aunque, a pesar de sentir un pequeño pinchazo en mi corazón cada vez que observaba a Kara y Alexandra interactuar de manera romántica, la situación no me resultaba del todo imposible de sobrellevar, y quizá se debía a que, después de todo, el que Kara fuera feliz era todo lo que realmente me importaba.

La había conocido en su momento más bajo, cuando más destrozada estaba y realmente me hacía feliz ver como poco a poco todo aquel dolor se quedaba atrás. Como su tristeza era remplazada por sonrisas, risas y bromas, intentando olvidar el dolor del pasado.

Estaba seguro de quererla, no tenía duda de ello, pero tal vez debía intentar dejar de verla tan solo como un interés romántico y comenzar a enfocarme más en quererla como todo lo que éramos, solo amigos.

Porque, quizá después de todo, sí estaba dictado en nuestros destinos encontrarnos; Puede que fuésemos el uno para otro en algunos aspectos, pero tener una buena química y querernos no significaba que estábamos destinados a estar juntos como una pareja. Después de meditarlo, entendí que yo no era su alma gemela o la persona con la cual estaba destinada a encontrarse para enamorarse. No, aquella era Alexandra.

Tomé una bocanada de aire, bufando unos segundos después. Di un vistazo a mi alrededor, buscando la manera de matar algo de tiempo mientras esperaba a que Kara volviera de su habitación para continuar con las sesiones de tutoría que ambos habíamos pactado.

Llevábamos una hora y media estudiando cuando su hermana llegó a casa acompañada de Alexandra. Y justo en ese preciso momento, Kara decidió que era tiempo de tomar una pequeña pausa, por lo que se levantó de su asiento, tomó la mano de su novia y la llevó escalera arriba mientras su hermana se dirigía a la cocina para ayudar a su madre con la cena.

Jugueteé golpeteando mi lápiz sobre mi cuaderno cuando habían pasado cerca de treinta minutos desde la "pequeña" pausa que Kara había decidido tomar. Si no volvía pronto, habríamos perdido todo lo que restaba del tiempo para sus tutorías.

Después de un par de minutos más esperando algo impaciente, decidí levantarme e ir a buscarla yo mismo, quería por lo menos averiguar si realmente estaba interesada en terminar con nuestra tutoría de aquella tarde o mejor me iba a casa para dejarla pasar tiempo con su novia y su familia.

Ariana, su hermana, amablemente me indicó el camino hasta su habitación, invitándome después a comer algo en dado caso de que su hermana decidiera dar por terminada nuestra tutoría.

Su invitación me tomó por sorpresa, pues al principio de mi amistad con Kara, había notado ciertas miradas y actitudes de parte de su hermana hacia mí, plantándome la idea de que quizás yo no era de su total agrado. Pero tal parecía que el regreso de Alexandra había influido mucho en la manera que ella tenía de verme, cosa que agradecí infinitamente, y ni siquiera me molesté en saber el porqué de su repentino cambio.

Subí sin mucha prisa las escaleras, observando por unos breves instantes las fotografías que colgaban en una de las paredes antes de dirigirme hacia la habitación de Kara, justo por donde su hermana me había indicado, pues nunca había estado en ella.

Mis pasos se hicieron más precavidos al no notar ningún sonido proveniente de la habitación. Fruncí ligeramente el entrecejo, acomodando mis gafas sobre el puente de mi nariz.

The Forever IMPERFECTS [#2]Where stories live. Discover now