|E X T R A #2|

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Extra #2: Todo por lo que siempre estuve esperando.

K A R A

Sonreí, mordiendo mi labio inferior. Recargué sutilmente mi mejilla sobre la palma de mi mano, sosteniendo mi peso sobre mi brazo derecho sobre la mesa mientras observaba con detenimiento a Alexandra reír por algo que Max había dicho, provocando que mil mariposas aletearan en la boca de mi estómago, una sensación que amaba experimentar a su lado.

Mi novia cerró los ojos, echando su cabeza hacia atrás al soltar una carcajada y llevó su mano derecha sobre mi muslo, brindándome una pequeña caricia. Extendió su mano libre frente a ella y sobre la mesa, pero debido a su falta de coordinación para aquel momento de la noche resultado de todas las cervezas que había bebido, terminó derramando lo que restaba de su tercera cerveza sobre la mesa, alarmándome a mí y a Dan, pero provocando la risa de Max, Dhalia y la novia de mi mejor amigo, Alana.

—Bien, creo que esa es nuestra señal para dar por terminada la velada —hablé, acercándome a mi novia y rodeándola por la espalda con mi brazo.

Mi comentario pareció preocuparla, pues rápidamente buscó mi mirada para dedicarme una afligida. Yo me limité a sonreírle de manera dulce, tranquilizándola para evitar que se alterara.

Si algo había aprendido luego de años de relación con Alexandra, era el hecho de que era una pésima bebedora, y es que al no estar acostumbrada a beber tan siquiera una sola gota de alcohol de manera frecuente, cuando lo hacía tendía a no soportar más allá de dos bebidas antes de perder el control de sus sentidos, convirtiéndose en lo que yo había bautizado como una "ebria tierna".

—¿Qué? ¿Tan pronto? —preguntó Dhalia, frunciendo el ceño y arrastrando las palabras.

Lex asintió.

—Sí, ¿Tan pronto? —me preguntó, mirándome por debajo de sus pestañas para intentar persuadirme—. Realmente, me estoy divirtiendo.

Sonreí, llevando mi mano libre hasta su rostro, acariciando suavemente su mejilla con mis nudillos.

—Lo sé, preciosa. Pero necesitas descansar, fue un día largo y probablemente mañana me lo agradezcas.

Dhalia bufó al escucharme.

—No me agradas cuando te pones en modo responsable, Kara Gallardo. ¿Qué ocurrió con la chica que se embriagaba y nos hacía perseguirla por toda la ciudad a las tres de la mañana? —me reclamó, intentando levantarse de su asiento para acercarse a mí por encima de la mesa, pero fallando al perder el equilibrio y caer de golpe nuevamente sobre su asiento, siendo ayudada por Max a su lado.

Solté una risita entre dientes.

—Creció, Dhalia —respondí, sonriendo de lado con algo de nostalgia—. Ahora, mi única prioridad es llevar a mi novia sana y salva a casa.

La amiga de mi novia rodó los ojos, apartando su mirada de la mía y cruzándose de brazos, visiblemente molesta por mi decisión.

—Quién te vio y quién te ve ahora, Gallardo —comentó Max con una sonrisa burlona en sus labios.

Lo miré, sintiéndome divertida por su comentario.

—Cállate, Lex quedó fuera de combate, ¿de acuerdo? Así que me toca a mí ser la responsable de la relación —me defendí, mirando con una sonrisa a mi novia a mi costado, quien aparentaba prestar atención a la conversación, pero en realidad se encontraba sumergida en su mundo.

—Y a eso le llamo trabajo en equipo —respondió Alana, brindando al aire con su cerveza y dejándose caer sutilmente contra el costado de su novio.

Reí al observarlos besarse de manera torpe.

The Forever IMPERFECTS [#2]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz