Parte 34

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Capítulo 34

Las seis se acomodaron en el coche de Faith. Ella y Victoria eran las únicas que iban la mar de cómodas en los asientos delanteros. Las otras cuatro tuvieron que aplastarse para entrar en la parte trasera.

—Sube a mis piernas, cuchurrumín —dijo Larisa.

Alexia se ruborizó al hacerlo. Giró el cuello para darle un besito en los labios a su novia, y esta la abrazó rodeándola por el vientre.

—Eh, nada de meterse mano allá atrás —advirtió Faith—. Las estoy viendo por el retrovisor.

—¡Oh, que no somos pervertidas como ustedes! —Se defendió Larisa.

Petra se conmovió por lo bella que era la relación entre sus amigas y anheló estar así con Mara. Por desgracia, ya había suficiente espacio y no tenía necesidad de pedirle algo tan poco sutil como sentarse sobre sus rodillas. Y de todos modos, Mara estaba ausente en pensamientos. Se había colocado los audífonos. Tenía el volumen al máximo y había volteado la vista hacia afuera para ignorar a las demás.

A Alani le dolió esa separación. Le habría gustado conversar con su amiga durante el viaje, y hasta quiso decirle que dejará su música y charlara con ella, que la dejara apoyar su cabeza en su hombro y que se tomaran de las manos

Estar al lado de Mara era una tentación, pues no dejaba de mirar sus piernas que surgían debajo de la minifalda militar que llevaba a la cadera. ¿Por qué se había vestido de una forma tan provocadora? No era su estilo. ¿A caso intentaba impresionarla? ¿Quería verse linda para ella? ¿Es que guardaba sentimientos que no se atrevía a confesar por medio a ser rechazada?

Si me los dijera ahora, con gusto le diría que sí.

Armada de valor, le dio un golpecito en el brazo para llamarla. Mara se quitó los audífonos.

—¿Sí?

—¿Estás emocionada por el viaje?

—Un poco —suspiró con desilusión—. Ya había planeado mi día.

—¿Entrenar? ¿Salir a correr? Eres tú la que siempre me dice que es bueno tomarse un día libre y salir de la rutina. ¡Anda! Te divertirás con nosotras.

—Está bien —Mara forzó una sonrisa y se volvió a poner los audífonos. Alani bajó la vista y apoyó la cabeza en el asiento. El viaje sólo duraría treinta minutos, pero se le haría eterno y no tenía duda sobre eso.

***

Llegaron cuando el sol empezaba a ponerse. Faith dejó el coche estacionado junto a los otros vehículos y se apresuraron a bajar y a montar las casas de campaña. Martín se las había prestado con gusto y ya que le gustaba acampar, había querido ir con ellas para enseñarles algunas técnicas de supervivencia que había aprendido en su servicio militar.

—Menos mal que tu mamá lo convenció de quedarse con ella —dijo Faith—. No es que me caiga mal, es sólo que...

—Sé lo que quieres decir —sonrió Victoria—. Y creo que entre venir con nosotras o quedarse en casa, era mejor lo segundo. Mis padres necesitan tiempo a solas antes de que sus trabajos los consuman de estrés y se vuelvan unos amargados.

Larisa y Alexia volvieron con la leña que habían guardado en la cajuela de Faith. Mara les mostró cómo acomodarla para encender el fuego antes de que cayera la noche.

—¿Alguien trajo los malvaviscos? —Preguntó Alexia—. Petra, no te los habrás comido ¿verdad?

—¿Estás loca? Yo estoy comiendo zanahorias con chile y limón.

[Terminado] Enamorada de la Nerd  [Historia Lésbica]Where stories live. Discover now