[Terminado] Enamorada de la Nerd [Historia Lésbica]

Parte 20

Capítulo 20

Dos meses después...

Larisa saltó del susto cuando la maestra ingeniera le llamó la atención.

—¿Me escuchas? —Preguntó Alison con los brazos cruzados. Sabía que Larisa era inteligente, pero en las últimas semanas, su rendimiento académico había bajado en picada.

—Sí... lo siento. Estaba pensando en otras cosas.

—Bueno —suspiró la ingeniera de cálculo avanzado—. Como les iba diciendo, para resolver este sistema de ecuaciones, debemos...

La joven volvió a resoplar y se giró hacia la ventana. La clase de matemáticas no le interesaba tanto como las prácticas del equipo de baloncesto de la universidad.

Se llamaban Las Leonas, y estaban probando a las nuevas integrantes del equipo femenil. Alexia estaba entre ellas y desde su salón, Larisa tenía una vista perfecta de su amiga.

Sonrió y apoyó la cara sobre una mano. Alexia saltaba, robaba el balón y realizaba fintas como toda una profesional. Tenía un buen par de piernas que le permitían brincar con gran altitud y enviar la pelota directamente a la canasta. No siempre encestaba, pero al menos era la más agresiva de las novatas.

—Pon atención —dijo Vicky, inclinándose hacia ella desde la silla de al lado—. No empieces a fantasear.

—No lo hago —suspiró la chica y volvió su atención hacia su otra amiga—. ¿Cómo te va con Faith?

—De maravilla. Mañana cumpliremos dos meses desde... olvídalo. No es nada que debas saber.

—No, pero ya me estoy haciendo una idea. Te divertiste mucho, ¿eh, pervertida?

Victoria se ruborizó. Cuando Larisa y Alexia se enteraron de que lo habían hecho, hicieron justamente el escándalo que ella esperaba; y desde entonces, Faith era la sensación de su grupo de amigas. No sabía si sentirse avergonzada u orgullosa por haber logrado lo impensable: hacerse novia de una de las más populares del campus. Ella y Faith se robaban las miradas de todos al pasearse tomadas de la mano durante la hora del almuerzo.

La subdirectora de la universidad llamó a la puerta del salón y asomó la cabeza.

—Hola, chicos. Perdón por interrumpir su divertida clase de matemática.

—¿Divertida? —Preguntó la maestra Alison—. No creo que sea divertida. ¿Qué pasa?

—La nueva estudiante ya está aquí.

—Ah, claro. Ya me habían notificado. Que pase.

La atención del grupo se desvió a la chica que estaba detrás de la subdirectora. Entró con la frente firme, la espalda erguida y una mirada penetrante. Era alta, de piel clara y cabello rubio, con un corte a la moda en el que la mitad de su melena estaba trenzada y la otra lucía corta, como una especie de peinado de amazona.

No vestía la falda y blusa como el resto de las mujeres, sino que había preferido por el uniforme de los chicos: unos jeans de mezclilla y una camisa de manga larga que le apretaba la sugerente curva de sus pechos.

La maestra Alison se sorprendió un poco por su aspecto "rebelde", pero ¿quién era ella para juzgar? La chica lucía imponente hasta cierto punto y el tatuaje de una rosa azul que llevaba en el dorso de la mano le confería el aspecto de una estrella de rock.

—Buenos días. Eh, ¿por qué no les dices al grupo tu nombre?

La chica miró a sus compañeros y sus mejillas se pusieron un poco coloradas.