Parte 26

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Capítulo 26

Haberle quitado el celular como castigo se sentía como si le hubiesen arrancado un brazo o una pierna. Larisa se sentía incompleta y se aburría como una ostra en un estanque. Echaba de menos el contacto con el mundo exterior y ver sus memes favoritos en las páginas de Facebook.

No. No era por eso. Echaba de menos a sus amigas.

Su papá, Manuel, llamó y entró a su habitación. Cerró la puerta tras de sí y cruzó los brazos mientras miraba a Larisa con una sonrisa de sospecha.

—¿Qué? —Preguntó la chica—. ¿Ahora tampoco puedo aburrirme en paz?

—Voy a invitar a Mario a tomar unas cervezas. Veremos el juego de beisbol.

—Está bien —dijo encogiendo los hombros—. ¿Y por qué me lo dices así?

—Porque sabes que a tu mamá no le agrada Mario. Si tú no le dices que vino, no le diré que tus amigas están aquí.

—¿Mis amigas?

El hombre se hizo a un lado y abrió la puerta. Los ojos de Larisa se abrieron de par en par y sonrió. Se levantó de la cama y corrió a abrazarlas.

—¡Aww! Mi cuchurrumín, estás aquí.

Alexia se dejó apapachar y envolvió la cintura de Larisa con los brazos.

—Todas te extrañamos.

Manuel sacó su cartera y le mostró a Larisa unos billetes que le dejó en el escritorio.

—Para la pizza. Y no hagan mucho ruido.

—Sí, gracias, papi.

El hombre se marchó y dejó a su hija con sus amigas. Tenía cosas que hacer, y un padre tenía que aliarse con sus hijas de vez en cuando ¿verdad?

Faith tosió para llamar la atención de Larisa y Alexia, que seguían abrazaditas como el pan con la mantequilla.

—¿Qué hacen aquí? —Preguntó con una sonrisa—. No me digan que vinieron a traerme las tareas.

—Fue idea de Mara —dijo Vicky—. Usamos la presión social para hacer que tu padre nos deje entrar.

—¿Pido la pizza? —Preguntó Faith—. ¿Con salami?

—Y pan de ajo.

—Ay —dijo Mara—. Ya se me hizo agua la boca.

Larisa rió y se sentó sobre la cama con sus amigas.

—¿Y qué me cuentan?

—Vinimos porque tu cuchurrumín quería verte —dijo Victoria. La cara de Alexia se sonrojó y bajó la mirada con una media sonrisa. Ese gesto enamoró a Larisa y sintió deseos de lanzarse sobre ella y cubrirla de besos.

Tuvo que contenerse.

—Es injusto que te suspendieran —comentó Mara para hacer plática.

—No, no es verdad. Me lo merecía. Nunca había empezado una pelea. Cuando vi a Petra, no me pude dominar y heme aquí. Creo que merezco el castigo. Por cierto ¿cómo está ella?

—Solitaria —contestó Alexia—. No se sienta con nosotras.

—Ni me habla en el salón —dijo Vicky—. Se va hasta atrás y se pasa el día con los audífonos puestos. A los profes ya no les importa y la dejan estar. Saben que reprobará todas las materias.

—Pobre mujer —suspiró Alexia—. Y pensar que antes era tu mejor amiga.

—Ni me lo recuerden —la pobre Larisa se dejó caer de espaldas—. ¿Les confieso algo? Ahora que ya se me pasó, me remuerde un poco la consciencia. ¿Está mal?

[Terminado] Enamorada de la Nerd  [Historia Lésbica]Where stories live. Discover now