[Terminado] Enamorada de la Nerd [Historia Lésbica]

Parte 8

Capítulo 8

—¿Estás preparada?

—Casi... —contestó la nerd dentro del probador.

La morena resopló, cruzó las piernas y aguardó a que la chica saliera. Quería ver el producto de su esfuerzo y, cuando Vicky al fin salió del probador, se maravilló con ella.

—¡Ya decía que tenías unas lindas rodillas!

Vic no pensaba de la misma manera. La falda era igual de corta a la que había dejado en casa. Tal vez incluso un poco más. No iba con ella y además no se sentía segura exhibiendo su piel blanca como la leche. Deseaba tener un bronceado igual que el de las chicas que veía en las revistas de modas, pero al mismo tiempo, le daba vergüenza ponerse un bikini e ir a la playa; y tampoco tenía dinero suficiente para un tratamiento. No le quedaba más que esperar a que el sol hiciera el resto de su trabajo.

—¿La quieres? —Preguntó Faith—. Yo te la compro. Será un pago por tu ayuda.

—Gracias, pero prefiero la blusa. Esta cosa está muy corta.

—A mí me gusta cómo te queda, pero lo que quieras está bien.

Volvió al probador para quitarse la escandalosa falda y se quedó con la blusa de corazones. Devolvió el resto de las prendas y siguió a la morena para pagar. Faith era la que más cosas había comprado y dijo que estaba alistándose para irse a la playa cuando acabara la escuela.

—¿Ahora a dónde vamos? —Preguntó Victoria.

—Quiero un café helado. Vamos, yo te invito.

Era una cita. No cabía duda de que era una cita, y Victoria no estaba preparada para tanta presión. ¿Qué decir? ¿Cómo comportarse? ¿Se atrevería a besarla? ¿Eso le daría una orden de alejamiento?

La morena se sentó y pidió dos cafés helados. Notó que Victoria estaba pecando de tímida, así que se acercó para hablarle con voz calmada.

—¿Qué tienes? Sé que eres asocial, pero hoy estás más callada que de costumbre.

—No... no tengo nada —sonrió Vicky y puso su mejor cara—. ¿Qué me cuentas?

—Hay algo que quiero preguntarte —se inclinó todavía un poco más sobre la mesa. Sus pechos descansaron sobre esta y se le formó un canalito entre ellos—. Es sobre tu amiga, Larisa.

—¿Ajá?

—¿Es lesbiana?

—Sí... —dijo Vicky, tratando de saber por qué la curiosidad—.¿Cómo lo sabes?

—Vi algunas de sus fotos en mi Facebook. Y por cierto, te envié una solicitud. ¿No la has visto? acéptame.

Victoria se hizo a la tonta y sacó su teléfono. Hizo como que lo prendía y luego torció el gesto.

—Ups. Se me quedó sin batería. Cuando llegué a casa la aceptaré.

"Y eso me dará tiempo de borrar todas las publicaciones vergonzosas".

—Bueno, es que... hace seis meses, cuando empecé a salir con Ado, él tuvo una idea extraña. ¿Puedo contártela? ¿Estamos en confianza? No se la vayas a decir a nadie ¿está bien?

—Claro. Confía en mí —el corazón de Victoria empezó a latir con fuerza. Intercambiar secretos era uno de los pasos más importantes para profundizar en una relación.

—Bueno... —la cara de Faith se puso colorada—. Es embarazoso. Él... eh... me propuso un trío y lo... lo hicimos con una de sus amigas.

El alma de Victoria se le cayó a los pies.