[Terminado] Enamorada de la Nerd [Historia Lésbica]

Parte 25

Capítulo 25

A pesar de ser la novia de Victoria y que había dejado a sus anteriores amigas un poquito de lado porque ellas no querían juntarse con una lesbiana, Faith seguía siendo un ícono de popularidad en la escuela y ningún chisme escapaba de sus oído.

—Y entonces —dijo la morena— Abigail fue al baño del gimnasio como le dijimos y ¿qué creen que se encontró?

Sus amigas se inclinaron sobre la mesa con los ojos bien abiertos. Faith se aguantó las risas y contestó.

—Se encontró a su hermano, teniendo sexo con la secretaria de los primeros semestres.

—¡No me friegues! —Exclamó Mara—. ¿Con la señora Juana? ¡Tiene como cincuenta y tantos años!

Alexia se acomodó los lentes.

—Parece que le dio otro significado a la frase "gallina vieja hace buen caldo".

Vicky se quedó con la boca abierta.

—¿Es en serio?

—Sip. ¿Por qué creen que Abigail no ha regresado a clases? Hasta hay rumores de una demanda. Es por eso que los profes no están entrando a sus horas. Todos están ocupados tratando de arreglar el asunto.

—Ugh —dijo Mara sintiendo escalofríos—. A mí me gustan las mujeres maduras, pero tengo un límite hasta los cuarenta años. Ni en sueños me acostaría con una de casi sesenta.

—Pues ya ven —sonrió Faith—. Hay cosas más oscuras en esta escuela. Se sorprenderían de los chismes que salen por ahí.

Se sentó detrás de Vicky para abrazarla por la cintura y descansar su mentón sobre su hombro. A Vicky le encantaba sentir los suaves pechos de su novia contra su espalda. Además, siempre que lo hacía a la hora del almuerzo, se robaban las miradas de los chicos que jugaban futbol en la cancha. Vicky sabía que la envidiaban y eso le gustaba.

Mara le dio un traguito a su jugo de dieta. Abrió una bolsa de papas fritas y las vació sobre la bandeja de comida para invitar a sus amigas. Alexia tomó una papa, la mascó, y luego dejó caer la frente sobre la mesa.

—¿Se dan cuenta de que no es lo mismo sin Larisa?

—Eso iba a decir —comentó Faith—. A estas alturas, ya estaría diciendo alguna payasada.

Vicky torció los labios con pesadumbre y miró a Alexia. La pobre le daba vueltas a la papa frita y tenía la mirada perdida en la nada. Parecía una muñeca a la que le han quitado las baterías. Alexia y Larisa eran como uña y mugre. Costaba pensar en una sin la otra.

—No podíamos hacer mucho por ella —suspiró Mara—. Todos la vieron empujar primero a Alani e iniciar la pelea. Estará suspendida una semana. Es demasiado.

—Sí —dijo Alexia—. Demasiado tiempo sin ella.

Faith acarició la cabeza de la chica, y al ver que el buen humor de todas empezaba a menguar, se le ocurrió tocar un tema bastante picante. Rodeó el vientre de Vicky con más fuerza y le hizo unos mimos antes de hablar.

—Bueno, ya. Alexia, dinos ¿qué sientes por Larisa?

—Es verdad —dijo Vicky—. ¡Habla!

—Cuenta —pidió Mara.

La otra chica alzó la vista y frunció las cejas.

—¿De qué hablan?

—Ay, por favor —exclamó Vicky—. Se nota que te gusta. Tooodas aquí lo sabemos. Hasta Mara, que es nueva.

—Es cierto —dijo la aludida—. No eres buena disimulando.

—No me gusta. Es mi amiga y eso es todo.