Cap. 13

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┌→❝enojo❞」

Dos miraba el techo de su habitación mientras una mueca se formaba en su rostro, tratando de esconder sus ganas de sonreír. Ya Que, siendo sinceros, le había gustado aquel beso. Fue gentil, pero al mismo tiempo apasionado.

La joven plantó su cara dentro de su almohada gritando de reo de esta con estrés y emoción. Pero no sabía si sentirse feliz o ansiosa. Por más Bueno que fue aquel momento, no podía dejar de preocuparse por llegar a encariñarse más de lo que estaba y no poder hacer nada al respecto.

La joven deseaba tener a alguien con que platicarle sobre esto, su amiga seis era buena opción. Antes del incidente claro, era una de las razones por las que la extrañaba, las pláticas. La joven ahogada en sus pensamientos trataba de dormir, pues eran las tres de la mañana y hace 5 horas había estado teniendo una sesión de besos con el enfermero Ballard. Dos se reposo en su cama y suspiro, cerrando sus ojos tratando de dormir.

Del otro lado de la pared, un rubio nada soñoliento estaba más que despierto. Solo pensaba en aquel beso. Vaya que se moría de ganas de plantarle un beso a aquella joven. Llevaba días con una tensión horrible generada con ella que simplemente quería romper, y ahora que lo había hecho no podía dejar de pensar en ella. Y aunque
le gustaba mucho, también le preocupaba demasiado el hecho de que los dos podrían acabar muy mal si alguien más se entera. El chico trato de evitar esos pensamientos y se recargó en su cama, limpiando su mente y queriendo dormir. Sin poder sacar la imagine de aquella chica de su cabeza.



A la mañana siguiente, dos trato de salir de su habitación lo más temprano posible para no toparse con peter. Le daba un tanto de pena mirarlo a los ojos y tratar de contenerse después de tan largo beso. Pero su intento de salir de su habitación y no encontrarse con el rubio fue nulo, ya que lo primero que sus ojos mañaneros vieron posado en frente a ella al salir de su cuarto, fue un rubio saliendo de su habitación al mismo tiempo que Amelia. Los jóvenes rápidamente hicieron contacto visual.

—buenos días.—saludo el joven. La chica se quedó parada en frente de su puerta sin saber que decir o hacer. Simplemente lo saludo asintiendo con la cabeza y se volteo continuando con su caminata a el comedor.
Peter la miro con confusión, pero de cierta manera la entendía. Aceleró su caminata para ponerse a la par con dos.—¿llevas prisa?

La rubia dio un pequeño salto en su lugar al ver escuchar al voz del joven aún lado de ella.—no. No.—negó la joven bajando su velocidad y caminando junto a él. La joven no sabía como sacar tema de conversación ni que decir, probablemente porque estaban a plena luz del día, y para nada le había gustado lo que le habían hecho al joven la vez que los vieron entrar a la misma habitación. La chica miro como el joven traía unas ojeras marcadas debajo de sus ojos, señal de que no había dormido bien.—¿dormiste?—pregunto la chica. El chico nego y continuo caminando.—¿por que?

—por ti.—contesto el joven mirandola de nuevo mientras continuaba con su caminata.  Dos apartó la mirada a hacia el frente.—amaneciste muy tímida. Anoche no estabas así.—
La joven abrió los ojos con sorpresa por la frase de Peter y le dio un manotazo—¿que? Es la verdad.

—tú me besaste.—recalcó la joven tratando de no mostrar lo enrojecida que estaba.

—y tu anhelabas que lo hiciera.—susurro el chico abriendo la puerta del comedor para que la joven pudiera pasar.

APOCALYPSE - Peter BallardWhere stories live. Discover now