Cap. 4

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┌→❝laboratorio ❞」

El rubio esperaba impaciente a que Dos contestara su pregunta. Mientras que la
chica formaba su respuesta.

—¿Sacaras mi respuesta de tu cuaderno?—Peter cerró su libro y lo posó a un lado de el. Dejando en claro que si lo haría.

—no pondré nada que no quieras que ponga.

Dos aclaró su garganta con un garraspeo.—tengo desconfianza en el laboratorio en general.—peter se inclino hacia atrás acomodándose en la silla mirando a los ojos a la chica.

—¿cual es la razón de tu desconfianza?—la chica se rio entre dientes con sarcasmo.

—¿no crees Que la respuesta es sencilla? Experimentan con nuestros "dones." Dones que ni tú ni los demás enfermeros tienen.—peter alzó sus cejas.—nuestros nombres son números, como si fuéramos objetos, no tengo un nombre normal como el tuyo. Y no he salido del laboratorio desde que tengo memoria. No se nada de donde vengo ni de quien es mi familia. Ni se como llegue aquí. ¿Son suficientes razones o te doy más?

—Entiendo. Se como te sientes. De alguna forma.—suspiró el rubio, volteo por detrás de su hombro a una esquina de la habitación, se inclinó hacia el oído de la chica y susurro.—Papa no siempre dice la verdad.— para después apartarse. La rubia miró a la cámara apuntándolos en la esquina.—no te preocupes, El señor Brenner no revisa las cámaras.

Dos lo miro con confusión después de aquella interacción. El rubio se levantó tomando si libreta y apagando el detector de mentiras.—¿ya me puedo ir?

—sígueme.—Dos rodó los ojos al ver que al parecer su pequeño interrogatorio no había terminado. El rubio abrió la puerta y dejó pasarla, para caminar hacia las escaleras en frente de el llevándola al penúltimo piso del edificio.

—¿porque hasta acá?—pregunto la chica con desconfianza y un tanto de miedo.

—tranquila.—río el chico al ver a la rubia asustada. Se acercó a una puerta y tiro la manija, mostrando un cuarto un poco más grande que el de ella y con una pequeña ventana que dejaba ver el patio de las instalaciones.—este será tu nueva habitación hasta nuevo aviso.—Dos arrugó sus cejas con desaprobación, si bien era bonita la habitación, no le gustaba la idea de que probablemente habría cámaras h micrófonos dentro de esta.

—¿por que?

—el cuarto Justo a un lado del tuyo es el mío. Si vuelve a pasar el sueño de la silueta, solo tienes que presionar este botón.—Peter señaló a un botón rojo Justo arriba de cabecera en su cama.—inmediatamente se escuchará dentro de mi cuarto y no tendremos que bajar 5 pisos hasta llegar al tuyo.—a la rubia le agradaba la idea, no sentirse sola con los demás cuartos  muy lejos de ella le gustaba.—¿esta bien?

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Dos. Le gustaba lo considerado que era aquel joven de ojos claros.—Si, gracias.

—ahora si. Eres libre.


—¡¿ya no estaremos en el mismo piso?!—exclamó número seis mientras la pelota la cual estaba levitando en su mano se caía rotundamente al piso.

—no. Mi nuevo cuarto está a lado de el enfermero Ballard.—número cuatro intercambio miradas de sospecha con Tres.

—¿porque del enfermero Ballard?—preguntó el chico de cabello ondulado hacía Dos.

—Supongo que Papa confía en el.—pero el no confía en papa. Pensó número Dos.

Número seis poso su mirada en el enfermero rubio, el cual siempre estaba al pendiente de los jóvenes. Por el momento, estaba teniendo una conversación a fondo con once.—¿de que crees que hablen?

Cuatro negó.—ni idea, pero si te digo algo. Esa niña es especial.—los cuatro jóvenes asintieron concordando con el moreno.—derrumbó a cinco.—mencionó el moreno. Los tres chicos se le quedaron viendo atónitos. Cinco, un muchacho de 19 años, el único joven mayor que Dos, era muy conocido por ser el mejor en combate, y el hecho de que once, una niña mucho menor que el le ganara era impresionante, y un poco preocupante para la chica.

—no es cierto—suspiró ahogadamente la castaña. Cuatro asintió.—Dios, no te hagas enemigo de once.—río la chica.—oye, Dos. ¿Porque te cambiaron de piso?

Dos jugaba con sus dedos, un tanto nerviosa, pero no sabía porque.—pues.... Por las pesadillas, dice el enfermero Ballard que es más fácil que el este Justo a lado de mi para cuando pase algo.

—¿porque crees que estén tan adentrados en tus sueños? Digo después de todo solo son eso, sueños. ¿No?

—eso es lo que me preocupa, seis. Que sean más que solo "sueños". Porque si lo fueran, no me habrían interrogado sobre aquel tema.—su platica fue interrumpida por aquel joven de ojos claros.

—hola chicos.—saludo Peter con una pequeña sonrisa.—solo para recordarles que les quedan 10 min de su tiempo de entreno.—hablo el muchacho mientras volteaba a ver fijamente a la rubia, la cual distraídamente jugaba con sus manos.
Los demás asintieron y cuando se fue el enfermero miraron fijamente a Dos. Para después mirarse entre si con sospecha.

—y.... El interrogatorio, con el enfermero Ballard. ¿Como estuvo Dos?—pregunto Tres.

—Incomodo. Muchas de las preguntas no las quería responder, pero fue lo suficientemente considerado para borrarlas del cuaderno.—recordó la rubia formando una pequeña sonrisa en su cara.

—ya veo.—comunicó el moreno mirando a su amigo.


-V
Si comentan le meto sazón al siguiente cap 😋

¿Que creen que pase ahora?

APOCALYPSE - Peter BallardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora