𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡,- 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝖻𝗒𝖾𝗋𝗌

𝗘𝗣𝗜𝗟𝗢𝗚𝗨𝗘

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𝗍𝗋𝖾𝗌 𝗆𝖾𝗌𝖾𝗌 𝖽𝖾𝗌𝗉𝗎𝖾́𝗌.

conan gray — memories.
seafret — atlantis.

Al final la familia Byers había decidido mudarse y comenzar una nueva vida, Joyce decidió llevar con ellos a Eleven como... Un favor hacia Jim o tal vez porque de esa forma una parte de él se quedaría con ella, no lo sabía exactamente.

—"Turn around... Look at what you see.~" — Max y Lucas cantaban al unísono mientras ayudaban a empacar.

—¿Podrían callarse? Arruinan la canción. — Suspiró Dustin.

La pareja se miró el uno al otro y al instante continuaron cantando.

—"In her face... The mirror of your dreams.~" —

Por otro lado estaban Jonathan y Nancy en el cuarto donde el mayor de los hermanos Byers había pasado parte de su vida.

—¿Qué pasa si no te dejo ir? — Preguntó Nancy quién abrazaba por la espalda a su novio.

—Creo... Que los nuevos dueños nos echarán. — Jonathan aún tenía sentido del humor.

—Podemos... Esconderte en una tienda como a Ce o en mi sótano como a Seven. — Susurró la chica.

Sus manos estaban entrelazadas, ahora Jonathan se giró para poder tenerla frente a él.

—Hey, todo estará bien. — La alentó.

Jonathan tomó su mano y la dio vuelta delicadamente dejando a la vista la palma y la ya no tan notoria cicatriz.

—Como dijo un sabio: "Vivimos experiencias traumáticas..." —

—Qué importa una más ¿No? — Susurró ella conteniendo lo mejor que podía las lágrimas.

Pero por más que ambos lo contenían, le fue imposible aguantarlo hasta el final, pues después de todo las lágrimas acabaron por salir y los labios de ambas parejas por juntarse una última vez.

Will dejó todos sus juegos de mesa en la caja de donaciones.

—Hey, esa es la caja de donaciones. — Le aclaró Mike.

—Lo sé, cuando vuelva jugaremos con el tuyo, si quieres... —

No dijo nada más, solo se dio la vuelta y caminó hacia su cuarto para buscar las últimas cajas pero antes pasó por el dormitorio de su madre, estaba por entrar pero se sorprendió al ver a Once salir tan apurada de ahí.

—¿Está bien? — Preguntó Will.

—Si, solo que... Ha encontrado algo de Hop. — Joyce suspiró.

—Oh... —

Y revivir aquello lo volvía a poner triste, no solo Hopper había muerto, Seven también.

—Mierda... ¡Claro! — Joyce chasqueó los dedos y comenzó a buscar entre las cajas.

—¡Mamá! estás desacomodando todo. —