𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡,- 𝗐𝗂𝗅𝗅 𝖻𝗒𝖾𝗋𝗌

𝗢𝗥 𝗦𝗛𝗢𝗨𝗟𝗗 𝗜 𝗚𝗢 ─── CHAPTER X

—No hablarás en serio. — Sorprendentemente Seven formuló toda una oración a la perfección.

—Seven, confío en ti. Sé que puedes hacerlo. — Eleven la animó pero eso tenso a la muchacha. —No has hablado mucho con nosotros desde que llegaste, creo que apenas has cambiado dos o tres palabras... —

—¿Realmente podemos confiar en ti? — Preguntó Mike?

—¿Qué? No entiendo... — Seven lo miró asustada.

—¿Por qué Seven? ¿Por qué nos hiciste esto? — Preguntó Max

Seven estaba confundida, no entendía que pasaba.

—Tú los trajiste... Tú nos hiciste esto, Seven. — Will la miró con desprecio.

—No... No, yo no... —

No sabía qué hacer, estaba paralizada en su lugar, las luces parpadeaban hasta que comenzaron a romperse todos los cristales. Una voz se escuchaba a lo lejos pero apenas la podía distinguir.

—¿¡Seven, me oyes!? — Gritó Max.

De pronto, la muchacha salió del trance y miró a todos.

—¿Estás bien? — Will se acercó a ella.

—Si. —

¿Había sido una visión? Lo cierto era que hace tiempo no tenía un episodio, sin embargo no se parecía a uno, no sentía que fuera uno.

—Lo que decía era que... Confío en que puedes hacerlo, pero si no quieres lo entiendo y no tengo problema en hacerlo yo. — Eleven sonrió.

—No. Yo puedo hacerlo. —

Lo cierto era que no había hablado con nadie más que con Will desde que llegó, ni siquiera le había agradecido a Mike por dejarle quedarse en su casa; quería acercarse al grupo, sentirse parte de el.

Eleven prendió la televisión pero solo se escuchaba y veía la estática, le entregó una venda para cubrir sus ojos y luego fue a buscar la caja de pañuelos para su nariz.

—Hey... — Will se acercó a Seven. — Si algo pasa o te asusta, no te preocupes, estaremos aquí en todo momento... Pero no creas que debes hacerlo para demost — Pero no pudo terminar de hablar.

—Will... Puedo hacerlo, confía en mí. — Seven sonrió.

"Si, si, claro..." Fue todo lo que escuchó de Will, luego se colocó la venda. Eleven le había explicado, más o menos, lo de que debía buscar y cómo hacerlo, qué vería y cómo estaría alterado pero, Seven ha hecho esas cosas más veces de las que imaginaba, sabía cómo funcionaba y no la asustaba, al menos no del todo.
Cuando abrió los ojos no había nada a su alrededor o eso creía, lo cierto era que a lo lejos se encontraba una figura masculina, sentada sobre una cama. Billy.
Lentamente se acercó a él hasta tenerlo frente a frente.

—¿Billy? Soy Seven... ¿Puedes oírme? —Preguntó en un susurro.

Su aspecto era desaliñado, su cabello estaba enredado y su rostro sucio con una mancha negra.

—Quiero ver... Quiero ver qué pasó, por favor. — Insistió la pelirroja antes de tomar su mano.

Sus ojos claros invadieron su cuerpo y eso hicieron que su alma escapase de su cuerpo, la asustaba la maldad que veía en él; en ese momento Billy tomó con fuerza su brazo.

—¡BASTA, NO! — Ella gritó.

"Algo anda mal" el eco de Mike se escuchó pero en ese momento Billy soltó su brazo y la dejó caer. Imágenes pasaban frente a ella, rápidas y sin consistencia, no podía comprenderlas del todo hasta que pararon y acabó por caer al agua, en la playa para ser exactos.