¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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—¡Hey, hey, hey!
La joven veía la hora en su reloj de mano cuando escuchó la emocionada voz de su novio aproximarse solo para cuando se dio media vuelta verlo correr a toda velocidad en su dirección. Al llegar a ella la abrazó firmemente para después abrazarla a la vez que le daba vueltas en el aire. Era bastante obvio lo emocionado que estaba de verla, después de todo habían pasado casi seis meses sin verse en persona. Esto se debía a que habían ingresado a la universidad, no solo estaban en carreras distintas, sino que Bokuto asistía a una universidad que estaba en una prefectura diferente a la de (Tn). La distancia sumada a la carga estudiantil simplemente les complicaba verse, pero al salir de la preparatoria, ambos se pusieron de acuerdo para poder seguir saliendo, ninguno de los dos estaba dispuesto a terminar. Además, no era como si se encontraran a cientos de hora el uno del otro, en metro les tomaba una hora aproximadamente llegar a la prefectura del otro, lo difícil era encontrar el tiempo suficiente, pues entre la ida y la vuelta se hacía un total de dos horas más el tiempo que querían pasar juntos. Pero toda esa espera solo los hacía estar más emocionados de verse, finalmente las vacaciones de verano habían llegado y decidieron pasarla juntos.
—¡No puede ser! —exclamó el de cabello bicolor llevándose las manos a la cabeza y solando de repente a su novia.
—¿Qué sucede? —preguntó la chica un poco alarmada por su repentino cambio.
—Brillas más que lo que recordaba, puedo sentirlo en todo mi cuerpo.
—¡Eres un tonto! Me asustaste —rió.
—Eres tan linda que nunca me cansaré de ti —rió escandalosamente de vuelta y la tomó de la mano—. Ahora solo somos tú y yo.
La cesta con comida había sobrevivido. Cuando Bokuto se emocionó y salió disparado en dirección a su pareja llevaba consigo comida para hacer el día de picnic que tenían planeado, pero sus ganas de volver a abrazarla pudieron con él, por lo que terminó soltando la cesta en el césped. Afortunadamente su contenido no sufrió daños importantes más que un par de refrescos batidos que tuvieron que abrir con sumo cuidado para evitar bañarse en ellos.
Luego de almorzar, charlar y bromear como de costumbre cayeron en un breve silencio que fue roto por el de cabello bicolor al tirársele encima a su novia en un fuerte abrazo a la vez que le decía un montón de cosas inteligibles, pero se le oía feliz. Lucía como un infante alegre porque le compraron un nuevo juguete.
—Bokuto, ¿qué te sucede? De repente derramas miel —preguntó la chica acariciando su cabello.
—No es mi culpa que sea tan fácil enamorarse de ti —declaró haciendo un pequeño puchero, casi como recriminándole lo obvio que era la respuesta, al menos para él—. Tienes un encanto extraño e imposible de imitar. Además, hace mucho que no nos vemos, tengo que sacar todo este dulzor de mi sistema.
—No soy la gran cosa... —replicó la joven con un leve tinte rojizo en sus mejillas, color el cual no sabía si provenía de la pena que sentía al no saber tomar cumplidos o del apretón que le dio Bokuto al escucharla decir tal barbarie.
—¡No digas eso! ¡Claro que lo eres! —siguió apretando su mejilla con algo de fuerza—. Eres una chica deslumbrante y hermosa —pese a sus bonitas palabras esto parecía más un regaño por su alto y contundente tono de voz, como si en realidad lo hubieran ofendido—. Te lo dije una vez hace tiempo y lo repito; creí que solo eras linda, pero mirando de cerca eres más que eso. Día tras día cambias y me enamoro cada vez más. Podría explotar en cualquier momento, ¿sabes? —hizo un ademán exagerado finalmente liberándola de su agarre y fingiéndose muerto al tirarse sobre su espalda en el césped.
¿Cómo fue que se dieron las cosas? No tienen ni idea, simplemente un día eran buenos amigos y compañeros de clase y al siguiente Bokuto gritó desde lejos que la amaba cuando estaba sola pasando cerca del gimnasio del instituto. Ese día no había casi nadie afuera, era hora de los clubes, los que se dedicaban a distintos deportes estaban en sus propias zonas designadas. Ella solo iba de paso ya que se retiraría temprano ese día cuando de la nada la puerta donde entrenaba el equipo de voleibol se abrió de golpe, cosa que llamó su atención solo para ver como Bokuto confesaba su amor y en seguida ver cómo era arrastrado de vuelta hacia adentro por Akaashi.
Ambos reaccionaron a ese sentimiento, se atraían el uno al otro. En un punto incierto en el tiempo el pelinegro con blanco decidió que ella sería su sueño, era la canción que quería bailar. ¿Amor a primera vista? Era algo difícil de definir, pero si de algo estaba seguro es que amaba ver su reflejo en los ojos de la muchacha. No tardaron ni dos días en concretar su relación, se convertirían en una pareja cuyos días serían especiales. Su corazón se inclinaba y se movía hacia ella con cada latido.
—Aquí es donde la princesa besa al príncipe para revivirlo —susurró el chico aún tendido sobre el pasto.
—¿Qué no es al revés?
—¡Ah~! A este paso no sé si pueda revivir con solo un beso —fingió.
La joven rió una vez más ante otra de sus ocurrencias y aceptó su petición. Se movió hacia él y le plantó un dulce beso el cual Bokuto correspondió al instante. Extrañaba el sabor sus labios.
Al separarse, el chico se levantó con energía y puso uno de sus brazos alrededor de sus hombros.
—¡Recojamos todo eso y vámonos! —comentó refiriéndose a las cosas del picnic—. ¡Que aún nos queda mucho por hacer!
Para Bokuto, su relación era un romántico milagro el cual mirar cuidadosamente, ya que demostraba que los sueños se hacían realidad.
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Espero que Bokuto no me haya salido OoC. Hay algunos personajes que se me complica imaginarlos actuando romántico y no sé por qué Bokuto fue uno de ellos. ;;;;
