¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
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Las espesas nubes grises no dejaban pasar ni un solo rayo de luz de la luna, el hecho de que fuera de noche hacía que la vista fuera limitada. El paisaje era bastante sombrío y melancólico, veía como su padre se marchaba en un carruaje bañado de magia rumbo al pueblo, aunque sabía que iba a un lugar seguro, no podía detener las lágrimas que brotaban de sus ojos. Tenía miedo, no sabía qué esperar, ahora estaba prisionera de aquella bestia que había secuestrado a su padre, se había ofrecido a quedarse a cambio de que lo liberara.
—¿Por qué no bajas a cenar? —preguntó el ropero sentada a un lado de la doncella. Después de todo la Bestia había sido tan amable de darle una habitación en condiciones que quería hacerla sentir cómoda.
La joven se negó sin ser grosera, pero por más buenos que fueran los demás con ella no quería ver ni en pintura a quien la mantenía prisionera. Esto claramente no le vino nada bien al príncipe, ya estaba inquieto porque no llegaba a cenar, y el escucharlo de ella misma estando encerrada en su cuarto haciendo un berrinche como de niña pequeña le irritó aún más, aunque no lo demostró a viva voz, pero con una ojeada a su rostro era evidente.
—Podrías intentar ser más amable con ella —comentó Takemichi un poco preocupado por la rección que tendría el príncipe Manjiro.
—¿Has pensado que tal vez ella sea quien rompa el hechizo? —comentó Mitsuya.
—Claro que sí. Fue lo primero que se me vino a la cabeza al verla —Manjiro movía ansioso una de sus piernas sin descanso; era bastante extraño verlo así, usualmente era un chico calmado e impávido, no se dejaba dominar por sus sentimientos a menos que fueran circumtancias extremas, pero la llegada de aquella intrusa dio un giro de 180 grados a su situación, después de diez años la fe tocó a su puerta.
¿Cuál era el hechizo que los atormentaba? Desde hace diez años tenían que vivir cautivos en el palacio. Una hermosa bruja de cabellos largos y dorados como los rayos del sol desató su disgusto sobre ellos pues el príncipe la había hecho enojar al rechazarla bajo su vestuario de una pobre mendiga. "La belleza no es aquella que puedes ver, es la que descubres", le advirtió una última vez, pero aún así se negó a dejarla pasar. Una vez supo su verdadero ser, el príncipe intentó disculparse desesperado, sin embargo, ya era demasiado tarde, la bruja puso en ellos un poderoso hechizo que no podía ser roto de ninguna otra manera más que por medio del verdadero amor. Al desaparecer el sol en el horizonte todos los habitantes del palacio se convertían en utensilios de diversa índole: escobas, relojes, vasijas, platos, percheros, velas, entre otras cosas. Al ocultarse la luna, éstos volvían a la normalidad, adquirían una vez más su forma humana, aunque bajo una condición, no podían poner ni un pie fuera del castillo, si lo hacían se convertirían en aquel material que les tocó en cuanto el aire del exterior rozara sus pieles. Por supuesto el príncipe Manjiro se llevó la peor parte, durante la noche era una bestia de aspecto grotesco; durante el día, al volver a su forma humana, le salían unos enormes cuernos en la cabeza y su cuerpo y rostro se llenaban de líneas negras con distintos patrones, esto hacía que si era tocado por algo o alguien le doliera como mil infiernos; a diferencia del resto de sus seguidores, él no tenía descanso, en ningún momento se le permitía olvidar en lo que se había convertido.
