¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
🚫 Está PROHIBIDO resubir m...
Esta hermosa personita escribe OS de Dr. Stone, les recomiendo darse una vuelta por sus libros. (*˘︶˘*)♡
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Una corriente de aire frío chocó de repente contra mi piel, mi cuerpo se estremeció y mi piel se erizó en respuesta, aunque no estaba segura si realmente lo que provocó esa reacción fisiológica fue el frío viento o la voz masculina y gentil que se escuchó atrás de mí. Había decidido dar una vuelta para despejarme de todo lo que sucedía a mi alrededor, observar y escuchar el agua de la cascada me relajaba en gran medida.
—Sabes que no me gusta que andes sola por ahí —era Tsukasa, quién se había quitado su característico abrigo que usaba ahora en la nueva edad de piedra para ponerlo al rededor de mis hombros, dejando así ver en su totalidad su musculatura—. Vámonos.
Me aferré a la cálida prenda que había puesto sobre mí. El invierno ya daba señales de querer llegar y yo era algo mala para manejarlo, dicho de manera más clara, soy una persona relativamente friolenta. Y el castaño a mis espaldas estaba perfectamente enterado de esto.
Tsukasa y yo nos conocíamos desde antes que todo este accidente que conmocionó al mundo entero sucediera. Fue un... ¿milagro? El habernos encontrado de nuevo después de tantos miles de años. Al chico de cabello largo fue lo primero que miré al despertar de ese largo letargo. Una sonrisa se mostraba en su rostro acompañado de unos ojos brillantes, yo movía mis manos y piernas con lentitud intentando volver a sentirlas, mi cuerpo se sentía como si me hubiera levantado un día común por la mañana después de dormir por muchas horas. Pedazos de piedra cayeron con mis movimientos, y Tsukasa fue muy pronto a cubrir mi cuerpo desnudo. Sería mentira decir que no me habría muerto de vergüenza, pero al despertar de nuevo en un mundo totalmente distinto, la verdad era que mi cerebro estaba más ocupado intentando analizar toda la situación.
Con un brazo rodeando mis hombros de manera protectora, Tsukasa me llevó a su propio "Reino" donde mandó a otras personas de ahí que me trajeran una comida caliente, la mejor que tuvieran. El castaño y yo nos conocimos cuando tenía quince años de la manera más cliché y desagradable posible, un par de jóvenes casi adultos me persiguieron por varias cuadras gritando cuanta barbajanada se les venía a la cabeza, mi incomodidad y ganas de deshacerme de su presencia eran bastante notorias, con cada paso intentaba caminar más y más rápido, no quería que se acercaran a mí, no sabía lo que eran capaces de hacer y tampoco quería averiguarlo. Las pocas personas que me encontré en el trayecto no hicieron absolutamente nada, solo nos miraban, incluso alcancé a escuchar a un anciano decirle a su nieto adolescente "seguro se metió con alguien que no debía". Mi sangre hirvió y mis ojos comenzaron a aguadarse, no entendía por qué me culpaban a mí de lo que estaba sucediendo; fue entonces que Tsukasa intervino sin siquiera yo darme cuenta de su presencia, abatiendo a ambos pelafustanes de un par de puñetazos. Ese fue el día en el que nos conocimos, desde entonces comenzamos una linda amistad, él era un chico bastante agradable, sereno, y muy dedicado a la lucha. Cuando necesitaba ir a algún lugar, especialmente de noche, siempre me acompañaba, no quería que volviera a pasar por lo mismo una vez más.
