Capítulo 6. Dentro de la mente de Taisho

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-¿Qué eliges, arriesgarlo todo por el bien de tus amigos y de todo el mundo, o, rendirte e irte a un lugar lejano con la mujer que amas, para vivir tranquilamente por siempre, hasta la hora de tu muerte?- me preguntó muy serio.
Me dio una katana, se veía extraña, nunca había visto una katana con esas inscripciones, Taisho me dijo que era una katana que habían forjado los antiguos hechiceros, me dijo que solo cuando estuviera listo y si seguía me serviría, me quedé pensando un momento:
-¿Hay probabilidad de que salga con vida de aquel lugar y vuelva a ver a Ria?- le pregunté sin pensarlo.
Él me miró directamente a los ojos y dijo sin balbucear:
-Hay muy pocas probabilidades de que salgas con vida de ahí, pero si lo logras habrás roto la barrera que los separa a ustedes dos y podrás vencer tanto a Robert como a Daro, pero que vuelvas a verla, probablemente no, la posibilidad de que puedas volver a verla y seguir siendo tu son ínfimas.-
Me puse a pensar, no podía creer que no la volvería a ver, no quería creerlo, debía cambiar tanto mi destino como el de la humanidad, debía burlar al destino, después dijo:
-Togi, tu destino está escrito en piedra, así vayas a través del portal o te vayas con Ria a aquella isla, tu destino será el mismo, no puedes cambiarlo, al final todo se remota a esto. Haz tu decisión, el amor de tu vida o tus amigos.-
Dicho esto desapareció y una voz hizo eco por todo el lugar:
-Hay dos salidas, la difícil y la fácil, la difícil es la que te acabo de contar, la fácil es en la que despiertas, tu decide, te esperaré del otro lado, pequeña mariposa blanca.- oí la voz de Taisho resonar en mi cabeza.
Me tiré al suelo, no sabía qué hacer, quería volver a ver a Ria, pero no podía dejar las cosas así, recordé que Ria me había dado un collar que ella mismo había hecho, me lo quité y le di un beso, lo amarré a la katana y levanté la mano y dije:
-Esto va por ti Ria, no voy a rendirme, no importa cuál sea mi destino, yo lucharé contra él hasta encontrar la paz que necesita mi alma, esa paz que voy a encontrar en ti.-
Cerré los ojos, amarré la katana a mi cintura y me dirigí hacia el pasadizo, una vez que entré todo se volvió tranquilo, no podía ver nada, era un completo vacío, no podía hablar, intentaba y no oía mi voz, intenté tocar mi cara pero no la encontré ,empezó a entrarme el pánico, no sabía qué hacer, quería saber dónde estaba mi cara, mis pies, quería caminar pero no podía, no sabía si estaba despierto, dormido, si tenía los ojos abiertos o cerrados, si tenía brazos, piernas, no sabía si estaba respirando o si ya estaba muerto, creí que era parte de un truco de Taisho, pero recordé que él me había dicho que todo lo que sucedía ahí era real, que iba a perder todos mis sentidos, entonces me asusté horriblemente, quería salir pero no podía, lo único que podía hacer era regresar, pero no sabía cómo, en ese momento recordé que una vez había tenido una pesadilla y Ria me despertó y teniéndome en sus brazos me dijo:
-Si tienes miedo, solo respira profundamente y yo apareceré para destruir todo lo que te da miedo, solo respira.-
Entonces me concentré, respiré profundamente y oí una voz, era dulce, me dijo:
-Toma mi mano, yo te llevaré hasta tu destino.-
Entre toda esa oscuridad vi una mano, la tomé y me ayudó a caminar. Después de unos momentos de caminar observé un punto blanco en el horizonte, me dirigí hacia este y lentamente se fue haciendo más grande, pero llegó un punto en el que no se hacía más grande, seguía corriendo pero no avanzaba, supe que algo me faltaba, pero no sabía que era, seguía corriendo, de pronto la cara de Ria apareció frente a mí, me detuve, ella me sonrió y me dijo:
-Togi, hace tanto que no te veía, te he extrañado mucho.-
Unos brazo se amarraron a mi cuello y me dio un poco de sueño, escuché a la voz que me había guiado, me dijo que me escapara de ahí, que era una trampa, le dije que estaba muy cansado, que cerraría los ojos un momento y cuando los abriera volvería a correr hacia la salida. Veía como se cerraba y se hacía oscuro el punto de luz, extendí mi brazo para intentar llegar, pero no fue suficiente, mi brazo, como si pesara mucho se cayó y no lo podía levantar, me sentía muy pesado. De pronto, antes de que cerrara por completo los ojos escuché gritar a Ria, en ese momento me desperté y saqué mi katana, tenía un brillo cegador de color azul, en cuanto lo saque, la figura de Ria desapareció y un brazo se extendió nuevamente, cuando lo tomé la oscuridad se quitó y una luz brillante me cegó por un momento, cuando salí, me encontré a mí mismo en un espacio, a mi alrededor no había nada, solo blanco, grité y lo único que llegue a escuchar fue mi eco, estaba completamente solo en este mundo.
No sé cuánto tiempo estuve caminando, pero parecían haber sido días, estaba acabado, ya no podía seguir caminando, no había nadie, ni siquiera la voz que me guio por todo el túnel en la oscuridad, cuando sacaba mi katana lo único que salía era la funda, nada más, no sé qué le había pasado a la hoja de la katana, pero no estaba rota. Llegué a un punto en el que comencé a hablar solo:
-Que estoy haciendo aquí... ¿porque no aceptaste irte con Ria?, ¿que no la amas?... sí, pero... ¿pero qué? Debiste de haberlo mandado todo muy lejos, tener el peso del mundo en tus hombros te va a aplastar, como te has dado cuanta en este recorrido, ahora lo único que debemos hacer es buscar la salida para poder regresar con el anciano y que nos deje irnos a esa isla con Ria...- estuve batallando conmigo mismo.
-Pero, ¿Qué hay de mis amigos?... ¿Qué con ellos? Ya son grandes, que se cuiden solos... ¿pero que les digo, como les explico que fue lo que hice?... ¿Qué más da? Que se las arreglen solos, que se inventen una conclusión, que crean que estás muerto, para lo que te importa, lo único que te importa es estar con Ria... ¡no es cierto! También quiero estar con mis amigos, quiero que se conozcan todos, que platiquen, quiero que practiquen todos juntos, que cuenten chistes, que Bob y Roko se lleven bien por ser iguales y que Dim y Jun les peguen por ser pervertidos, quiero que Ria haga muchos amigos más y que platique con Dir, quiero todo eso... ¿y qué esperas entonces?... no sé qué es lo que tengo que hacer... pues estaremos atascados en esto hasta que no lo resuelvas, y acuérdate que estas completamente solo, así que nadie va a venir a ayudarte, ni Dim, ni Roko, ni Ria... ¡Basta! Ya no quiero esto... puede acabar cuando tú quieras, solo tienes que darte cuenta de lo que tienes que hacer...- finalmente hubo un acuerdo.
En ese momento regresé, estaba en frente de un comunicador en una mesa de noche y una lámpara, no había nada más, seguía estando en el vacío, de pronto apareció un 'ring' que literal salía del comunicador, me acerque y contesté, una voz siniestra contestó:
-¿Ya encontraste tu propósito en este lugar?- me preguntó una voz.
Le dije que no, él comenzó a reírse, me aleje del comunicador pero no cayó, en vez de eso empezó a salir una plasta de color gris del mismo, me alejé un poco más y me puse a correr, de atrás de mí se empezó a formar un monstruo, era gigantesco, intenté escapar de él pero me tomó con su gigante mano, tenía tres cabezas, que estaba volteando a su derecha estaba sonriendo y la que estaba volteando a su izquierda estaba triste, la cara de en medio lo único que hacía era hablar y hablar, pero ni siquiera decía nada, lo único que hacía era balbucear, se detuvo unos segundos y prosiguió:
-¿Qué haces aquí?- preguntó la voz.
-No lo sé.- contesté.
-¿Por qué no sabes?- volvió a preguntar la voz.
-No lo sé.- contesté nuevamente.
-Si amas a Ria tanto, ¿Por qué arriesgarlo todo por probarle a todos que sí puedes ser más fuerte?- la voz incesante me hacía pensar cada vez más acerca de mi propósito en el mundo.
-No lo sé.- contesté.
-¿Qué si sabes?- preguntó finalmente.
-Sé... yo sé que soy un inútil que no puede defenderse ni siquiera de una maldita ilusión.- contesté tristemente.
-¿Y qué vas a hacer al respecto?- siguió preguntando la voz.
-No lo sé, planeaba darme por vencido y retirarme con Ria y vivir feliz el resto de mi vida.- contesté sin certeza.
En ese momento el monstruo me arrojó al suelo y me dijo:
-Eres un inútil y no la mereces.-
Me quedé en el suelo un momento y después me empecé a reír y me levanté, le dije:
-Tienes razón, tal vez sea un inútil y tal vez no la merezca, pero este golpe hizo que me diera cuenta de algo...-
Él cambió su cara a intriga, y me preguntó:
-¿A, sí, de que te diste cuenta?-
Lo voltee a ver con cara de triunfador:
-Me di cuenta de que estoy vivo y que voy a hacer todo lo posible mientras esté vivo por superarme a mí mismo, y así tal vez cuando muera sea merecedor del amor y corazón de Ria.- contesté con la cara en alto.
En ese momento desenvainé mi katana, esta vez sí tenía hoja, corrí hacia él, salté y lo partí a la mitad con la misma. En ese momento este explotó y caí a una versión pequeña de la tierra, donde estaban todos aplaudiéndome y felicitándome, del monstruo salieron papeles de colores, ahí estaban todos aplaudiéndome, estaban mis amigos de Wolfics, los de Rokenteru, estaba Taisho, y estaba Ria, me acerqué a ella, le puse la mano en la mejilla y le dije:
-Te prometo que cuando vuelva a verte, seré merecedor de tu corazón, entonces... solo espérame.-
Cuando dije eso Ria me sonrió y dijo:
-Aquí estoy, te estaré esperando...-
En ese momento todo explotó como una burbuja de jabón y me encontré de nuevo en la cueva oscura, pero esta vez, al ver el punto de luz, supe que hacer, tomé el mango de la katana, me puse en posición e hice un corte transversal, en ese momento se hizo un corte enorme en la cueva, sonó como si se rompiera un pedazo de tela, y en ese momento vi a Taisho del otro lado de la tela. Cuando salí estaba desecho, tenía raspones en todos lados y toda mi ropa estaba destrozada, Taisho estaba sentado tomando una taza de té, me vio, me señaló el lugar para que me sentara y luego dijo:
-Té ves terrible, y tardaste más de lo que creí, pero... lo lograste, lograste algo que nunca nadie, después de tu servidor, ha logrado, miles se han perdido en la locura, pero tú lo lograste, ¿Cómo te sientes? ¿Cuál es tu propósito ahora?-
Le sonreí y dije:
-Eres un terrible profesor, y como tutor matarías a cualquiera, pero tengo que aceptar que ahora me siento mejor, y sobre mi propósito, eso es un secreto entre mis demonios y yo.-
Él sonrió, tomo un trago del té y dijo:
-Bien.-
Hubo un silencio incómodo y le reclamé:
-¿'bien'? ¿Eso es todo? Casi muero ahí dentro y lo único que me dices es 'bien', ¿Qué clase de maestro eres? Me las vas a pagar, no es posible que...- le grité enojado.
Taisho me interrumpió y dijo:
-Sí, sí te di una katana, ¿no? ¿Qué más quieres? Ya, no llores y vete, nos vemos pronto.-
Dicho esto extendió su brazo en dirección a mi frente y le golpeó con el dedo de en medio, en ese momento parpadee y cuando volví a abrir los ojos, estaba de nuevo en el hospital, todos estaban viendo para todos lados:
-¿No acababa de aparecer alguien frente a nosotros?- preguntó Bob.
-Estoy seguro de que estaba aquí- contestó Jack.
-¿Adónde se fue?- preguntó Bob de nuevo.
-¿lo habremos imaginado?- preguntó Jack.
Me reí de lo que acababa de ocurrir, todos me voltearon a ver y Bob preguntó:
-¿Y, que fue lo que pasó? ¿De dónde sacaste esa katana? ¿No me digas que ya acabaste tu exhaustivo entrenamiento?-
Iba a contestar, pero en eso, escuche la voz de Taisho, me dijo:
-Estuviste casi un mes ahí dentro, olvide decírtelo, el tiempo dentro de la cueva pasa mucho más rápido que dentro de este mundo (se refería al mundo al que me llevó deliberadamente), bueno, sin más preámbulos, me despido.-
En ese momento me sentí muy cansado, por lo que me volví a dormir.
Habían pasado unos días desde que salí del hospital por haberme curado, lo cual fue extremadamente rápido para lo que me había ocurrido, incluso los médicos se quedaron sorprendido siquiera de que me pudiera parar solo:
'Eso es fuerza de voluntad', decían.
Todos me veían raro, todavía tenía las vendas por si algo sucedía, desde que desperté no había visto mis heridas, era irónico, todos decían que estaban terribles, pero ni las sentía ni las podía ver, por lo que no sabía si creerles o simplemente ignorarlos, una vez que me harté de que todos me vieran le pregunté a Dim la razón por la cual todos me veían, ella dijo:
-Por tu pelea con Robert, nadie nunca creyó que fueras a sobrevivir, ni mucho menos representar una amenaza para él.-
Me sentí mal y bien a la vez, me sentí mal porque nadie tenía fe en mí y feliz porque por alguna razón sentía que tenía posibilidades de pelear contra él y ganar. Pregunté si alguien sabía algo de Robert, Dim me dijo que lo último que había oído era que había desaparecido en el aire con su novia, me quedé pensando, seguramente fue a visitar a Daro o a darle una vuelta al mundo, o incluso destruir un par de ciudades con esa sínica sonrisa en su cara, tal vez incluso estaba torturando a su novia solo por diversión, no quería saber que le veía esa loca a un sujeto tan sádico como él, pero no me quejé.
En vez de eso decidí salir del Coliseo, supuse que habría algo que hacer fuera, le pedí ayuda a Dim y a las gemelas, quería comprarle un collar a Ria para darle las gracias por apoyarme en todas las etapas de mi viaje, todas ellas; al pedirles que me ayudasen me vieron con ojos de corazón, de nuevo me sentí como estúpido, pero no podía hacer nada para evitarlo, una vez que llegamos al mercado inspiré profundamente.
Mientras caminábamos por las tiendas noté la presencia de alguien siguiéndonos, en una de las cuales incluso voltee, pero no vi a nadie, me di cuenta que debía ser cauteloso, en un momento determinado sentí que esta presencia se acercó intentando tomar algo, cuando estuvo lo suficientemente cerca agarré la mano y la cargue... era una pequeña mocosa, una vez que me di cuenta de que había sucedido recordé mi infancia, cuando todavía no sabía robar, que fui descubierto por un señor quien en vez de reprenderme me llevó a una tienda por algo de comer, siempre le estuve agradecido, que habría pasado con él.
La mocosa tenía un cuchillo, intentó contratarme con este, yo solo me reí, ella me gritó que la soltara, entonces, un golpe mortal con la espátula, mis tres acompañantes me estaban viendo feo, me preguntaron que si me gustaban pequeñas, yo les intenté explicar lo que sucedía pero no me hicieron caso, la coloque en el suelo y le dije que le daría la bolsa de piezas de oro si me ayudaba, entonces ella aceptó y les dijo:
-¡Este señor feo intentó hacerme cosas feas!-
Corrió hacia sus piernas llorando, me di cuenta que esta misión simplemente era absurdamente complicada, suspiré fuertemente y apreté los ojos.
Desperté en la tarde y estaba en mi cuarto, voltee a mi derecha y vi a la mocosa acostada en mi cama, dormida, me levanté y vi que no se había quitado los zapatos, lo cual me molestó porque dejó mi cama completamente sucia. Le quité los zapatos y la metí a la cama, después me dirigí, muy enojado, hacia la estancia, y les grité a Dim y a Sin:
-¿Porque trajeron a esa mocosa a la casa, y porque a mi cuarto?-
Dim me contestó sin voltear a verme:
-No se llama 'mocosa' se llama Didi, y está en tu cuarto porque te quería pedir perdón, pero tú, flojo, estabas profundamente dormido. Por obvias razones se iba a dormir ahí, y ahora, si no te callas y dejas de gritar, la vas a despertar y si despierta... te mato.-
Fue aumentando su tono de voz con cada palabra y al final fue un susurro amenazador, suspiré fuertemente, tendía que dormir con esa mocosa o dormir afuera, lo cual resultaría en la muerte, ya que en la noche la temperatura baja tanto que podría decirse que cae nieve.
-Estoy jodido- dije sufridamente.
-Olvídalo, has sobrevivido peores desgracias.- dijo Jack intentando animarme.
Cuando cayó la noche y tuve que dormir, Didi me estuvo pateando y estuvo encimándoseme, entonces me dije:
-'Estoy jodido', lo que dije hace rato no es mentira.- Sé que dije eso, pero una vez que se quedó profundamente dormida y dejó de moverse, diría que incluso se veía como un ángel dormida, me sentí como papá por primera vez, lo cual fue muy extraño, no sabía porque me sentía así, tal vez porque me sentía responsable de la mocosa que se encontraba dormida frente a mí, tal vez era la necesidad de proteger a alguien que se veía indefensa, pero de todos modos era extraño, lo ignoré y me volví a dormir, intenté dejar de pensar en eso.
-Al final no pude comprarle algo a Ria.- pensé.
Suspiré decepcionado, supe que tendría que volver a salir con ellas una vez más en búsqueda del collar, no podía dormir todavía, necesitaba encontrar a Robert, me levanté y me dirigí hacia el balcón, me quedé ahí unos momentos.
Cuando desperté apenas salía el sol y yo seguía en el balcón, voltee a ver a un lado y noté que Didi había llegado a uno de los camastros y se había quedado dormida, supuse que se iba a enfermar si no la metía, entonces proseguí a llevarla a mi cuarto, una vez que la dejé dentro regresé al balcón, debía planear mi siguiente estrategia, lo primero era encontrar a Robert, y lo único que podía hacer era llamarle a... Taisho, no había de otra, estuve a punto de llamarlo cuando una voz atrás de mí me asustó:
-¿Qué podría querer mi alumno estrella a estas horas de la mañana?- preguntó Taisho fingiendo sorpresa.
Sin voltear a verlo conteste:
-No me llames así... necesito tu ayuda, quiero saber dónde está Robert, tengo que detenerlo y necesito de tu ayuda para lograrlo, ¿Sabes cómo puedo encontrarlo?-
Él se puso a pensar unos segundos, después dijo:
-Hmm, esto es complicado, nunca llegué a entenderlo bien, entonces no podría decirte que puedo leer su mente, pero mi intuición dice que probablemente estaría en un lugar con muchos problemas y en este momento sé de uno que este cerca, pero no sabría decirte.-
Me quedé pensando unos momentos y le dije:
-Entonces iré, pero quiero que te quedes tu aquí, no quiero que nadie me siga ni quiero ponerlos en peligro, necesito que cuides de ellos.-
Él me vio y dijo:
-¿Estás seguro de esto? Puede que no regreses, puedes no volver a ver a Ria.-
Voltee tantito la cabeza, solo para que pudiera escucharme bien Taisho:
-Eres muy pesimista... como sea, si en mi destino está que no volveré a verla, entonces no puedo hacer nada para cambiarlo, pero si hay la pequeña posibilidad de que mi sacrificio salve la vida de mis amigos y de Ria, entonces la tomaré, ¿No es eso lo que querías que hiciera desde el comienzo?-
Él cerró los ojos y sonrió:
-El mismo Togi de siempre, nunca siguiendo las reglas y siempre haciendo lo que quiere y lo que cree que está bien.-
Le sonreí y me voltee, después me dirigí hacia la puerta, Taisho me deseó suerte y me aventó mi katana:
-No la olvides, puede que salve tu vida.- dijo confiado.
Volteó a verme y me guiñó el ojo, supe que algo le había hecho, levanté el brazo y estiré el pulgar, después abrí la puerta, como el evento había sido pospuesto, los guardias no me hicieron nada.
Cuando llegue a la caballeriza, note que no había nadie en esta, busque por todos lados pero no encontré a alguien que me prestara un caballo, entonces lo tomé y dejé una bolsa de dinero en su lugar.
Mientras pasaba por el pueblo noté que estaba vacío, supuse que era por la hora, pero mientras avanzaba el tiempo seguía estando vacía la ciudad, noté que algo extraño estaba sucediendo, cuando salí de la ciudad y me adentré en el bosque sentí una extraña presencia que me seguía, aun galopando sentía como se me acercaba cada vez más, entonces llegué a una planicie extensa con un pequeño riachuelo, me bajé del caballo y le grité a quien quiera que estuviera siguiéndome que se mostrase, entonces una shuriken salió volando de entre los árboles, apenas y pude esquivarla, pero me llegó a cortar. Después de un momento salió Roko de entre los árboles, me acerque corriendo a él, pero note algo distinto, estaba pálido y sus ojos tenían negro alrededor que se convertían en pequeñas venas, entonces él dijo con una voz muy extraña y profunda:
-¿Qué ya no recuerdas a tu amigo, a tu primer aliado?- dijo el supuesto Roko.
-tú no eres Roko.- le contesté.
Éste se rio:
-Muy perceptivo, pero he tomado su esencia, solo quería ver tu reacción al ver a tu amigo por última vez.-
Dicho esto cambió de forma, ahora había tomado la forma de Ria y dijo con una voz parecida:
-Ven Togi, abrásame, ¿No me has extrañado? Yo sé que es lo que quieres y está justo frente a ti.- dijo la figura fingiendo ser Ria.
-Ya basta, ¿Quién eres y que es lo que quieres?- le grité.
Ella se me acercó y dijo:
-¿Pero qué dices? Si soy yo, Ria...-
Se rio un poco, cambió de forma, ahora era una persona que no conocía, se acercó de nuevo y siguió:
-Que aburrido eres, ¿No que la querías tanto? Ni siquiera pudiste demostrarle tu amor, aun cuando estaba frente a ti... bueno, te diré: me ha mandado Robert a checar que tan bien vas, me pidió que te observara, dime si no soy una lindura, creo que hasta te enamoraste de mí, ¿no es así?-
Entonces volvió a cambiar de forma, ahora era Didi, no lo quise creer, me tiré al suelo y dije:
-¿Por qué?-
Ella se puso atrás de mí, me abrazó del cuello y dijo:
-Simplemente quería tocar ese botón tuyo, ¿paternidad? Por favor, eres un chiste, tú sabes cuál es tu destino y en ese no está ser padre; no lo puedes cambiar, Robert lo sabe, tú lo sabes, por los dioses, incluso Taisho lo sabe. No me hagas reír, ¿en serio creíste que podías vencer a Robert aun después de la última vez?-
En ese momento me enojé tanto que comenzó a salir fuego azul de todo mi cuerpo, Didi se asustó y se alejó.
-Tal vez haya caído en tu trampa, y tal vez conozca mi destino, pero eso no significa que no pueda hacer nada para intentar cambiarlo, no me voy a quedar sentado de brazos cruzados a esperar que llegue sin siquiera mover un dedo, no voy a darme por vencido, ni hoy ni nunca.-
Tomé mi katana y la desenvainé, Didi se asustó e intentó correr, pero yo la tomé del cuello de su playera y sostuve la katana con la otra mano y le dije:
-Podrías hacer eso que hiciste hace rato, es que me siento mal de hacerle esto a Didi.-
Ella se rio e intentó liberarse, pero se prendió en fuego, cuando se apagó regresó a la normalidad, después me pidió perdón y me rogó que no la matara, me quedé pensando unos segundos y le pregunté:
-Necesito que me lleves con Robert, ¿crees poder hacerlo?-
Ella me vio enojada y dijo:
-Es tu fin.-
-Entonces no tienes problema, si muero quedarás libre, ¿hecho?- le contesté con una sonrisa.
Ella me vio enojada pero aceptó, después dijo que tendría que hacer todo lo que dijera, yo, muy estúpidamente acepté.
Después de un par de minutos le pedí que me desatara y que me dejara descansar, que lo que le estaba haciendo era denigrante, no dejé de quejarme en todo el viaje sino hasta después de unas horas, que nos quedamos los dos callados. Yo rompí el silencio de nuevo diciendo:
-Sabes, me agradabas, bueno, no tú, tu versión pequeña, creí que podríamos ser amigos, que podríamos ir todos juntos a Wolfics...-
Ella se burló de mí y me interrumpió diciendo:
-Nunca vas a regresar a Wolfics, eres carne muerta, ni tú ni tus amigos podrán salir de este agujero, Robert me lo dijo él mismo.-
-Le tienes mucha confianza a Robert, se ve que darías tu vida por él, aunque me rogaste que te perdonara, dime una cosa, ¿Qué piensas de él? ¿Quién es la otra tipa a la que vi con él? Si no mal recuerdo le dijo 'mi amada'.- comenté.
Ella se notó disgustada cuando lo mencioné, pero no me contestó, ella sentía algo por él, pero la otra tipa se lo había robado, entonces dijo:
-Es que no puedo creerlo que prefiriera a esa zorra que mí, yo lo conozco desde que era pequeña y ella no lo conoció sino hasta hace casi cien años y logró enamorarlo.-
Encontré mi plan... después proseguí diciendo:
-Tienes razón, que raro, si no te hubiera conocido así probablemente también de hubiera preferido sobre ella, ¿cuál es su nombre?-
Ella se notó disgustada y dijo:
-Jinn, es una zorra-
-No lo dudo, y probablemente si ella no estuviera, tu serías seguramente la única para los ojos de Robert...- intenté persuadirla.
Sentí como comenzaban a emerger los cuernos en mi cabeza:
-Probablemente si ella no estuviera, Robert cuidaría de ti y mandaría a alguien más a hacer el trabajo sucio.-
Sabía que la tendría comiendo de mi mano si seguía así, después me aclaré la garganta y dije:
-Qué bueno que en ti cabe la cordura y no vas a hacer algo como esto, ya que estaría muy mal, pero, ¿qué tal si alguien más fuese a hacer algo indebido?, como por ejemplo, no sé, tal vez saber de las debilidades de cierta mujer para poder sacarla del juego, estoy seguro de que si algo así sucediese Robert estaría acabado y buscaría refugio en alguien cercano a él, tal vez incluso quiera salir del juego y escapar muy lejos con esa persona.-
Ella al oír lo que decía se vio interesada y sonrió. Desde ahí nos quedamos callados, pero supe que algo estaba por suceder, tome una pequeña navaja que guardé en mi pantalón mientras Didi se distraía buscando la cuerda, y me la metí a la boca con cuidado.
Una vez que llegamos estuvimos frente a un lugar lleno de llamas, todo estaba incendiado, era una vista terrible, debía hacer algo, pero no podía hasta que llegase a mi destino, sabía que no podría llegar cerca de Robert si lo hacía por mi cuenta, entonces me mantuve paciente mientras pasábamos por las casas incendiándose, Didi inspiro profundamente y suspiro como si estuviera imaginándose junto a Robert. Entramos en un enorme castillo, estaba resguardado por muchos guardias de piedra, eso debía ser obra de Jinn, tenía la confianza de que Didi haría todo lo necesario por estar con Robert, yo solo debía mantenerme en segundo plano hasta que cumpliera ella su objetivo y yo atacaría.
Llegamos hasta un salón enorme, ahí estaban Robert y Jinn sentados en los tronos, Didi se enojó pero no lo mostró, se le acercó a Robert y me arrojó hacia él y dijo:
-Lo he traído a que digas tu veredicto, debería matarlo ahora mismo.-
Él se le acercó y le dio una bofetada:
-¡No te dije que no lo mataría aun! Primero quiero probar su poder, su verdadero poder.-
Ella se tiró al piso y le pidió perdón, él la ignoró y se dirigió hacia Jinn, la tomó de las mejillas con fuerza y la besó, yo sentí repugnancia y pude ver como Didi se enojaba y maldecía, le dije en secreto que hiciera un hechizo para debilitar a Jinn y dejarla abierta para un ataque, ella no me miró, pero supe que quería hacerlo, pero no sabía si hacerlo o no, mientras estaba distraída escupí la navaja y comencé a cortar la cuerda con cuidado de que no me vieran, busqué mi espada por si la necesitaba.
Robert y Jinn seguían besándose, le dije que lo hiciera ya, ella comenzó a recitar algo en voz baja, no supe que era pero sabía que funcionaría, en eso encontré mi katana, mientras me había distraído viendo el lugar, Didi se la había dado a Robert y esta la había puesto en su trono.
Una vez que terminó de hacer su conjuro hice que los atacara a los dos con el hechizo, esto hizo que los dos perdieran sus poderes. En ese momento me solté y corrí hacia mi katana, la desenvainé y la atravesé por el corazón de Robert y por el de Jinn, cuando hice esto Didi despertó del hechizo que le había puesto encima, la misma no podía creer lo que había hecho, se tiró de nuevo al suelo y comenzó a llorar, dijo:
-Pero...-
-Lo siento Didi, debía hacerlo, y no iba a poder sin usar de tus poderes, velo desde mi punto de vista, de alguna manera debía devolverte el favor, lamento que tuviera que acabar así, quería que fuéramos amigos, en serio sí.- le dije, disgustado y triste.
Saqué mi katana y Jinn se volvió polvo, me dirigí hacia Didi e iba a atravesar la katana para acabar con todo, pero en eso Robert apareció frente a mí y me lanzó por el aire, se le acercó a Didi y le extendió la mano para que se levantara, cuando se levantó le dijo tocándole las mejillas:
-Lo siento tanto Robert, no sabía que esto pasaría, lo bueno es que estas bien, ahora podemos estar juntos tú y y....-
Robert la abrazó y Didi tosió sangre, le había atravesado el pecho, entonces Robert dijo:
-Lamento que haya tenido que acabar así, pero necesito tu poder, no lo tomes a mal, siempre te voy a recordar, ahora podremos estar juntos siempre.-
-Pero te a-amo, p-porque si-siempre te h-he amado.- dijo entre cortado Didi.
En ese momento cayó al suelo y también se convirtió en polvo, Robert tenía una lágrima en los ojos y dijo, nunca tan enojado como ahora:
'Tú... todo esto es tú culpa. Lo que hiciste me dejó débil y tuve que hacer esto.-
Me levanté riendo, y le dije:
-¿Recuerdas que me rompiste el brazo y me atravesaste el corazón? Bueno, quise que sintieras lo mismo, ahora solo falta el brazo.-
-¿Recuerdas la expresión 'nunca subestimes a tu enemigo'? bueno... te lo diría, pero yo creo que entendiste.- dijo Robert.
Robert estaba lleno de ira, comenzó a emanar fuego de su cuerpo, era de color naranja:
-Veo que todavía tienes poderes, suena bien, ahora no te subestimare como hice en el coliseo.-
Saqué mi katana, él comenzó a reír fuertemente, me extrañé y le pregunté la razón por la cual se reía, él contestó:
-¿Todavía crees que puedes ganarme? Estas perdido, es más, sabes una cosa, creo que debo darte las gracias...-
Seguía riéndose descontroladamente, le pregunté:
-No comprendo lo que estás diciendo, ¿de qué estás hablando? ¿Cómo que las gracias? Creo que te golpeaste fuertemente en la cabeza, acabo de matar a tu amante y te hice matar a tu mejor amiga, ¿Por qué te ríes?-
Él se puso la mano en el ojo me contestó:
-Tú no comprendes, solamente estaba buscando una razón para poder acabar con Jinn y Didi, ¿tú crees que en serio me importaban esas dos? No eran más que peones en mi juego, y en este momento estoy en 'jaque', estoy a punto de llegar al 'mate' y una vez que acabe contigo tendré al mundo en mis manos, acabaré con Daro y seré el dueño de todo, la única razón por la cual me alié con dos brujas estúpidas fue para poder usas sus poderes y así volverme más poderoso, y ahora, gracias a tu pequeño acto, todas las piezas están en posición.-
Me reí de la ironía, y le dije:
-Sabes una cosa, en mi vida he visto cosas jodidas, pero tú... tú te llevas el premio, jamás vi a una persona tan consumida en el poder que acabaría con sus seres queridos por conseguir poder, no voy a dejar que sigas así, corrompiéndote y corrompiendo a los demás, voy a acabar esto aquí y ahora.-
En ese momento lo fui a atacar pero me detuve porque vi como las cenizas comenzaban a moverse, Robert extendió los brazos hacia los lados y dijo:
-Este es el comienzo del fin, tú serás el primer testigo de mi resurrección.-
Las cenizas se dirigieron hacia él y estas se metieron en su piel, miró hacia arriba y comenzó a reír, lo ataqué pero algo me repelió, parecía ser un campo de fuerza, se elevó un poco en el aire y el techo se separó, las nubes se habían turbado y giraban en círculos hacia donde él estaba, después se formó una gran esfera gris alrededor de Robert y cayó al suelo, ataque a la esfera, pero esta no se rompía, no sabía que más hacer, en eso apareció un holograma de Taisho y dijo:
-Lo que está haciendo dentro de esta esfera es transformarse, dentro de poco saldrá de este capullo como un ser nunca antes visto, será más poderoso de lo que nunca fue y es tú trabajo detenerlo.-
Le grité que no sabía qué hacer, él me dijo que lo sabría una vez que llegara el momento, le pedí ayuda y dijo:
-Yo creo en ti, sé qué harás lo correcto para ayudar a tus amigos y a todos, lo único que necesitas saber es que una vez que salga de su capullo va a estar débil y va a necesitar de tiempo para poder adaptarse a ese poder, esa será tu oportunidad de acabar con él.-
Después de decir eso desapareció, estaba solo de nuevo, me quedé viendo la esfera por unos momentos.
Cuando oí una ruptura pequeña en la misma, supe que el momento se acercaba, me puse en posición de defensa y me quedé así unos segundos. Por fin se rompió la esfera y salió Robert, pero era distinto, tenía unos cuernos en la cabeza, sus colmillos eran enormes y estaba más grande que antes, entonces inspiró y dijo con una voz extraña:
-Lo puedo sentir, todo este poder fluyendo alrededor de mi cuerpo, casi puedo saborear la victoria, solo debo acabarte y todo estará decidido.-
Entonces abrió los ojos, eran completamente negros, no se veía el iris, lo ataqué pero una mano gigante salió del suelo y me detuvo, era de fuego, debajo de él comenzó a salir lava la cual se fue convirtiendo en esfera, después salió todavía más y formó un tronco, era un golem de lava, seguía sosteniéndome con la mano, Robert se encontraba en la cabeza de ese golem, entonces el golem abrió los ojos y me arrojó contra la pared, cuando me levanté lo fui a atacar, pero salieron varios pilares de fuego del suelo, el primero casi me da, pero llegué a saltar para atrás, tuve que esquivarlos a todos para poder atacar al golem, este intentó agarrarme de nuevo, pero corté su brazo y salté hacia Robert, de la espalda del golem salió otra mano la cual me agarró y me volvió a arrojar, pero esta vez caí con los pies en la pared y salté hacia donde estaba, corte de nuevo su brazo, pero me atacó por la derecha con otro brazo, salí volando, Robert no paraba de reí, dijo que verme sufrir era muy divertido, del suelo salieron pequeños brazos y me detuvieron brazos y piernas, el golem se acercó y comenzó a golpearme, estaba muy cansado y no podía moverme, creí que este sería mi fin.
El golem levantó el brazo y tomó forma de pico, con el cual atravesó mi brazo de nuevo, yo grité del dolor, Robert me miró y dijo:
-El próximo va directo al corazón, a ver si esta vez escapas tu destino.-
El golem se preparó para atacarme, en eso una Fuuma shuriken cortó el brazo del golem, Jack y los gemelos aparecieron frente a mí y cortaron los brazos que me estaban deteniendo y me tomó del brazo y me levantó, cuando vi Dim y Bob estaban atacando al golem, Bob me dijo:
-¿Por qué siempre actúas así de estúpido? ¿No recuerdas lo que pasó la última vez? Casi mueres.-
Le sonreí y dije con dificultad:
-¿Qué puedo decir? Me gustan los retos...-
Me levanté y tomé mi katana, luego dije:
-Hagámoslo, todos juntos.-
Todos fueron a atacar al golem, yo me fui por Robert, un brazo intentó detenerme pero lo corté, salté y caí encima de Robert con un puñetazo y lo tiré del golem y le dije:
-Aquí se acaba todo.-
Él sonrió y se levantó:
-Tienes toda la razón, acabaré contigo yo mismo.-
Sacó sus sables de fuego y se prendió una vez más y comenzamos a pelear, fue una pelea bastante reñida, el atacaba y yo defendía, después yo acataba, ninguno de nuestros ataques llegaban a conectar, solo pequeños raspones, grité y lo comencé a atacar con mayor rapidez, el empezó a retroceder, ya casi lo tenía, lo ataqué con un corte recto, él lo detuvo y ambos nos hicimos para atrás, nos pusimos en posición para un último ataque, sabíamos que este ataque lo decidiría todo, ambos gritamos y nos aventamos al otro, cuando pasamos uno frente al otro atacamos, nos quedamos de espaldas por un momento.
El golem se detuvo y explotó, todos miraron sorprendidos, corrieron hacia mí, ambos estábamos en el suelo, Dim me detuvo entre sus brazos y dijo entre lágrimas:
-Eres un estúpido, siempre logras ponerme nerviosa.-
Le sonreí y ella me abrazó con fuerza, Robert estaba boca arriba y extendió el brazo, después dijo:
-Maddelena, ¿has venido por mí? Te he extrañado mucho... lamento haberte matado... prometo ser bueno, solo llévame entre tus brazos...-
Dicho esto comenzó a desaparecer, una vez que lo hizo cayó un collar al suelo, Taisho apareció de nuevo y prosiguió a recogerlo, miró al cielo y dijo:
-Entonces, Maddelena, ¿con esto rehiciste a Robert?, que sucio truco, pero tú nunca te caracterizaste por jugar limpio, supongo que fue mi culpa por soltarlo...-
Miró hacia el suelo, luego se dirigió hacia mí y dijo:
-Has hecho un muy buen trabajo, ten, esta pócima te ayudará a recuperarte de esa herida, tengo que admitir que me sorprendiste, sabía que había hecho bien al apostar a tu nombre, ahora lo único que queda es acabar con Daro y podrás ser libre.-
Me tomó del brazo y desapareció, me tomé la poción y mi cuerpo comenzó a brillar, todo el brillo se dirigió hacia mí herida en el brazo entonces brilló con más intensidad y se desvaneció, jalé mi playera y la herida había desaparecido por completo, en mi mano apareció una pequeña carta de color café, la abrí y decía:
-De Ria, para Togi.-
Supe entonces que Taisho había visitado a Ria y la había dicho que estaba bien, me alegré tanto que me levanté, después comencé a leer:
-Está es la primera vez que escribo una carta, lamento que no sea lo que esperabas...- me detuve unos momentos.
No sabía a qué se refería, entonces proseguí:
-La verdad es que...-
No alcancé a leer, se veía borrado por una gota de agua, pero lo que seguía me respondería por qué se había mojado la carta...
-Desde el momento en el que desapareciste, estaba acabada, me sentía sola y desprotegida, no sabía que debía hacer, no me di cuenta sino hasta después que había alguien apoyándome desde el comienzo... Kaizo siempre fue bueno conmigo, apoyándome...- en ese momento dejé de leer y me tiré al suelo.
Sentí algo frio bajando desde mi ojo y hasta la barbilla, lo toqué y era una gota, jamás las había visto en mi rostro, no encontré palabras para describir lo que sentía, era como si mi alma se hubiera partido en dos; recordé la sonrisa de Ria, esa hermosa sonrisa que pocas veces usaba pero cuando lo hacía le daba luz a mi mundo, sabía que eso ya no volvería a suceder, entonces recordé la promesa que hicimos en nuestra habitación aquella noche... me desplomé, sentí que no podría regresar nunca más. De la carta cayó un anexo, que decía:
-Escucha, Togi, lamento que haya tenido que acabar así entre ustedes dos, pero no tienes una idea como esta Ria en este momento, tengo que decirte que lo siento, pero no vi otra salida, ya no comía, ya no hablaba, pronto moriría así, en serio lo siento, pero te lo buscaste, te conté mi historia y te dije que aprovecharas todo lo que pudieras, pero tú decidiste hacerte el héroe, nunca pensaste en el daño que le hacía a Ria, quien siempre estuvo detrás de ti viendo como caías, incapaz de hacer nada, no podía dejarla sola, espero me comprendas, Kaizo.-

En un Solo Segundo por Santiago BravoWhere stories live. Discover now