Capítulo 15: ¡Segunda ronda!

36 6 12
                                    

☠ Kozlov Ayami.

—Ha mejorado mucho su técnica... —comenté en voz alta luego de ver como Kirishima había perdido sin tener la oportunidad de hacer una contraofensiva, o de siquiera intentar atacarla.

Sero estaba con la boca abierta a mi lado. Toda la clase había quedado en silencio luego de ver cómo Kirishima, uno de nuestros compañeros más confiables, había perdido de esa manera. Natsuki no había sudado ni una sola gota.

Hasta Midoriya había quedado inmóvil con su lápiz en mano. Volteé mi cabeza hacia atrás para ver por el rabillo del ojo a los que estaban sentados detrás de mí. Él único que no se veía sorprendido era Bakugou, estaba serio y con una pequeña expresión de molestia en el rostro.

Tragué en seco y maldije para mis adentros. Sabía que Natsuki había mejorado, tenía todas las posibilidades para hacerlo, pero no pensaba que se había vuelto tan buena, incluso había demostrado un buen sentido de combate, y eso solo se obtenía con la experiencia.

—Bueno —Hanako fue la primera en romper el silencio en el que nos manteníamos—, ella fue capaz de parar un puñetazo de Bakugou con sus propias manos, así que... —dejó su frase en el aire y sin completar.

—Sabía que era fuerte, pero no tanto —suspiró Sero finalmente.

—No dejó que Kirishima-kun hiciera ningún movimiento... —analizó Midoriya, finalmente reaccionando y anotando cosas en su libreta.

—Oye, ¿después de este pequeño descanso no viene tu pelea con Todoroki? —le pregunté. Todoroki ya se había ido.

—Iré a la sala de espera —asintió Midoriya, cerrando su libreta.

—Buena suerte —le dije.

En cuanto Midoriya se fue, Kaminari, que estaba en los asientos detrás de mí, apoyó su mentón en mi coronilla.

—¿Por qué quieres que Todoroki pierda? —preguntó.

—¿De qué hablas?

—Le dijiste "Buena suerte" a Kirishima porque querías que esa chica Natsuki perdiera, así que doy por sentado que le dices "Buena suerte" a Midoriya porque quieres que Todoroki pierda.

—¿O acaso con Midoriya es diferente? —se metió Sero con una sonrisa traviesa.

—Ya van a empezar —bufé, cruzándome de brazos.

Por supuesto que empezaron a tararear esa cancioncita que decía que Midoriya y yo éramos novios y que nos dábamos besos bajo un árbol. Simplemente me quedé en silencio y en mi asiento, esperando que aquellos dos se cansaran pronto de molestarme. No tenía cómo defenderme, porque siendo honesta, genuinamente quería que Midoriya ganara. Al ver que yo no reaccionaba a sus provocaciones, Sero y Kaminari dejaron de fastidiar.

—¿...en serio me van a dejar toda la jornada aquí? Ya va a empezar la segunda ronda...

Mineta seguía colgando del techo.

—Oh, todavía estas ahí —suspiré—. Nadie te va a bajar, y créeme: mientras yo esté aquí, te conviene más estar allá arriba que acá abajo.

Al poco rato después llegó Kirishima. Tenía marcas de hematomas en el cuello. Natsuki lo había apretado muy fuerte, demasiado. Esa estúpida siempre se excedía con la fuerza. Sero y Kaminari de inmediato intentaron subirle el ánimo, pero no tuvieron éxito. Kirishima se sentó silenciosamente entre Bakugou y Hanako.

—No sabía que ella se había vuelto así de rápida —le dije, con voz pastosa.

Por alguna razón, me sentía un poco culpable por no haberle advertido correctamente cómo era Natsuki.

Nuestro caminoWhere stories live. Discover now