Academia Militar de Atlas

Capitulo 3: Teniente y la Canción

N/A: Esta historia está finalizada en Fanfiction, gracias por leer.

Era una orden, debía acatarla, aunque la mirada de Lyra la hacía perder la convicción.

"...no puedo."

Va a defenderse, pero esa mirada de hielo la penetra agujas en su carne. Ni siquiera el rostro herido bajo ella logra escapar del miedo en esos ojos celestes.

"¿Te estas rehusando a ejecutar una orden directa de un superior, recluta?"

Tiembla. Tiembla y está segura de que muchos de los otros reclutas también lo hacen. Algunos se imaginarían en la misma situación, cuando no quieres pelear, pero te obligan a hacerlo. Pero eso es lo que significa ser un soldado, y ella lo tenía claro, de todas formas, su sueño siempre había sido el estar ahí.

Acatar ordenes, aunque no estés de acuerdo. No tiembla por miedo a hacer daño sin querer hacerlo, en lo absoluto. Es algo que uno tiene claro cuando se une a las fuerzas armadas.

Lo que la hace temblar es la mirada de la mujer.

La contradicción es letal.

Si, si le ordenaban matar, iba a hacerlo. De eso se trataba ser un recluta. De acatar las órdenes del líder. No iba a dudar.

Va a dar un golpe y escucha nuevamente una súplica de su compañera.

Se detiene a segundos de impactar.

No.

Órdenes del líder.

Estaba mal. Había pensado todo mal.

Solo tenía que pensar más allá. O seguir lo simple de la idea. Tenía que meterse en la mente de Weiss Schnee, aunque solo viese ira y determinación en su rostro.

"No lo haré."

Se queda erguida, aun sin liberar al chico de su agarre. Vuelve a mirar a la teniente, cuyos ojos se ven intensos, fríos y calculadores.

"¿Por qué?"

"Porque mi líder me dijo que no lo hiciera, y debo respetar aquello. Tus ordenes no valen nada en comparación con las de la gobernadora de Menagerie."

Mas de alguno se sorprende. Nadie le diría algo así a una teniente, o a nadie. La misma Glynda les repitió toda la semana que no debían hacer eso. Eran inferiores, eran solo reclutas, no podían ponerse sobre alguien ni levantar la voz.

Bueno, nunca había sido tan buena estudiante.

Los segundos de silencio pasaron casi como un bucle infinito, no quería mover ni un solo musculo, necesitaba saber si había acertado. Lyra llegó a su lado, aprovechando el silencio, y se acercó al chico, preguntándole a él si estaba bien. Este solo soltó un bufido.

Se sintió extraña ahí en medio, entre esas miradas, y se levantó, liberando al chico.

Weiss no decía nada, aun con indignación en su rostro. Probablemente iba a estar en detención o tendría múltiples castigos, pero iba a tener que aguantarse.

La teniente sonrió.

Todos la miraron en un completo estado de shock.

Su mandíbula casi se sale de su lugar al verla. No entendía nada. ¡No la entendía!

"Muy bien, recluta. Esa es la acción que estaba esperando que hicieras."

Se queda realmente boquiabierta. ¿Qué?