𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | ❝ Intentare que el arcoíris vuelva
a estar presente en tu cielo ❞
En donde un trueno se hace presente en el cielo soleado de Noah Mckinnon dándole inicio a una horrible tormenta y llega Sirius Black a inten...
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EL HUMO DE CIGARRILLO estaba comenzando a llenar completamente la habitación, aunque aquello no parecía importarle a Noah. El rubio se encontraba en su habitación de la sala común de Hufflepuff acostado en su cama y mirando fijamente el techo con un cigarrillo entre sus dedos, al cual cada ciertos momentos le daba una colada para después tirar el humo por sus labios.
Se supone que tuvo que haber asistido al partido de Quidditch de Ravenclaw contra Slytherin que se estaba llevando ahora mismo en el campo, pero el chico Mckinnon se había despertado con cero ánimos para absolutamente todo, ni siquiera se había tomado la molestia de ir a las cocinas a desayunar algo.
De pronto escuchó el como alguien estaba tocando su puerta, lo ignoro, pero los golpes siguieron por lo que Noah se puso de pie con algo de frustración y abrió la puerta listo para echar a quien sea que se tratará. Sin embargo, frunció el ceño cuando se encontró cara a cara con su hermana menor, quien sostenía una pequeña bandeja de comida en sus manos.
—¿Marlene?—pregunto el Hufflepuff mientras que la rubia entraba a su habitación—¿Qué haces aquí? ¿no tendrías que estar en el partido?
—Finalizó hace veinte minutos, ganó Ravenclaw por quince puntos—dijo Marlene mientras dejaba la bandeja de comida sobre el escritorio para después alzar su mano y taparse la nariz—Este lugar huele a taberna muggle, de esas donde los hombres se la pasan fumando hasta que dejan un olor horrible, tan horrible que tienen que abrir las ventanas o incluso algunos vomitan.
Noah se cruzó de brazos mirando a su hermana con seriedad: —¿Y tú cuando has ido a una taberna que yo no me he enterado?
—Pues...—Marlene se rasco su nuca y sonrió con inocencia—¿Recuerdas que durante el verano nos llegó una carta de James y Sirius donde nos invitaban a reunirnos con ellos?—el rubio asistió—Tu no quisiste asistir pero yo si fui. Estábamos Dorcas, Lily, los merodeadores y yo, íbamos caminando por Londres muggle cuando cruzamos junto a una taberna y Dorcas tuvo la idea de entrar.
—¿Y como es que los dejaron entrar siendo menores de edad?. Por que tú, Dorcas y Peter aun no cumplían diecisiete.
—En las tabernas no piden identificación de mayoría de edad, esos son los bares y antros—la Gryffindor rodó los ojos con diversión—Bueno, en las tabernas te piden pero ya cuando estas dentro y quieres comprar bebida con alcohol, Sirius quiso comprar una copa de wisky y le pidieron su identificación, el muy estúpido no la traía consigo.
El rubio simplemente puso los ojos en blanco y fijo su mirada en la bandeja de comida sobre su escritorio: —¿Por qué trajiste comida?
—Pues no he desayunado y apuesto que tu tampoco—respondió Marlene sonriéndole levemente—Así que pensé que podríamos desayunar juntos.
Noah miró con un poco de ternura a su hermana menor pero no tuvo las suficientes fuerzas para sonreír, ambos Mckinnon tomaron asiento frente al escritorio y comenzaron a comer en silencio, Marlene cada ciertos momentos le daba leves miradas a su hermano.
—Dilo—hablo Noah, provocando que la Gryffindor lo mirará con el ceño fruncido—No me mires así, se que me quieres decir algo, adelante, alzo.
Marlene se encogió de hombros: —Simplemente que he notado que te has echo más unido a Sirius.
—Aja, ¿y?
—Pues nada—la rubia le sonrió con un poco de picardía—Pienso que harían linda pareja.
El Hufflepuff miro con seriedad a su hermana menor: —No, Marlene. Ni lo pienses, ahora mismo lo que menos quiero es una relación.
—Sabes que en algún momento debes rehacer tu vida, ¿cierto?
El chico Mckinnon ignoro las palabras de Marlene y siguió comiendo tranquilamente, su hermana soltó un leve suspiro y repitió su acción, aunque aveces le daba leves miradas a Noah.
