Día 26: Sadomasoquista

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Atsushi observó como su cuerpo era maltratado por aquellas sogas que le impedían cualquier intento de escape.


La sonrisa lujuriosa en el rostro del pelirojo era más que evidente. Akashi disfrutaba mucho aquellos momentos donde sus cuerpos se unían violentamente, generando un acto placentero. Los nudos fueron revisados una vez más por Seijuro. Una vez seguro de que ellos estaban bien sujetados, continuó con su labor de tocar el cuerpo ajeno.


Las enormes manos de Atsushi se encontraban atadas al respaldo de la cama y sus tobillos sujetos por unas esposas color rojo oscuro. Él amplio pecho del pelivioleta fue azotado por aquel látigo de goma que Akashi tanto apreciaba. Sus gemidos morían en su garganta, puesto que la mordaza no le permitía dejar escapar algún sonido.


Su pene estaba a punto de estallar, el "Penis plug" no le permitía llegar al climax que llevaba esperando por media hora. Quería llorar de la frustración. Además podía ver que Akashi no tenía planeado soltarlo por un tiempo. Suspiró y llevó sus cristalinos orbes a los orbes bicolor.


Akashi notó la suplica en la mirada morada, sin embargo no se inmutó. Fue todo lo contrario. Su sonrisa sádica creció y sus labios se posaron en el largo falo ajeno. Besos brutos fueron marcando un camino por el pene de Atsushi. Cada roce era una completa tortura.


Las marcas ocasionadas por el látigo se habían comenzado a tornar de un color rojo intenso e incluso algunas dejaban ver ese color carmín que caracterizaba a la sangre. -Realmente te está gustando, ¿No es verdad? Atsushi.- Susurró en el oído del mayor.


Un escalofrío recorrió el cuerpo del más alto y aquella corriente excitante terminó afectando a su pene ya rojo, húmedo e irritado. -Justo ahora, te haré sentir mejor.- La voz de Akashi salía cada vez más oscurecida por el placer.


El "plug anal" fue insertado en el estrecho recto de Atsushi. Su espalda se curvo violentamente, provocando por aquel actuar violento, que su pene se golpeara contra su bajo vientre. El dolor que aquello le ocasiono fue terrible, sin embargo el placer lo invadió. Los orbes del más alto se fueron para arriba levemente. Algo que maravillo al chico de cabello rojo.


Sin previo aviso y rápidamente retiró el "penis plug" provocando que Murasakibara eyacule. Su grito fue fuerte, si no fuera por la mordaza, seguramente toda la servidumbre lo hubiese escuchado.


Atsushi no pudo ni siquiera calmar sus espasmos, que Seijuro ya se estaba empalando con su enorme pene. El rostro de Atsushi se pinto rosado al ver la sublime vista que Akashi le brindaba. El menor saltaba sobre el sensible pene ajeno. Aquel traje de látex dejaba a la vista sus rosados pezones, su pene erecto y sus redondas nalgas. Nada más.


Atsushi podía sentir como pronto su cuerpo sería golpeado por una nueva oleada de placer. Y era algo que esperaba con todo su ser. Las embestidas siguieron. Murasakibara sentía que su pene sería roto, sin embargo no quería parar. Aquel acto libidinoso era algo a lo que ya no podía negarse y sabía que era igual para su novio Seijuro.


Sus gemidos se mezclaban con el sonar obsceno de sus pieles al chocar, y podía jurar que aquello lo hacía sentir en un lugar único. Ambos cuerpos se contrajeron al llegar al climax. Akashi soltó un gemido ahogado al sentir como la semilla del más alto llenaba por completo su interior. Su propio semen se esparció por el vientre bien marcado de Atsushi. Sus respiraciones eran irregulares y sus cuerpos sudorosos se encontraban aún unidos. Cuando Akashi logró calmarse, pudo divisar la mirada de perrito que Murasakibara le brindaba. Ésta vez Seijuro sonrió con amabilidad. Se ocupó de deshacerse de la mordaza y con mucho amor inició aquel beso que sabía que Atsushi anhelaba.

•°30 Días de Otp°• ∆MuraAka∆Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ