Día 21: Con rasguños y arañazos

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Era sábado y estaba de visita en la casa Murasakibara como ya era costumbre. Akashi, Megumi y la madre de la familia se encontraban en el comedor sentados al rededor de la mesa. Megumi sabía hacer uñas y le estaba haciendo las uñas a su madre, porque está noche tenía una cita con su esposo.


- Son hermosas Megumi! Me encantan.- Akashi veía a su suegra muy feliz. La señora Murasakibara le dijo que hace años no tenían una cita con su esposo, porque no querían dejar solos a sus hijos. Después de una larga charla para convencer a sus padres, los hermanos lograron que salieran en una cita. Tuvieron que limpiar la casa con patio incluido para conversarlos, pero era un precio justo para tener una tarde y noche con la casa sola, porque les dieron que pasaran la noche afuera. Coincidió con el fin de semana que Akashi iba, así que el también se sumaba a la noche sin padres de los hermanos.


- La verdad es que son muy preciosas y delicadas.- Dijo Akashi- otro día me podrías hacer unas.Los ojos de Megumi brillaron, su cuñado le iba a entregar las manos para hacer su arte, y eso la emocionaba. Se llevaban muy bien con su cuñado, ella era la que más cosas sabía de la pareja y tener esa complicidad con Akashi le hacía feliz.


-Te puedo hacer unas ahora cuando termine con las de mí mami, ¿Querés?Un simple 'bueno' salió de los labios del pelifresa, haciendo que la pelivioleta gritara con emoción. Hizo lo más rápido que pudo el esmaltado de su madre y fue a buscar los moldes para hacer uñas largas.


-¿Qué te hago cuñis?- Era la manera amorosa con la que se dirigía hacia Seijuro, si tan solo el mundo supiera que se deja llamar así.


- Te doy libertad creativa, cuñada.- Dijo con una sonrisa, ¿Qué era lo peor que le podía pasar? Megumi feliz comento a hacer unas esculpidas con punta, dejando sus uñas un poco más largas de lo normal y puntiagudas, las pinto de un color bastante natural con una franja negra en las puntas, muy delicado y elegante, como el mismo Akashi.


- ¿Te gustan cuñis?- Megumi estaba feliz de su trabajo, se mantuvo tranquila y no le pinto un pito.


- Son muy bellas, me encantan.- Movía sus manos en todas las direcciones y posiciones, estaba encantado con el resultado y tenía una idea para la noche, si estaban solos. Se escuchó que la madre del grupo llamo a todos al living, seguro para dejar más que advertidos a todos sus hijos y su pequeño yerno. Porque era una madre sobreprotectora ante todo y velaba por la seguridad de sus hijos.


-Bueno su padre y yo nos vamos, volvemos al mediodía.- todos asintieron ante lo dicho, pero ella siguió.- no quiero que hagan una fiesta en la casa, y solo pueden ir a casa de alguien que tengamos teléfono, así llamo. Y mañana antes del mediodía todos acá.- la sentencia fue clara y todos sabían que tenían que avisar ahora. Ryu siendo el mayor tomo la palabra.


-Yo voy a la casa de Haru, vamos a estar preparando un final en grupo, van otros compañeros también.- el había avisado con antelación el final el grupo.


-Takeshi y yo vamos a ir a la casa de Yuuto, ma.- Takumi,el gemelo mayor fue el que aviso.


-Nos invito a dormir y ver películas hoy.- Dijo Takeshi, con un paquete de golosinas y ambas mochilas colgadas.


-Yo voy a tener una noche de belleza con un grupo de amigos, en la casa de Fuyume.- Megumi, también aviso con un GRAN bolso a sus pies, dispuesta a salir de inmediato aprovechando el viaje de sus hermanos.


-Aka-chin y yo nos vamos a quedar en casa a ver películas.- dijo el hermano menor, mientras tomaba de la cintura a su novio. Akashi se limito a sonreír hacía su suegra, dándole la confianza de que iban a quedarse en la casa.


La alta mujer pelinegra, suspiro y sonrió hacía su marido. Sabiendo que sus hijos iban a estar bien, emprendieron viaje para llegar a dejar a cuatro de sus hijos en las respectivas casas y llegar ellos a la reservación del restaurante. Saludaron a Atsushi y Seijuro, y abandonaron la casa quedando solamente ellos dos dentro.


- Que lindas uñas, Aka-chin.- fue el comentario que tiró Atsushi hacía su novio.


- Gracias Atsu.- tomando la mano de su pareja, camino hasta el sillón del living y sentó al más algo de un empujón.- ¿Sabes que puedo hacer con ellas?.- le agradecía a su cuñada por dejarlas en punta, le dio una maravillosa idea.


-No sé, pero me podrías mostrar.- Sonreía con perversión mientras el pelifresa se sentaba en su regazo, comenzaron a besarse con pasión y amor.-¿Subimos?.- Consulto a su emperador.


-Si, llévame.- Ordenó con autoridad el menor. Siendo alzado por el más alto, llegaron a la habitación de este. Fue tirado con fuerza hacia la cama y ese recibió los besos de su pareja con mucho amor.


Siguieron besándose cada vez con más pasión, y la ropa empezó a estorbar. Lo primero que desapareció fueron las remeras y luego los pantalones hasta quedar solamente en boxers. Seijuro empujó a Atsushi sobre la gran cama para que quede boca arriba mientras el subía sobre su miembro ya despierto. Frotando su trasero sobre la erección del contrario, provocando la pasión del más alto. Su plan fue efectivo porque sentía la humedad en su entrada y sabiendo que su ropa interior sobraba se levantó y se lo quito, quitando también la de pareja dejando su gran erección al aire besándola en el proceso.


Atsushi se sentó y empezó a besar los pezones de su amado tomando con fuerza las nalgas redondas y blancas entre sus manos, dejando marcas de sus dedos y uñas en este, hoy no quería estar tranquilo.


Corriendo un poco al pelifresa, busco en el cajón un lubricante para estirar la entrada del contrario. Tiró un poco sobre sus dedos y comenzó a entrar en el ano de su pareja, metiendo de a un dedo dentro de esta. Escuchaba como Seijuro gemía como gran placer en su oído, pidiéndole que entrara en el y así lo hizo.


Levanto un poco al menor para poder empinar su miembro y entrar en la estrecha entrada. Akashi acostumbrado a este, lo tomo entero y sin queja de dolor, solamente gritos de placer. Akashi presiono sus uñas sobre la espalda del Murasakibara menor, dejando su piel lastimada debido a la presión de sus puntiagudas uñas, llegando a dejar enrojecida la piel.


Atsushi dejo caer al pelifresa sobre la cama para poder entrar mejor en este, más nunca rompiendo el abrazo. Tomo las caderas de su amado con fuerza, dejando moretones y marcas en estás, incluso sus uñas sacaron un poco de sangre, que el próximo día serían unas feas marcas.


No mucho después ambos se vieron, Atsushi dentro de Seijuro y este sobre sus pansas. Un último beso cerro esa noche de pasión y dio inicio a una tranquila noche de sueño y descanso.El ruido de la puerta fue la que despertó a ambos de su tranquilo sueño, y la voz de los gemelos sonó por todo la casa. Atsushi los ignoro como siempre y siguió durmiendo, pero Akashi se despertó para ver la hora. Eran las 10 de la mañana, no era ni muy tarde ni muy temprano, estaban bien. Salió de la cama para buscar ropa para el y su novio, así se bañaban antes de que llegarán sus suegros. Había sido una muy buena noche.

•°30 Días de Otp°• ∆MuraAka∆Where stories live. Discover now