Día 29: Tu fetiche

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Habían recorrido casi todas las tiendas del centro comercial, Atsushi tenía que comprar muchas cosas que su madre le había encargado y le pidió a su Aka-chin que lo acompañará para darle su sabía opinión.


Tras largas horas de compras pudieron llegar a la casa del pelivioleta, siendo bienvenidos por la madre de Atsushi. Los hermanos de Atsushi no estaban, estaba próximo el cumpleaños de un abuelo y estaban organizando una gran fiesta. La señora Murasakibara también se iba, llevaba un par de cajas con las cosas que habían comprado. Ahora se quedaban solos.


Se quedaron tomando un té esperando para que nadie volviera, Atsushi se estaba por levantar para ir al baño pero su novio no lo dejo y lo empezó a besar mientras subía las escaleras. Llegaron a la habitación de Atsushi, ya sabían el camino sin ver, entraron y el pelivioleta termino tendido en la cama con su novio encima de él.


Los besos feroces del pelifresa llegaban al cuello de Atsushi y quemaban como fuego, hacía semanas que no podían coger, por diferentes motivos y ahora necesitaba enterrarse en su novio. Las camisetas desaparecieron con rapidez de sus cuerpos y las erección chocaron, con mucha necesidad las caderas de ambos se movieron buscando el mutuo placer.


Akashi tomo el pantalón del pelivioleta y lo bajo junto a los bóxers, viendo cómo el miembro del contrario saltaba erguido en todo su esplendor, dura y mojada. Su boca se llenó de baba mientras venía el pene de su pareja. Lo tomo con su mano y lo llevo a su boca, empezando un placentero vaivén metiendo el miembro hasta la garganta.


Atsushi sintió un tirón, avisando que estaba por terminar. Intento sacar al pelifresa pero no pudo, sentía una gran estimulación en su miembro. Sentía que se iba a orinar pues no había ido al baño porque su novio no lo dejo.


- Aka-chin, basta me voy a orinar- Akashi amagó a parar, para soplar la punta y volver a meterla en la boca. Sintió el esperma en la garganta, tragó y siguió con su ferviente mamada, buscando que Atsushi orinara en su boca. Tenía ganas de hacer eso hace tiempo pero tenía miedo que al pelivioleta le pareciera demasiado raro.


El más alto hacía toda la fuerza que podía para no orinarse pero la fuerza de la lengua del pelifresa sobre su flácido miembro era mucho para el, con mucha vergüenza libero su orín en la boca de Seijuro. Se sentía tan avergonzado, no podía creer que le había pasado esto con su precioso Aka-chin. Se tapo la cara con las manos para no ver a su pareja.


-Está bien Atsushi, yo quería hacer esto hace tiempo- le quitó las manos de la cara y comenzó a besarlo apasionadamente. Mientras se empezó a preparar, metió dos dedos y comenzó a hacer tijeras. Cuando sintió que el miembro de Atsushi estaba erecto de nuevo, lo tomo y sin pensarlo lo metió en si estirado culo, recibiéndolo como siempre.


El pelivioleta tomo las caderas del menor y empezó a embestir desde abajo con toda la fuerza que podía. Akashi sintió que estaba por terminar, no necesito tocarse para acabar. Y Atsushi con toda la estimulación anterior lo siguió rápidamente.


-Te odio Aka-chin, me hice en cima- exclamo- en realidad, en tu boca, que vergüenza- tapo su cara con una almohada. Sintió la mano de su pareja en su cabello.

- Yo te amo Atsushi, gracias.

•°30 Días de Otp°• ∆MuraAka∆Where stories live. Discover now