Día 4 : Chupón

346 37 0
                                    

Estaba la tan famosa Kiseki no Sedai entrenando como cualquier día, Aomine y Kise jugaban un 1 vs 1, Midorima practicaba sus canastas de 3 puntos y Kuroko corría para mejorar su resistencia, mientras Momoi le tomaba el tiempo.

En aquella cancha faltaban cuatro personas.
Dos estaban conversando vaya a saber de qué y la otra persona estaba "bien" oculta espiando cada movimiento del pelifresa, la cuarta persona seguro solo estaba perdiendo el tiempo mientras esperaba a cierto pelinegro.

Akashi no tardo en percibir la mirada de Murasakibara, en serio que parecía un niño a veces, pero eso era algo que le gustaba bastante al pelifresa.

- Nijimura-san, sigamos luego con esta charla, alguien te espera - dijo Akashi, viendo como Shougo los miraba por la espalda del pelinegro.

- Lo mismo digo, Akashi - dijo sonriendo el pelinegro.
- Bien, adiós - dijo agitando su mano en modo de saludo, Akashi hizo una reverencia y volteo caminando hacia donde estaba Murasakibara.

El pelilila se exalto e intento buscar alguna excusa que dar.

- ¿Qué hacías? Atsushi - dijo Akashi mientras miraba a Atsushi con curiosidad.

- Moo~ Akachin me dejo solo - dijo el pelilila haciendo un puchero, Akashi sonrío y le hizo un gesto a Atsushi de que entraran al aula ya vacía.

Al entrar en el aula, Akashi le ordeno a Atsushi que se sentara, el titán no dudo en obedecer.

-¿Por qué nos espiabas?- dijo sonriendo con malicia. Sabia perfectamente que Atsushi estaba celoso, siempre que hacia esas cosas o decía cosas como "me dejaste solo." Era porque estaba celoso.
La expresión de aburrimiento y de niño se esfumo, dejando ver una de seriedad y enojo verdadero. Akashi sonrío satisfecho.

- No me gusta verte con otros y menos que seas cercano a otros, Akachin - la voz de Atsushi había sido grave y profunda, con un deje de "agresividad".
El pelifresa casi se derritió al oírlo, tal vez pareciera de enfermo, pero aquellas actitudes le encantaban en Atsushi.

- ¿Y si no quiero alejarme de Nijimura-san? - preguntó por puro capricho de ver al pelilila más enojado.

En tiempo récord Atsushi lo hizo sentar en su regazo.
- No hagas que me enfade más, Akachin, o sino -

- ¿O sino qué, Atsushi? - dijo sonriendo pícaro el pelifresa.

El pelilila no respondió, solo se acerco al cuello blanco de Akashi y comenzó a succionar con sus labios para lograr un chupón.
Lo que Akashi nunca espero fue que Atsushi enterrara sus dientes.

- ¡A-Atsushi! - casi grito Akashi, el sonrojo hizo acto de presencia, también la mueca de dolor en su rostro y la sangre en su cuello.
- ¡D-Duele! - susurró, mientras clavaba sus uñas en los hombros ajenos y sus ojos se nublaban por las lágrimas.

Atsushi miro como Akashi tenía cerrado bien fuertes sus ojos, al sentir el sabor metálico de la sangre ajena, soltó el cuello de Akashi y paso su lengua sacando todo rastro de sangre.
La zona estaba roja y pronto se pondría violeta, seguramente los cortes hechos por sus dientes tardarían más en irse, pero eso a el no le importaba, ya que lo que más quería era que esa marca nunca se desvaneciera.

- Así todos sabrán que Akachin es mío, mi dulce hecho persona - dijo volviendo a sus gestos de niño aburrido.

Akashi froto sus ojitos, desasiéndose de las lágrimas que soltó por el dolor que sintió al ser mordido.
Atsushi lo abrazo, pidió disculpas y dijo que no lo volvería hacer, siempre y cuando el no le diera motivos.
Akashi por su parte, comenzaría a tener más cuidado con poner celoso a Atsushi y menos sin razón.

•°30 Días de Otp°• ∆MuraAka∆Where stories live. Discover now