EXTRA 2

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2024...

Eva había estado hoy con el equipo de masaje, le encantaba ponerle las manos arriba a su marido, como decía una buena amiga cubana, masacotearlo todo. Los chicos había estrado en el salón riendo, Pau tenía fama de hacer chistes malos, pero todos terminaban con la sonrisa en el rostro, no dudaba que esta fuera una de esas ocaciones. El único que parecía perdido en sus pensamientos era Ferrán.

-Ferrán- Eva llamó al más nuevo amigo del grupo, la familia crecía y eso le gustaba.

-Hola Eva, ¿qué tal?- . El castaño sonrió, pero la sonrisa jamás iluminó su rostro.

-¿Todo bien con Vera?-. Este tenía una beba de 5 meses y Eva se había hecho muy buena amiga de Rebeca la mujer de Ferrán y más aún porque habían entrado en el club de las Madres o mamacitas del Real Madrid, una idea de Macarena y Sara.

-Sí, sí, todo bien o eso creo-lo último lo dijo casi en un susurro.

Su amigo definitivamente llevaba los ánimos por el suelo, pero lo dejó estar, bien sabía que a Rebeca la maternidad le estaba pasando factura, pero ya hablaría con ella después.

- Bueno a lo que iba, toma.- Le entregó un sobre dorado cerrado por un mostacho, Ferrán lo analizó. -Es la invitación al cumpleaños de Marco, te pido que seas discreto, quiero que sea sorpresa.

-Vale.- la guardó en la mochila de entrenamiento y fue a darse su masaje.

Eva se dirigió al casillero, pero recibió un mensaje.

El agua está deliciosa, pero lo estaría mejor si estuvieran conmigo. Tuyo Marco

Eva fue al área de piscinas, justo en el yacusi lo vio, el hombre que desde hacía 3 años la había conquistado, podía admirar su musculosa espalda y su cabello castaño algo despeinado. Caminó hasta detenerse a un metro de él. Como si sus cuerpos reconocieran la cercanía del otro él habló.

-¿Hoy no te metes conmigo a la piscina de hidromasaje?- Marco miró a su mujer, cada día estaba más enamorado de la rubia de ojos verdes.

Eva miró a su amado sentado en el borde la piscina con una leve sonrisa en su rostro y una inmensa erección en sus pantalones, siempre estaba dispuesto cuando de su mujer se trababa. Eva humedeció sus labios mientras la excitación comenzaba a palpitar a través de sus venas. La visión de Marco hundiéndose en su interior es lo que más le pone del mundo.

-¿Necesitas que te ayude con el traje de baño?- Su tono de voz es bajo y ronco, arrastrando cada sílaba, haciendo que Eva se quedara en blanco por unos segundos -. Parece que has olvidado como desvestirse, mira comienzas por quitarte la sudadera y...- le encanta que esté ahí sentado, diciéndole que hacer.

-No lo he olvidado.- Eva fijó nuevamente la vista en la entrepierna de su hombre, como si su enorme polla solo existiese para ella.

Se deshizo lentamente del uniforme del equipo médico del Real Madrid para quedar en su traje de baño, ese que utiliza siempre que se mete a la piscina a dar una sesión de fisioterapia y que a Marco le encanta.

La boca de Marco se hizo agua al imaginar el cuerpo se du chica contra el suyo a medida que Eva avanzaba con paso lento pero sexi hacia su encuentro, se moría de deseo pensando en comerla a besos y hundirse en ella, mientras el agua caliente a su alrededor relajaba sus músculos.

-Creo que después del entrenamiento de hoy me merezco sesión con la fisio más buena, del deportivo -agarró fuertemente a Eva de las caderas.

-¿Por qué no empezamos con esos besos que tanto te gustan?- sugiere Eva mientras le lanza una mirada ardiente.

CURVAS EN EL JUEGO// Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora