40.DE REGRESO A CASA

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El tiempo comenzaba a pasar de prisa

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El tiempo comenzaba a pasar de prisa. Unos días después de mi cumpleaños nació la pequeña Macarena, la hija de Lucas. La nena se robó el corazón de todos y el mío se hizo algodón de azúcar cuando vi a Marco cargarla entre sus brazos. Ese instante me hizo pensar en nuestros trillizos. Ya teníamos el sobre con el sexo, pero mi madre y Rosa habían insistido en hacer una fiesta para relevar el sexo, así que nos tocaba esperar y aguantar las ganas.

Seguían pasando los días y con ellos mis últimas semanas de practica en el Madrid.

—Lucas has avanzado mucho en poco tiempo.—  aliento a mi amigo que está en la piscina dando unas brazadas como parte de su recuperación.

—Mallorquina, se te va a echar de menos por estos lados.

—Bien sabes que me quedo en Madrid, pero como todo cuento este de trabajar aquí llega a su fin. — No quería que terminara, pero así parecía ser.

—Me hubiese gustado que terminaras tu mi rehabilitación.

— Lucas te voy a dejar listo para salir al terreno, ya después es tarea tuya recuperarte al cien por ciento.

—Uf tío te considero, la fisio esta manda mucho.—  Marco hizo su entrada a el área de piscinas y me abrazó por detrás para dejar un beso en mi cuello y poner sus manos sobre mi vientre.

—Solo lo necesario—  digo fingiendo molestia.

— ¿Comiste algo? — su tono de voz delata preocupación.

—Unas barras de cereal que me trajo mi madre con avena, nueces y albaricoques.

— Y por su puesto sus adorados pepinillos con mermelada— agregó Lucas burlándose de mi alimento predilecto.—  Los bebés les van a salir con la cara arrugada de tanto vinagre.— Los tres nos carcajeamos por el comentario.

—Chicos que bueno que los encuentro.  Isco apareció algo agitado.—   Luis de la Fuente está aquí.

Decir ese nombre y la cara de los tres jugadores se tornó entre sorprendida y preocupada. Yo ni idea de quién era el mencionado.

—Joder la selección para las Olimpiadas.  —dijo Marco entusiasmado.

—El míster nos quiere a todos en el salón de reuniones y eso te incluye Eva. — Ahora la sorprendida era yo.

Marco ayudó a Lucas a salir de la piscina, este conocía perfectamente que con su lesión ir a Tokio era imposible, además de que se disputaba con selección sub 23, pero cada equipo tenía la posibilidad de inscribir a tres futbolistas mayores de esa edad, así que ninguno perdía la esperanza. Mi adorado novio agarró fuertemente mi mano y salimos los cuatro al lugar del encuentro. Sabíamos de antemano que Takefusa y Reinier Jesús jugarían por sus países, pero la selección española se había tomado su tiempo en decidirse.

Nada más entrar en la sala de prensa donde finalmente nos encontramos a todos reunidos Marco se unió al resto de los merengues y yo me quedé en un rincón teniendo una amarga sensación cuando de la Fuente miró en la dirección de mi novio. Me acurruqué en un rincón lejos de todos, me sentía como una intrusa.  El seleccionador español dio una pequeña charla antes de ir directo al punto, el primero en ser llamado fue Jesús Vallejo, después Daniel Ceballos. Ya solo faltaba uno, se había sabido que irían tres madridistas a los juegos olímpicos, muchos esperaban este momento para representar al equipo español.

CURVAS EN EL JUEGO// Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora