Kurt Cobain, la historia jamás contada

CAPÍTULO 20

Después de la visita a la ciudad de Londres y de despedirnos de mi madre, Nirvana continuó con su Tour, visitando en el acto diferentes países de Europa.

Estuvimos así, viajando de una ciudad en otra, con los instrumentos y maletas durante un mes aproximadamente, hasta que finalmente se acabó la gira.

Yo a partir de la visita a mi ciudad natal, estaba mucho más feliz por lo logrado, aunque también le daba vueltas a lo de Axl, pero intentaba distraerme y no pensar en eso, también pasaba mucho tiempo con Kurt, quería controlar que estuviera bien y que no hiciera ninguna locura, Dave y Krist hacían lo mismo.

Estábamos preocupados por él, los tres, pero lo cierto es que le vimos muy feliz, aunque si es cierto que los últimos días del tour ya se le notaba cansado y con ganas de volver a casa.

- Por fin hemos llegado.- Le besé en la frente, una vez nos encontrábamos delante de nuestra casa, con las maletas a un lado y los instrumentos al otro.

Krist abrió la puerta y el Rubio cogió mi maleta para meterla dentro, junto a la suya y su guitarra, Dave hizo lo mismo.

- Se echaba de menos estar en casa.- Dave, una vez había dejado las maletas en las respectivas habitaciones, se tumbó cómodamente en el sofá.- Por cierto, Amy... ¿Tu madre llega hoy?

- Sí, llegará en un rato, si no me equivoco viene con James y llega a las diez de la noche el vuelo, así que voy a ir a preparar la habitación.

- Te acompaño y así te ayudo.- Dijo Dave, Kurt mientras tanto se estaba tomando Whisky mientras fumaba y hablaba con Krist.

- De acuerdo.- Cedí yo, comenzando a subir las escaleras, seguida de Dave. Entramos a la habitación de invitados y Dave cerró la puerta.

- Amy, tenemos que hablar.- Yo me asusté, no sabía de qué me iba a hablar.

- Dime.- La voz se me entrecortó pensando que tal vez sabía lo de Axl.

- Es sobre una chica.. Aquella de la que os hablé hace tiempo.- Yo suspiré aliviada después de oir eso.- Mañana he quedado con ella para cenar y me gustaría hacerle un regalo especial, ya que llevamos tiempo quedando y bueno... ya sabes...

- ¿Y supongo que quieres que te dé ideas verdad?.- Él asintió y yo, emocionada por él y su nueva relación, me senté en la cama y le indiqué que hiciera lo mismo, para poder hablar tranquilamente.

- Sí, estaría bien la verdad

- Vale Dave, primero tienes que hablarme de ella, como es, que le gusta...

Él sonrió y yo le imité.

- Es una chica muy dulce, tiene el pelo rubio y unos ojos marrones preciosos, le gusta pasear por el parque, leer, dibujar, también canta, tiene una voz muy dulce y le encanta dar abrazos. Parece una princesa y siento que es demasiado buena para mí, siempre se preocupa por como estoy.

No pude evitar sentir ternura, me gustaba verle feliz y hablando de esa manera de una chica.

- A ver Dave, me has descrito a un ángel.- Sonreí, y él bajó la mirada, se le veía enamorado de verdad.- Tal vez unas flores irían bien, y si le gusta dibujar, puedes darle una libreta de dibujo y material para poder pintar y dibujar, si quieres puedes escribirle algo en una de las páginas de la libreta.

Pude notar como se emocionaba, después me abrazó y asintió, parecía ser que la idea le gustaba.

- Pues ya tengo regalo, mañana lo compraré.- Dijo Dave levantándose de la cama.- Y ahora, vamos a preparar la habitación para tu madre y James, que si no llegarán y no tendrán donde dormir en condiciones.

Empezamos a organizarlo todo, colocar las sábanas y colchas, para que no pasaran frío, ya que eran principios de febrero y aún hacía fresco.

Después bajamos a la planta baja, y como ya eran las nueve y media, empezamos Krist y yo a preparar la cena y poner la mesa, mientras tanto, Kurt y Dave se fueron a buscar a mi madre y su novio.

Una vez habíamos preparado algo de comida y los platos, vasos y demás cubiertos estaban colocados sobre la mesa del comedor, Krist y yo nos pusimos a ver la televisión, para pasar el rato hasta que llegaran los demás y pudiéramos empezar a cenar.

- Ostia Krist, mira esto.- Nirvana salía por la televisión, anunciaban que después de la salida de su nuevo álbum, Nevermind y del gran éxito de Smells like teen Spirit, una de sus canciones, habían hecho una gira por Europa, la cual había tenido una gran repercusión.

Vi como Krist sonreía y yo hice lo mismo.

- Estáis creciendo, cada vez más gente os conoce y vuestras canciones se escuchan más.- Dije yo manteniendo la sonrisa.

- Lo sé, y eso me preocupa.- Cambié la cara por completo al oír eso de la boca de Krist, el cual hacía apenas unos segundos estaba sonriendo.- Es Kurt... cuando empiecen las entrevistas, más giras, conciertos, presión, fans y todo eso, ya sabes... siento que va a poder con él, que todo esto le va a superar, le conozco y me da miedo.

Yo bajé la mirada, al fin y al cabo Krist tenía razón.

- Él ha hecho lo imposible para poder llegar hasta donde actualmente está, pero luego, realmente, llegar a la fama solo le va a hacer mal, le va a acabar matando, lo sé y eso me preocupa.- Acabó de decir Krist con la mirada baja.

- Tengo miedo de que Kurt se rinda en el camino y no pueda más.- Y justo entonces, entraron por la puerta Dave, Kurt, mi madre y James.

Krist y yo, intentamos disimular lo mejor que pudimos, nuestra expresión de tristeza, y nos acercamos hasta la puerta donde se encontraban. Yo besé a Kurt y abracé a mi madre y a Dave, luego me quede mirando a James.

Era un hombre de unos cincuenta y largos años, alto, de constitución delgada, pelo blanco y ojos azules.

- Encantada Amy, soy James.

Yo sonreí y saludé.

- Él es Krist.- Terminó diciendo mi madre.

Ahora ya nos habíamos conocido y saludado todos, así que era el momento de servir la cena que Krist y yo habíamos preparado, sentarnos en la mesa a comer y charlar un largo rato.

- ¿Qué tal ha ido el viaje?.- Pregunté yo una vez la cena estaba servida, al igual que la bebida.

- Bastante largo, pero hemos llegado bien.- Contestó James, parecía ser un hombre correcto y educado. Tal vez de clase alta o media.

- Es un vuelo bastante largo.- Comentó Kurt mientras bebía una copa de vino tranquilamente.- Pero ya habéis llegado, por fin.

- Tenía ganas de conoceros a todos.- Continuó hablando James.- Anne me había hablado mucho de vosotros, de ti, Amy.- Me miró y yo asentí.- También de Nirvana. He de decir que he escuchado alguna de vuestras canciones, por curiosidad, y realmente son maravillosas, un muy buen álbum.

Pude ver la sonrisa que se proyectaba en el rostro de Kurt, después de todo el esfuerzo que había hecho para llegar hasta allí, le gustaba que su trabajo fuera valorado de esa manera.

- Muchas gracias, de verdad.- Dijo Dave, se podía notar su emoción al oír aquellas palabras.

Después de eso, estuvimos un buen rato conversando de temas varios, hasta que terminamos de cenar y nos movimos a la zona del salón, allí nos sentamos los cinco y preparamos unos cubatas y chupitos para pasar el rato.

Yo estaba sentada al lado de Kurt, apoyada en su pecho, bastante borracha. James apenas bebía, y mi madre tan solo se tomó un chupito.

- Yo creo que me voy a dormir ya, que estoy bastante cansada del viaje en general.- Dijo mi madre.

- Te acompaño cariño.- james se levantó al igual que mi madre y ambos, después de despedirse de nosotros, subieron las escaleras para dirigirse a su habitación a dormir.

- ¿Estáis cansados?- Pregunté yo, apenas podía hablar, iba muy borracha.

- No.- Contestaron Dave y Krist, mientras tanto, Kurt fumaba silenciosamente.

- ¿Qué tal si jugamos a algo?- Preguntó Dave.

Y asentí y golpeé la mesa.

- Juguemos a verdad o reto.- Propuse yo.

- Bien, empecemos.- Dijo Krist.- Kurt... empezamos por ti.

- De acuerdo.- Asintió saliendo del silencio, aunque no le gustaba mucho el juego, esta vez iba tan borracho que no dudó en ceder a jugar.- Elijo reto.

-Te reto a besar apasionadamente a Krist.- Propuso Dave.

Pude ver como el rubio me miraba, yo asentí y permití que le besara, al fin y al cabo era tan solo un juego.

- Allá voy.- Se acercó y lentamente basó los labios de bajista, mientras tanto, Dave y yo aplaudíamos y nos reíamos de la situación.

- Ahora te toca a ti Dave.- Dijo Kurt.

- De acuerdo... Elijo verdad.

- ¿Te besarías con alguien de aquí?- Preguntó Kurt indiscretamente.

- Sí, lo haría.- No dudó.

Kurt cambió su cara por completo por una de sorpresa, me miró.

- ¿Con quién?- Continuó insistiendo el Rubio.

- Eso no entra dentro del juego.- Contestó Dave.- Pero sí que me besaría con alguien de aquí, eso sí.

- Bueno, da igual, Amy te toca.- Dijo Krist mientras dirigía su mirada a mi persona.

- Verdad.- No dudé.

- ¿Te gusta alguien que no sea Kurt?

Por un momento el mundo se congeló, me quedé paralizada, apenas me podía mover ni hablar.

- Bueno...- Por mi mente pasó la imagen de Axl, pero al segundo la aparté y evité pensar en aquello ¿Qué me pasaba?- No, me gusta Kurt y solo él.

Intenté disimular lo mejor que pude, pero aun así pude notar la mirada de Krist clavada en mí, tal vez sabía algo.

Pude también ver como Kurt me miraba, así que aparté la mirada, pegué un sorbo al licor y me levanté del sofá, en el acto estuve a punto de caer al suelo, pero Kurt estaba allí para ayudarme y agarrarme antes de que pudiera caer al suelo.

- Rubio, me voy para arriba.- Le susurré al oído.

- Voy contigo.- Me dijo.

Así que subimos las escaleras y nos encerramos en la habitación.

Íbamos muy borrachos, él me empezó a quitar el vestido que llevaba puesto, luego el sujetador y yo hice lo mismo con sus pantalones y camiseta.

Quería olvidarme de todo y tan solo disfrutar del calor de su cuerpo.

Él comenzó a besar todo mi cuerpo lentamente mientras yo acariciaba su rubio cabello. Luego me tiró sobre la cama, dejándome caer en esta ya sin ropa.

Se abalanzó sobre mí y comenzamos a juntar nuestros cuerpos, produciendo así una sensación de placer muy potente. Sentía el calor de su piel, sus labios sobre la mía y su aliento chocando con el mío en un momento de unión y éxtasis.

Después, nos dormimos, como si nada hubiera pasado, aunque en mi mente segía dándole vueltas a lo de Axl, a que debía llamarle y hablar con él.

Que difícil es amar cuando no sabes hacerlo.