19. Trío.

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Tenshi salió de la habitación en la que se encontraba internado Chifuyu en completo silencio mientras era observada por todos. Apenas Draken recibió la llamada de su hermana, llorando desesperadamente, no dudó en avisarle a Mikey y a los demás comandantes (exceptuando a Kisaki) sobre lo ocurrido.

En menos de una hora, todos ya se encontraban en el hospital.

—¿Cómo está Chifuyu? —preguntó Mikey.

—Por ahora está estable, pero tuvo una fractura de pómulo y estuvo a punto de perder su ojo derecho.

—Mierda, Baji... —susurró Mitsuya.

—¿Qué haremos ahora? —preguntó Muto—. Está claro que Baji es un traidor.

—Pelearemos, como lo hemos acordado.

—Pero Mikey, la primera división se quedó sin comandante y su subcomandante está de la mierda.

—Chifuyu es mucho más fuerte de lo que crees, Nahoya.

—Nadie duda de su fuerza, Ten, simplemente no creo que llegue para la pelea del 31.

Mikey miró seriamente a Smiley, como si aquello último hubiese estado de más.

—¿Y qué hay de Takemicchi?

—Ese es un débil de mierda —opinó Muto.

—No, no lo es —contradijo Tenshi.

—De todas formas, Takemicchi no está listo para tomar el lugar de Baji —dijo Mikey—. Lugar que volverá a tomar cuando lo recuperemos.

Tenshi miró confundida a Mikey.

—Él volverá, estoy seguro... así que no nos preocupemos tanto por eso, ¿sí?

—Si hubieses visto a Chifuyu, no pensarías lo mismo de él —dijo Tenshi, con un pequeño dolor en el pecho.

Mikey no supo qué responder.

—Si no tienen nada más que hacer aquí, volveré a la habitación. Después de lo ocurrido, no quiero que se sienta solo al despertar.

Todos estuvieron de acuerdo, no sin antes decirle a Tenshi que los mantuviera al tanto. Ella asintió y luego se giró sobre sí para volver a tomar la cerradura de la puerta, sin embargo, una cálida mano la tomó del brazo, frenándola.

—Debemos hablar.

—Tu y yo no tenemos nada de qué hablar, Manjiro, ya déjame en paz.

Evitando la tristeza, se soltó del agarre de Mikey y volvió a entrar a la habitación de Chifuyu. Se tranquilizó cuando se dio cuenta de que él aún seguía durmiendo.

Se acomodó sobre la silla que tenía al lado de su cama y tomó la mano del rubio, acariciándola suavemente. Observó su rostro: estaba todo vendado, exceptuando su ojo izquierdo. De inmediato, las lágrimas volvieron a aparecer. El dolor de saber que ya ni siquiera podía reconocer a sus propios amigos le daba hasta escalofríos. Le costaba creer que se crió junto a ellos, jugando a ser pandilleros que salvaban al mundo para terminar siendo todo lo que juraron jamás ser. Su familia se estaba rompiendo de la peor manera y no sabía qué hacer para volver a unirla.

Sabía que los padres de Chifuyu tardarían en llegar, por lo que se acomodó sobre su mano y decidió cerrar los ojos con el fin de evitar un poco todos los pensamientos que la estaban abatiendo.

Ryuguji Tenshi (Sano Manjiro/Mikey) Tokyo RevengersWhere stories live. Discover now