Ryuguji Tenshi (Sano Manjiro/Mikey) Tokyo Revengers

04. "Pasado y presente".

—Al parecer Mikey se enamoró de un idiota de secundaria baja —bromeó Draken haciendo que los presentes, excepto Mikey, se rieran.

—¡Kenchin idiota! —exclamó Mikey, golpeando la nuca de su mejor amigo.

—¿Qué fue lo que te llamó la atención de él, Mikey? —le preguntó Mitsuya, con curiosidad, no era algo de todos los días que su comandante encuentre algo (o alguien) que lograra interesarle.

Mikey dirigió su mirada hacia el atardecer que se teñía delante de sus oscuros ojos. Sonrió al recordar a Takemicchi y el motivo por el cual lo había escogido.

—Takemicchi me hizo acordar a mi hermano, por eso quiero conocerlo mejor. —respondió devolviendo la mirada a sus amigos. Su sonrisa era nostálgica pero capaz de hacer felices a quienes se encontraban en el parque junto a él.

Tenshi recordó por unos segundos a Shinichiro-kun a lo que no puedo evitar querer llorar. Él siempre fue muy bueno con ellos, era cálido y aquel lugar seguro al que toda la pandilla se refugiaba siempre que algo malo pasaba. Sonrió al recordar las infinitas tardes que pasaba de niña junto a él, Mikey y Draken. Amaban verlo arreglar motocicletas y aprender de él. Shinichiro-kun era la inspiración misma para aquellos tres niños y el perderlo fue también perder una parte de sí mismos.

"Cualquiera que viese caminar a Shinichiro-kun podría jurar que nunca fue el presidente de una gran pandilla sino más bien el presidente de un jardín de infantes ya que siempre era seguido por sus dos hermanos, Draken, Tenshi y Baji.

Aquella tarde llevaba a Emma en su espalda quien venía durmiendo plácidamente luego de correr mucho por el parque, mientras que los gemelos, Baji y Mikey corrían alrededor de él, jugando a la mancha y evitando a toda costa ser tocados. Todos reían y se burlaban del otro, más que nada Mikey, quien ni siquiera pudo ser tocado una sola vez.

—Ustedes son unos perdedores, ni siquiera pudieron tocarme —dijo el enano, orgulloso, cuando llegaron a la casa de los Sano.

Tenshi, enojada por la situación, corrió lo más rápido que pudo y le dio un cachetazo en la nuca de Mikey haciendo que el ruido del impacto deje a todos boquiabiertos.

—¿Ves como si fuiste tocado, idiota?

—¡Eres una tonta!

Enfurecido, Mikey salió a correr a Tenshi que reía por la reacción de su amigo y el hecho de haber perdido al igual que todos ellos. Odiaba cuando Mikey intentaba sobresalir queriendo dejar en vergüenza a los demás, y si había algo que Tenshi odiara más en la vida, eran las injusticias.

Mientras Mikey la perseguía y Tenshi se le reía en la cara, tres pares de ojos los observaban divertidos.

—No puedo creer que se haya animado a golpear a Mikey —comentó Baji, maravillado.

—¿Qué dices, Baji? ¡Tenshi es mi hermana! —dijo Draken, orgulloso.

—Ni tu te animaste a golpearlo cuando estaba al lado tuyo —le respondió Baji.

La vena en la frente de Draken saltó al instante. Shinichiro rió más fuerte.

—Ya, tranquilos —dijo mientras depositaba a Emma en el sofá—. Mikey y Tenshi son tal para cual, no veo el día en el que ambos se casen —comentó con un entusiasmo plasmado en su mirada."

—Entonces démosle una oportunidad.

Mikey miró a Tenshi y sonrió.

—Podrías invitarlo a la próxima reunión —propuso Mitsuya.