Cuando necesitamos del otro, siempre estamos presentes.

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Odiaba los días Lunes por la mañana, para ser más implícitos, las primeras dos horas de Clase. T/n Polsen era la chica más idiota de todo el mundo.

Me había inscrito a la materia de Física avanzada y, resulta, que esta es la especialidad de el "Gran Ryan Gallagher".

<<Nuestro día no estaba yendo nada bien.>>

Así es mi querida Watson.

Pero, se preguntarán. ¿Eso es malo? No, no es malo. No es malo cuando llegas a tiempo. Pero, cuando te pierdes por el campus porque es tu primera clase ahí, y llegas tarde ganándote todas las miradas de la clase, eso si es malo. Incómodo.

- Adelante Señorita Specter. - gruñí. ¿Por que todos mis profesores insistían en llamarme por mi primer apellido? - Dado que no hay más lugares, tendrá que compartir mesa con el líder de grupo.

Señaló a su estudiante de enfrente.

¿Ya saben quien es?

Para los que pensaron en Ryan, están en lo correcto, para quien pensaron en alguien más, gracias por participar.

Su mirada se cruzó con la mía. Apreté las manos en puños maldiciéndome una y mil veces por escoger esta jodida materia. ¿No podía meterme a Bioquímica? No, soy un peligro andante con las prácticas. ¿Letras? No, me fascina la lectura, pero no es algo que quiera a tiempo completo. ¿Matemáticas? Saturado.

Debí de repetir materias en vez de tomar esta.

Miré como se recorrió en la banca para dejarme espació, respiré hondo y maldije a todo el mundo a mis adentros.

Que le den al que me dio mal las indicaciones, que le den a todos y cada uno de los alumnos que no dejan de verme, que le den a Ryan, y que le den al profesor.

Caminé decidida a sentarme a su lado, pero claro, como es de costumbre cada vez que se trata de los Gallagher, cometo un error. Me tropecé con una de las mochilas de algún compañero, escuché algunas risitas, decidí pasarlas por alto y dejé caer mi trasero a lado de Ryan que no dejaba de verme.

<<Si no nos movemos no nos verá.>>

- ¿Si sabes que no soy un dinosaurio?

Bufé dándome por vencida.

- Pues comienzo a creer que lo eres, tu cerebro es tan diminuto que no puedes pensar en tus actos. - lo miré aburrida.

- No han pasado ni dos minutos y ya me estas insultando - apretó los labios, entrecerré los ojos cuando lo vi sonreír.

Ah... Ya veo, se cree que por que pasaremos seis horas juntos en la semana, se me pasará el hecho de que planeo destruirlo.

- No te estoy insultando. - susurré mirando al profesor voltearse al pizarra, tomar la tiza y comenzar a escribir algo en la misma.

- ¿A no? - se inclinó en mi dirección.

- Simplemente te estoy diciendo las cosas de frente, no es ningún insulto que te digan la verdad a la cara.

- Wow, no eres la Polsen que conocí hace meses. - me giré a él.

Mentalmente, lo maté de mil formas distintas, unas mas sádicas que otras, me imaginé meter su cabeza en un inodoro y tirar de la cadena, pero fisicamente solamente me limité a encarar una ceja.

- No me conoces en lo absoluto, Ryan. - dije con dureza, eso pareció afectarle, dado que ese brillo divertido se le esfumó.

- Entonces esta es tu verdadera tu, y la que veo en mi casa es una fachada para que nadie note lo infeliz que eres.

Cuando seas mía.Where stories live. Discover now