Cuando seas mía.

Te odio.

Ryan me miró furioso.

- Tu lo sabías. - señaló el teléfono.

Inflé mis mejillas mirando a otro lugar.

- Puede... - me encogí de hombros.

- ¡¿Y por qué carajos no me dijiste nada?! - brinqué en mi lugar.

- ¡No me hables así! - le grité.

- ¡Tengo todo el derecho a hacerlo, nunca me dijiste que expusieron de esta manera a mi prima!

- Ryan... - habló Samantha - Las cosas están solucionadas.

- ¡¿Solucionadas?! - la miró molesto - ¡Samantha, lo que hicieron rebasa los límites de maldad!

Apreté los labios.

- ¿Y que quieres que yo haga? Ya no está en la red, T/n lo borró. - Ryan me miró girando la cabeza como si fuera la exorcista.

- ¡¿Porque nunca me entero de nada?!

- ¡¿De qué te sirve enterarte?!- fruncí el entrecejo atreviéndome a dar un paso adelante - ¡Solamente te preocupas, yo me ocupé, eso es todo!

- ¡¿Y las personas que lo vieron?!

- Puedo manejarlo. - volvió a intervenir Samantha.

- ¡No puedes! - dijo furioso - ¿Quien fue el idiota que lo hizo? - Samantha bajo la mirada.

- Ya está solucionado. - tiré de ella para ponerla detrás de mi.

- ¡Tu no te metas! - me miró.

- ¡QUE DEJES DE GRITARME! - lo empujé.

Los demás se asomaron para ver el caos.

- ¡TU NO TIENES POR QUE METERTE EN ESTO POLSEN, ES MI PRIMA NO TUYA!

- ¡MI TRABAJO ES CUIDAR DE USTEDES!

- ¡ME IMPORTA UNA MIERDA CUAL SEA TU TRABAJO, DEBISTE DECIRME LO QUE PASÓ EN CUANTO LO VISTE! ¡ERES NADIE PARA DEJARME FUERA DE ESTO! ¡¡NADIE!! ¡TU ME IMPORTAS UN CARAJO, ELLA ES MI PRIMA!

- ¡¡PUES A MI ME VALE UNA MIERDA LO QUE TU QUIERAS!! ¡ERES UN MALDITO INESTABLE Y POR ESO NO TE DIJE NADA!

- ¡TU NO SABES NADA DE MI!

- ¡POR SUPUESTO QUE SI! ¡SE QUE SI TE DIGO QUIEN FUE, IRÁS Y LO MANDARAS AL HOSPITAL!

- ¡PUES TU TERMINARÁS EN EL HOSPITAL EN SU LUGAR!

- ¡RYAN! - Aidan tiró de su hermano alejándolo de mi.

Retrocedí asustada.

- ¡Deberías desaparecer de nuestras vidas, solamente llegas a confundirnos a evitarnos o simplemente a poner nuestras putas vidas de cabeza...! - tragué duro.

- Ryan detente - bajó Vivian.

- ¡Deberías dejar de meterte a cada momento en nuestras cabezas sin dejarnos pensar en otra cosa que no seas tú! ¡Carajo lárgate de mi vida! ¡Eres una don nadie para llegar a mi vida a revolverlo todo!

Apreté los labios y las manos en puños.

- Tienes razón... - tragué duro sin dejar de verlo - Ahora que lo dices... Es verdad... Todo esto a sido mi culpa, si yo no hubiera intervenido ayer... Yo provoqué que subieran la imagen. Lo siento solo trataba de... - retrocedí de nuevo - No volverá a pasar. - carraspeé mirando a los demás, Edmon estaba asustado abrazado a Rafael que me miraba sorprendido - Será mejor que se alisten, dentro de poco estará listo el desayuno.

Giré en mis talones para irme a otro lugar.

¿Lo ves? Te lo dije.

<<Es imposible que no...>>