Por favor...

157 13 0
                                    

Zack estaba del otro lado de las sillas de espera con los nudillos manchados de sangre y la mandíbula tensa.

Ni siquiera me había dirigido la palabra desde que supimos que estaban estabilizando a mi mamá. Nos habíamos llevado un buen susto.

Ya van a ser las seis de la mañana y aún no nos han vuelto a informar nada de su estado.

Me pase las manos por el rostro sin saber en que momento las cosas se me volvieron a desmoronar. Ya comenzaba a tener todo otra vez en su lugar, cuando creí poder seguir avanzando, llega algo nuevo que tira todo lo que he levantado.

Fruncí el entrecejo al ver las lágrimas en mis dedos, el labio inferior me tembló y me apresuré a secarlas de mis ojos.

Palpe mis bolsillos buscando las pastillas, mi corazón dejó de latir por un momento al darme cuenta que las había dejado en casa, puesto que no iba a volver a salir las dejé en mi habitación.

Mierda, mierda, y más mierda.

Apreté los dedos con fuerza al grado de escuchar como algunos vasos sanguíneos se rompían. Apreté los dientes tratando de mantenerme en calma, de no pensar en nada que me jodiera en este momento.

Cerré los ojos con fuerza agachando la cabeza, al menos el cabello me cubriría los costados y así no podría ver nada.

Respiré hondo manteniendo la calma. En este momento, cualquier pensamiento serviría como detonante.

¿Qué mierda le pasa a mi vida?

Primero mi recaída, luego la de mi madre, y ahora... Ahora ni Zack me habla.

Estaba cayendo a pique.

<<Aleja esos pensamientos T/n, comienzas a estresarte y eso no es bueno.>>

El tamaño de mi cerebro me viene valiendo lo mismo.

<<¿Necesitas que te recuerde que después viene el ataque de ansiedad?>>

ª.

Mis manos comenzaron a temblar con fuerza, maldije en mi interior mil veces, entrelacé mis dedos y los apreté tratando de detenerme. Pero mi pierna derecha comenzó a moverse con inquietud.

Mi cuerpo de nuevo se podía rígido, muy rígido, tanto que los malditos músculos dolían. Respiré de nuevo unas cuantas veces. Sólo unos minutos, tengo que aguantar más unos minutos en lo que los síntomas desaparecen. Sólo eso...

<<¿Y si salimos corriendo? No queremos que nos metan al loquero ¿Verdad?>>

Mira, mejor cállate que no me estás ayu...

Giré mi rostro al sentir que alguien me daba un leve apretón a mi pierna.

Zack...

Miré su mano en mi pierna por unos segundos hasta que la movió para sujetar una de mis manos temblorosas, al instante mi cuerpo dejó de temblar. Sus dedos se entrelazaron con los míos dejando pequeños círculos en el dorso de la mano con su pulgar.

Ninguno dijo nada por lo que se sintieron como minutos, simplemente nos limitamos a estar callados, cada uno inmersos en sus pensamientos.

- ¿Por que no me lo dijiste? - mi cuerpo entero se estremeció al escucharlo. - ¿Por que no me dijiste lo que te había hecho? - lo miré de reojo, estaba completamente serio.

- Por que claramente no queria que te enteraras, menos mi madre. - desvíe la mirada.

- ¿Por que? - apreté los labios - No entiendes T/n. - sentí una apuñalada en el pecho al escuchar como dijo mi nombre - ¿Por que sigues defendiendo y cuidando de un cabrón que tanto daño te hizo? - me miró mal.

Cuando seas mía.Where stories live. Discover now