Corre.

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No podía creer lo que estaba escuchando.

- ¿Cómo? - mi cerebro se desconfiguró al recibir la noticia.

- Sus fondos no son suficientes, - dijo el chico del otro lado del recibidor - lamentamos decirle que no podemos admitirla en la Universidad. - literalmente, mi corazón se hizo añicos. - Lo lamentó mucho, Señorita Polsen. - baje la mirada.

- Gracias... Yo... - suspiré de nuevo dejando caer las manos a mis costados.

Ya lo había terminado de perder todo. ¿Qué esperaba? ¿Qué hicieran una excepción por mi para poder ingresar a la Universidad?

Era crédula, muy crédula.

Arrastre lo pies por todo el campus, había estudiado tan duro para poder ingresar a esta, una de las mejores Universidades y había ahorrado con mis padres el dinero suficiente para poder pagar mi colegiatura y un pequeño departamento cercano, pero con la muerte de papá y las enfermedades de mamá apenas y me quedaba menos de la mitad del dinero, que injusta era la vida.

Iba maldiciendo en voz baja toda mi existencia cuando alguien me derramó un helado en mi blusa.

<<¿De verdad tenia que pasarme esto, no era suficiente con no ser aceptada en la Universidad?>>

En cualquier momento me iba a poner a llorar, eso era seguro.

- ¿Por qué demonios ya nadie se fija por dónde va? - levanté la mirada - ¿Sabes para quien era esto? - un par de ojos verdes me miraban molesto.

- ¿Cómo? - fruncí el entrecejo.

- A mi hermano le encanta esta cosa y te la acabas de embarrar en la ropa.

- Yo no soy la iba con un helado... - fruncí el entrecejo - Culpas a los demás de que no nos fijamos por dónde vamos, - me cruce de brazos - ¿Qué tal tu?

- ¿Disculpa? - detrás de él, pequeñas risitas se escucharon.

<<Ah, ya veo.>>

- ¿Tu por que no te fijas por dónde vas? No todos estamos al pendiente de lo que un niño... - lo miré de arriba a bajo - "Mimado" haga. - suspiré - ¿Tengo que pegarte algo?

- ¿De verdad me acabas de llamar "Niño mimado"?

<<No tengo tiempo para esto.>>

- Venga ya... - saque unos billetes de mi pantalón y se los estampe en el pecho.

Tenia cosas mas importantes que hacer, como por ejemplo, hundirme en mi miseria, poner una sonrisa y fingir que estoy bien.

Pero el chico de ojos verdes no tenia planes de dejar las cosas asi, me estremecí al sentir su mano rodear con facilidad mi muñeca, tiro de mi sin ser brusco y me miró raro.

- No me gusta que me hablen mal, yo no te insulte.- parpadeo varias veces dejándome ver lo descolocado que estaba.

- Yo tampoco. - me solté de su agarré - Dije la verdad, ahora - di un paso a él - me vuelves a tocar, y se me va a olvidar que no debo golpearte en este lugar. - Una sonrisa petulante se formó en sus labios, se pasó la mano por el cabello castaño y rio bajo.

- ¿De verdad me vas a golpear?

- ¿Me estas retando? - entrecerré los ojos - te pagué tu helado, mas bien el de tu hermano - dije recordando una de las primeras frases que me dijo, él me miró encarando una ceja - Adios.

- No he terminado contigo. - suspiré.

- Pues yo contigo asi. - abrí los ojos de mas cuando me saco la ficha de rechazo. - ¡Hey!

Cuando seas mía.Where stories live. Discover now