Oso amoroso.

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Cuando salí del baño de Ryan arrastre los pies para tirarme en su cama. Sentí su mirada encima de mi.

Si, habíamos terminado en casa de los Gallagher, una de las cosas buenas de haber llegado tarde, es que ninguno de los chicos nos vio, lo que me preocupaba era como se iba a sentir mi mamá en este lugar, llevo mas de una semana en este lugar y me sigue pareciendo algo exagerado e incómodo, no me imagino como será para ella.

No pude evitar mirarlo cuando se quito la camisa que traía para ponerse una playera blanca, mis mejillas se pusieron rojas, desvié la mirada justo a tiempo cuando se volteó.

- ¿De verdad estás enojada conmigo?

Su tono lastimero me hizo sentirme culpable.

- Si. - dije seca.

Tenía que admitir que sus playeras olían increíblemente bien. Me lleve disimuladamente su playera a mis fosas nasales, me gustaba como olía, no era asi como pensé que me sentiría, es decir, me siento bien y tranquila cuando estoy con Ryan, pero a veces siento que algo hace falta. Mamá se quedó en mi habitación mientras yo estaría con el traidor de mi novio.

- Solamente quiero lo mejor para ti. ¿Es tan complicado de entender?- se sentó en la cama, lo miré mal.

- No hacía falta que manipularas a mi mamá.

- No la manipulé. - ambos nos acostamos en su enorme cama, prácticamente aquí cabían tres personas.

A veces odiaba lo rico que Ryan era... Hablando monetariamente.

- Por supuesto que si, "Chico espagueti". - me cruce de brazos mientras me cubría como la cobija.

- Polsen, ¿Por que te cuesta tanto dejar que los demás te ayuden? - lo mire.

Realmente parecía triste porque hace más de cinco horas que no le dirigía la palabra hasta ahora. Me sentí mal por él y me di un golpe por ser más dura que una roca y no decirle mis razones.

Suspiré girándome a él.

- No es fácil confiar en los demás - dije algo intranquila.

- Puedes confiar en mi. - acarició mi mejilla.

- Así no funciona el mundo, Ryan. - apreté los labios - Se que puedo confiar en ti, pero las cosas no son tan fáciles. Yo... No es fácil tener que cuidar cada paso que damos con tal de que no nos descubran.

Creo que vio el agobio en mi rostro, porque me abrazó de tal manera en que mi cabeza quedara en su pecho.

- Tal vez y es verdad... - fruncí el entrecejo - Tal vez que realmente quieren conocerte, Polsen.

Reí sin gracia.

- Ryan, creo que la que debería decir eso soy yo. ¿En qué momento los papeles se invirtieron? En este libro se supone yo debería ser la ingenua.

- Lo digo de verdad, Polsen. - negué con la cabeza.

- No sabes si es verdad o no.

- ¿Y tú si? - apreté los labios.

- Solamente se que algo más quieren. No nos hubieran buscado de no ser así.

- ¿Y si solamente quieren recuperar el tiempo perdido? - levante la cabeza para verlo. Fruncí el entrecejo y me senté en la cama, Ryan arrugó el gesto cuando me aleje. - Las personas cambian Polsen.

- Pues no para bien. Al menos no ellos. - me apresuré a hablar cuando él abrió los labios - ¿Realmente pensarías eso de los tuyos si te hubieran quitado todo, te hubieran cazado, demandado y dejado en la ruina? - dije molesta. - Si no fuera por Archibald mi papá estaría vivo, yo estudiaría y mi mamá tendría la atención médica que necesita.

Cuando seas mía.Where stories live. Discover now