Cuando seas mía.

Ahuyentando a Frodo.

Demencia, esto realmente era demencia.

Me di un golpe mental en cuanto la sugerencia vino de nuevo.

No, no me gustan ambos, es decir, si me gustan, pero no sentimentalmente, ¿No? No, no me gustan.

<<Repitelo hasta que te lo creas...>>

Carajo me estaba volviendo loca.

- ¿Me estas escuchando o simplemente babeas por mi hermano? - me giré de inmediato a Ryan que me miraba mal - Mira, si tanto quieres estar con él, vete, pero no me quites el tiempo. - bajé la mirada a su cuaderno.

<<Ecuaciones cuadráticas.>>

Oh...

- No estaba mirando a tu hermano. - mentí con descaro, algo que había notado en Ryan, es que él no tenía la habilidad de saber cuando mentía, eso era algo que solamente Aidan sabia hacer.

<<Y me culpas por no dejar de pensar en él.>>

No me ayudes.

- Si claro, llevas toda la hora babeando por él. - me giro los ojos.

Llevamos una hora en la sala de tareas porque a Ryan se le dificultaban las matemáticas, más exactos; el cálculo.

<<No sé por qué si se le dificultan las matemáticas, se metió a cálculo avanzado.>>

Por cosas que jamás comprenderás.

<<Ni tú, te recuerdo que no vas a la Universidad.>>

¡Ayy...!

- Estaba pensando en como decirte que no existen raíces negativas, al menos no en el campo de los números reales. - señalé su cuaderno, su gesto de molestia cambio a una de perplejidad. - No puedes poner que la raíz cuadrada de menos veinticinco es cinco, menos por menos es igual a positivo, simplemente no se puede.

<<Somos las mejores mentirosas.>>

Bueno, gracias por alentarme.

<<¿Si sabes que estas teniendo una conversación contigo misma?>>

- ¿Entonces mi procedimiento esta mal? - sonreí de lado cuando mordió su labio y comenzó a borrar las respuestas.

- A ver... - le quité el lápiz y el cuaderno.

Suspiré comenzando a resolver las ecuaciones, no son tan fáciles cuando son entidades con notación científica.

Bufé cuando mi mechón de cabello me molestó la vista, seguía resolviendo las ecuaciones hasta que sentí como Ryan tomaba mi cabello y lo ponía detrás de mi oreja, levanté la mirada de inmediato. Había una sonrisa de lado en su rostro mientras me miraba con algo que no supe como interpretar, Ryan jamás me había mirado de esa manera, mis mejillas se sonrojaron obligándome a mirar a otro lado, específicamente su cuaderno.

Mi respiración se volvió irregular y apreté con fuerza el lápiz entre mis dedos. Estaba nerviosa.

¿Desde cuando me pongo nerviosa con "El chico espagueti"?

<<Desde que admitiste que él si te gusta. Nada más falta que admitas que también te gusta Aidan.>>

Son buenos chicos con complejos diferentes, pero no me gustan, no sentimentalmente.

<<Dijiste que Ryan si te gusta.>>

Pues ya no. No me gusta nadie, no tengo sentimientos.