⚡✨H A R R Y P O T T E R O N E S H O T✨⚡

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Hermione granger

Ser una bruja ya era algo malo en mi familia llena de Muggles, mi madre era la única que me apoyaba ya que el gen mágico provenía de su familia.
Mi segundo hogar era Hogwars y donde estaban mis mejores amigos; "El trío de oro".

Siempre tuve una gran admiración a aquella castaña de cabello quebrado, era una chica hermosa, inteligente y muy valiente e intrépida.
Pronto mi admiración paso a ser algo más y sin darme cuenta me había enamorado de aquella castaña, otra decepción más en mi familia.

Cada interacción que tenía con ella se volvía una chispa en mi corazón y eso me hacia sentir feliz.
Cuando se celebró la copa de los tres magos, los alumnos de durmstrang y Beauxbatons llegaron para competir, fue lo peor para mi.

Aquel hombre llamado Víctor Krum había fijado sus ojos en la castaña y eso no me gustaba parra nada, el baile de invierno era lo mas esperado por las chicas y yo tenía planeado invitarla a ella.

Nos habíamos ido a la biblioteca para estudiar un poco y que mejor oportunidad para invitarla a salir—Mione se que hemos sida amigas por varios años pero quería saber si... Tu bueno—La chica me miraba con aquellos ojos curiosos.

—¿Quieres ir al baile conmigo? —Veía como sus hermosos ojos se hacían más grandes mostrando la cara de sorpresa— Ay... Bueno es que... Ya me invitaron, lo siento—Sentia como la alegría se me esfumaba—.

—Ah... Entiendo no te preocupes esta bien, me tengo que ir tengo clase de runas—Cual rayo salí del lugar sin dejarla hablar.

Sabía que ella no podría sentir lo mismo que yo y eso lo tenía muy en claro pero sentir ese rechazo era lo peor. Lo único que había venido en mi mente era huir para no ser interrogada por ella y delatar mis sentimientos aunque creo que ella ya los adivino, una chica no te invita a un baile tipo cita ¿o sí?.

Los días siguientes antes del baile había evitado verla y al parecer a ella le molesto ya que cada que trataba de hablar conmigo, yo inventaba una excusa y salía huyendo.
Había decidido ir con uno de mis amigos, el cual no se molesto en ser mi segunda opción.

La noche había llegado y todos ya estábamos en el Gran salón, los seleccionados a la competencia eran los que harían la apertura al baile y mis ojos con dolor vieron como aquella hermosa chica castaña que tenía mi corazón entraba con Víctor Krum de lo más feliz.

La fiesta había sido algo agradable a excepción por ese sabor amargo en mi garganta llamado celos.
La mayoría ya se habían vueltos locos con la banda y varios ya se habían ido a dormir, mi amigo se fue a descansar ya que tenía práctica de hechizos a primera hora y el como todo buen alumno no había estudiado nada.

Yo me había quedado sola y al no ver al trío de oro decidí mejor irme si ya no estaban ellos.
Al salir veía como la castaña sollozaba , cual buena amiga corrió hacía ella.

—¿Estas bien? —Ella me miró con aquella hermosos ojos cafés hora cristalinos—Si... No, bueno fue Ron—Ese chico como molestaba mucho a Mione con su forma de actuar.

—¿Que sucedió? —Ella me miró y negó—No.. No quiero lastimarte—Con aquellas palabras y el dolor en su mirada había entendió la situación—Hey tranquila, a pesar de estar enamorada de ti, soy tu amiga recuerda ello—.

Me abrazo con fuerza y hablo—Yo quería que Ron me invitara al baile y nunca se atrevió—Bajo la mirada decepcionada—Bien entiendo, te diré algo. Ron es muy tonto para admitir sus sentimientos y más expresarlos, creo que deberías ser más directa y más coqueta—Ella sonrió y tomó mis manos con la suyas.

—Gracias y lo siento, lamento no corresponderte, eres una chica increíble y yo... —Puse mi dedo en sus labios para no hacerla sentir más incomoda—Hey esta bien, tranquila, no me importa si no aceptas mis sentimientos el estar a tu lado como tu amiga es lo mejor para mi—Ella me abrazo y ambas nos levantamos.

—Por cierto si te cansas de Ron puedes venir a mi y yo te haré feliz—Le di un beso en la mejilla y me fui de ahí con una sonrisa y vi como ella igual tenía una.

Tal vez no estábamos destinadas a estar juntas pero el ser su amiga era algo bueno ya que no perdería su amistad por mi amor platónico a ella.