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𝐒𝐢𝐭𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧: 𝐃𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐞𝐬𝐪𝐮𝐞𝐞𝐬𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞𝐝𝐞𝐥𝐚𝐦𝐚𝐟𝐢𝐚
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𝐍𝐚𝐦𝐉𝐨𝐨𝐧
Sabías que tu novio siempre almorzaba tarde alrededor de las 2:30, así que estabas caminando hacia la oficina de su casa, con una bolsa de comida para llevar en la mano para que los dos compartieran.
"Joonie", susurraste suavemente mientras abrías la puerta de su oficina.
El olor a sangre te hizo estremecer, pero rápidamente miraste a Namjoon de arriba abajo para asegurarte de que no estaba herido. Una vez que viste que estaba bien, pero cubierto de sangre, miraste a los otros chicos y llegaste a la misma conclusión.
"¿Qué pasó?" Preguntaste y fuiste a dar un paso más cerca, pero saltaste al escuchar un gemido.
Miraste al suelo a tu lado y viste a un hombre ensangrentado, haciéndote jadear y taparte la boca con la mano vacía. Retrocediste y miraste a tu novio.
El silencio era ensordecedor pero te ayudaba a sumar dos y dos. Los nudillos ensangrentados de los seis hombres, su respiración pesada y miradas un tanto vergonzosas mientras evitaban el contacto visual.
Rápidamente pusiste la bolsa de comida en su escritorio y caminaste hacia atrás fuera de la oficina.
"Cariño", te llamó Namjoon. Dio un paso hacia ti y extendió una mano. Por lo general, sus manos eran un consuelo para ti, pero no podías ver más allá de la sangre. No sabes si alguna vez podrás ver más allá.
"No me toques. No me hagas daño"
Viste su rostro caer en decepción y aunque no te gustó verlo así, este no era un momento para mimarlo y consolarlo. Todas las alarmas estaban sonando en tu cabeza y solo querías estar lejos de él.
No podías escapar de Namjoon. Te dejó ir esa noche, pero siempre recibías flores en tu trabajo y luego llegabas a casa con flores en la puerta.
Dudaste durante una semana, obviamente asustado por lo que habías visto. Pero finalmente decidiste poner el pie en el suelo. Había flores marchitas por todo tu apartamento; parecía una floristería abandonada. Ya fue suficiente.
"Namjoon, por favor deja de enviar flores. No quiero tener nada que ver contigo".
"T/N, al menos déjame explicarte".
"¿Qué hay que explicar?" Escupiste al teléfono.
"Todo. Déjame contarte todo. No puedo perderte, no por esto..."
Te mordiste el labio y usaste tu mano vacía para frotarte el muslo. El Namjoon que conociste en la universidad era el hombre más gentil y dulce que habías conocido. Él era perfecto.
